"Vota N.U.L.O" por José Domingo Blanco (Mingo)
¿Se imaginan si en las próximas
elecciones, las que vienen en el 2015 para elegir a los diputados de la Asamblea,
la mayoría descontenta, esos millones de ciudadano que en los últimos comicios
apoyaron a Capriles -más los que pueden haber ido sumándose en el camino-
votaran NULO? Así como leen: ¡NULO!
A propósito de mi artículo de la
semana pasada, recibí muchos comentarios de lectores exhortándome a expresar mi
propuesta para salir de nuestra situación actual; ideas, por cierto, que he
expresado en otras oportunidades; pero que de nuevo traigo a colación, a petición
de quienes quizá no las conocen. Para nadie es un secreto que somos,
lamentablemente, un país polarizado; más sin embargo, en los últimos tiempos, ha
ido incrementándose el descontento de ambos sectores. He repetido muchas veces
que cuando esto ocurre, es la hora de darle paso a otros líderes –y a otras
gentes- que logren capitalizar ese desgaste y ofrecer una tercera vía, capaz de
romper con el gobierno y también con la dirigencia opositora.
Pero, además, en el documento que
escribió mi amiga, la doctora Adriana Vigilanza, y al cual también hice
referencia la semana pasada, ella proponía algo que me parece sensato, sobre
todo en las condiciones actuales. Y la cito textualmente: “(…) la única 'acción democrática' que nos
queda, ante un escenario donde no haya igualdad de condiciones electorales para
la victoria, parecería ser un voto activo, pero NULO. Si somos millones los votos nulos, le
demostraremos al planeta complaciente con el régimen -aún hoy cuando importamos
petróleo- la gran farsa que existe en Venezuela, donde estamos entrampados
entre un régimen inconstitucional e
ilegítimo y una oposición que, queriéndolo o no, le hace el juego, al no exigir
condiciones para que haya auténtica posibilidad de elegir. Ilegítimos también
serán quienes sigan insistiendo en repartirse 'cuotas de poder' cuando hoy
Venezuela es sólo una jungla donde la única ley que opera es la del más fuerte”.
Y esa es también la opción hacia la que me inclino; con la que pretendo,
incluso, ir más allá. Y ya verán cómo. Vota NULO es una propuesta
para que la gente proteste, sin dejar de ir a votar. Votar NULO es protestar
pacífica, cívica, democrática y constitucionalmente. ¿Se imaginan que en unas
elecciones de un país, el 80% de los electores se manifieste votando NULO? Sería
una manifestación pública, notoria e inocultable de una mayoría respetable
diciéndole a los que gobiernan que se vayan y a los que fungen como directores
(secuestradores) de la oposición que
también se larguen. Porque ¿hasta cuándo los
que se autoproclaman representantes de la oposición y el gobierno van a seguir
jugando con la ingenuidad de los venezolanos?
¿Hasta cuándo los venezolanos vamos a seguir votando con la premisa de
que nada detendrá la avalancha de votos que revertirá los resultados
electorales favorables al gobierno? Nuestros votos anteriores, contabilizados
por un CNE adepto y sumiso al régimen, no han logrado lo que anhelamos: un
cambio en la conducción de la Nación. Porque hay un aspecto clave en todo esto:
los dueños de la MUD, herederos de la Coordinadora Democrática, han aceptado
siempre ese sistema mayoritario que impuso el desgobierno y que termina
favoreciéndolo. A la MUD le interesa
sólo nuestro voto, no nuestra opinión; porque la Mesa de la Unidad favorece al
régimen. Está cogobernando con el gobierno. La MUD quiere mantener sus espacios
y sólo llevándonos como borregos a unas elecciones -con el mismo REP viciado de
siempre, con las mismas máquinas de Smartmatic, organizadas por el CNE y
custodiadas por militares, ambos abiertamente chavistas y revolucionarios; por
citar tan sólo algunas de las muchas barreras que encontramos a la hora de
votar- logrará preservarlos.
Debemos recordar que en nuestro sistema no existe la proporcionalidad.
Por lo tanto, los grupos minoritarios, con estas condiciones actuales, siempre quedarán
excluidos. La representación sólo se la dan a los dos primeros. El sistema
electoral no permitirá nunca que los grupos minoritarios tengan voz, una voz que sí tendrían si logramos la proporcionalidad,
la cual evitaría las diferencias abismales de las que ya hemos sido testigos.
Insisto entonces: votemos; pero, votemos NULO. La sociedad civil, que
no está representada o no se siente representada, debe cohesionarse y formar un
mega partido político. Un partido político que se llame N.U.L.O: Nacionalismo, Unidad, Libertad y Organización.
Atributos que todos pedimos a gritos; pero de manera genuina y auténtica: que
se sienta de forma palpitante su accionar. Resulta extremadamente evidente que
los líderes que están bajo el paraguas de la MUD, y que se arropan con la
bandera de la oposición venezolana, no están a la más mínima altura de lo que
se requiere para ofrecer paz, bienestar y progreso a la mayoría de los
venezolanos. Qué sí lo lograría N.U.L.O:
NACIONALISMO, UNIDAD, LIBERTAD Y ORGANIZACIÓN.
Son muchas las exigencias que, como sociedad civil organizada, debemos
hacer para poder participar en comicios: ¿Por qué debemos permitir que los
militares custodien unas elecciones que son un acto netamente civil? ¿Quién puede
confiar en el plan República como salvaguarda de unos votos que son expresados
por civiles? Eso por tan sólo mencionar dos de las muchas condiciones que deben
modificarse para que podamos ejercer nuestro derecho con la certeza de que será
respetada nuestra voluntad.
Fundemos N.U.L.O porque los venezolanos estamos hartos: ¡estamos hasta la
coronilla! Además, podemos organizarnos en partidos políticos. La Constitución
nos otorga ese derecho. Así
que, amigo lector, ya sabes: ¡Vota N.U.L.O! Y los reto para que terminen la
frase: Vota N.U.L.O, para que le des una patada a los que no sirven por ese C…
@mingo_1
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