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martes, 31 de mayo de 2016

COLEGIO NACIONAL DE PERIODISTAS ANTE LA VIOLACIÓN DE LOS DERECHOS HUMANOS EN VENEZUELA


COLEGIO NACIONAL DE PERIODISTAS ANTE LA VIOLACIÓN DE LOS DERECHOS HUMANOS EN VENEZUELA

El gremio de periodistas de Venezuela, reunido en la ciudad de Caracas los días 27 y 28 de mayo del 2016, bajo la instancia del Secretariado Nacional, expresa a la opinión pública nacional e internacional, la preocupación en virtud de la acentuada crisis que atraviesa nuestro país en materia política, económica, social, de seguridad  y  derechos humanos.

Es nuestro deber como comunicadores sociales, tal como reza el artículo 5 de la Ley del Ejercicio de Periodismo, ratificar nuestro compromiso con la preservación de la democracia como sistema de gobierno en beneficio de la sociedad.

Es por ese motivo que denunciamos la violación constante de la Constitución Nacional y de la Declaración Universal de los Derechos Humanos por medio de una serie de acciones que afectan la calidad de vida de los ciudadanos.

El recurrente irrespeto a los trabajadores de la prensa en el ejercicio de su profesión, mediante agresiones físicas y verbales, ha dado lugar a la impunidad en torno a más de 2.128 casos de amedrentamiento con alta incidencia en limitación de la libertad de información. 

En tal sentido, los periodistas venezolanos, en el rol de observadores del día a día de la colectividad, evidenciamos la violación de los derechos humanos que a continuación destacamos:

·      Derecho a la información [Art 108 CRBV]. La libertad de información no se supedita a una nota de prensa o la pauta informativa. La continua pretensión de responsabilizar a los periodistas por la situación del país durante la cobertura noticiosa de la escasez de alimentos, ha dado paso a incrementar los casos de ataques y limitación del ejercicio periodístico cuando nuestro deber es reflejar la situación nacional.  Nuestra función social es dar a conocer las demandas de la ciudadanía para procurar la satisfacción de sus necesidades.

Lo que hace servidor público a un periodista, no es su capacidad de divulgar propaganda política, sino su compromiso de reflejar las opiniones de los diversos sectores de la sociedad, defendiendo así la comunicación libre y plural, y la aceptación de diferentes criterios en torno al acontecer nacional.

Cuando un medio de comunicación deja de circular por falta de papel u otros insumos, los ciudadanos pierden la posibilidad de expresarse .En relación a lo antes mencionado hacemos un exhorto a la Corporación Maneiro a ponerse al servicio del pueblo, garantizando la entrega de papel periódico a todos los medios por igual y no solo a aquellos que siguen línea gubernamental; a CONATEL a dar celeridad en el otorgamiento de los permisos necesarios para que las emisoras de radio y televisión puedan operar de manera legal, sin chantajes ni presiones para recibir dichos permisos; y a la comunidad a respetar la labor de nuestros agremiados.

Aprovechamos la ocasión para reiterar nuestra solidaridad con la restitución de la señal de RCTV, medio que se encuentra fuera del aire desde hace 9 años, en virtud de la sentencia a favor emanada por la Corte Interamericana de los Derechos Humanos, al igual que otro medios afectados de igual modo.


·      Derecho la opinión: nuestra carta magna contempla en su artículo 21 que “todas las personas son iguales ante la ley” y, por ende, ante los distintos poderes públicos. Igualmente el artículo 61 menciona la libertad de conciencia. Por lo tanto, el CNP como órgano de ley,  alza su voz por la libertad de la que deben gozar los empleados públicos para expresar sus opiniones, criterios y preferencias políticas, sin que esto suponga amenaza alguna de despido, persecuciones e intimidaciones, tal como lo hemos observado recientemente en declaraciones de altos voceros de una tendencia política, con relación a la posible activación de un referendo para revocar al actual jefe de Estado.

Deploramos en consecuencia que se amenace a padres y madres de familia por ejercer su derecho a opinar.


·      Derecho a la alimentación: Venezuela atraviesa en este momento la peor crisis para la adquisición de alimentos vista en su historia. Como periodistas también acudimos a los centros de expendio de víveres y muchos debemos dejar de cumplir con nuestras labores para poder realizar las compras por terminal de cédula, somos testigos del éxodo de jóvenes comunicadores que han dejado de lado sus computadoras para dedicarse a faenas ajenas a la profesión en otros países.

Es propio de regímenes autocráticos que se intimide a los periodistas solo por dar cobertura a las colas y el “bachaqueo”, siendo la comunidad los únicos garantes  de nuestra seguridad durante estos incidentes.

El pueblo venezolano no merece seguir siendo humillado y sometido a la indignidad, se requieren medidas urgentes para el rescate de la economía y esas medidas engloban el respeto a la empresa privada y el trabajo mancomunado con el gobierno, además de la defensa de la propiedad privada.


·      Derecho a manifestar y libertad de conciencia: es reflejo de las democracias el que los ciudadanos puedan tomar las calles de manera pacífica para expresar el disentimiento, sin que ello sea interpretado como un acto desestabilizador. Insistimos en que la democracia  jamás puede ser asumida como la pertenencia a una sola corriente política; eso es fanatismo. Cada ciudadano de nuestro país debe gozar la libertad de manifestarse a favor o en contra de una tendencia ideológica, tener la posibilidad de acudir solo o en masa a las distintas sedes de los poderes públicos. Los periodistas venezolanos somos garantes del sistema democrático en defensa del pueblo venezolano.


·      Derecho a la libre elección:  es necesario reconocer que Venezuela atraviesa una crisis política, económica y social, el desencuentro se alimenta por las voces de factores radicales, de los cuales nos desmarcamos de antemano, el CNP, como ente, gremial está a favor de todo mecanismo democrático que permita superar esta hora aciaga.

Un sector del pueblo venezolano ha reclamado la activación de un referendo revocatorio presidencial para dirimir la situación del país, mecanismo contemplado en nuestra carta magna y que cuenta con unos lapsos específicos que deben ser respetados para garantizar la paz del país.

Como gremio apostamos a la preservación del sistema democrático, los venezolanos deben estar a cargo de resolver sus propios asuntos, alertamos sí que la estabilidad del país depende de la equilibrada lectura de este momento nacional


·      Derecho a la vida y derecho a la salud: aunque las autoridades nacionales pretendan negarlo, en Venezuela existe una crisis humanitaria, cuando los pacientes, especialmente los  neonatos, niños, adultos mayores  y con enfermedades crónicas no consiguen un medicamento hablamos de crisis, cuando los hospitales no cuentan con insumos básicos, ni equipos en buen funcionamiento hablamos de crisis; los periodistas somos testigos de ello, la gente sabe que cuenta con nosotros para denunciarlo y ese es nuestro deber.


No hay solución posible a esta tragedia si las partes involucradas no asumen su responsabilidad. La indolencia es más cara que la gallardía.

Por último, advertimos que el decreto de emergencia económica y la declaratoria del estado de excepción nacional no pueden socavar los principios de inviolabilidad de los derechos humanos de la libertad de expresión, el derecho a la vida, las garantías constitucionales y tiene que estar protegida la debida defensa de todos los ciudadanos, tal como lo contempla el artículo 337 de nuestra carta magna.

Nuestro gremio aboga por la paz, la inclusión y el reencuentro de los venezolanos, tomando en cuenta los errores cometidos en el pasado para que sirvan de aprendizaje a una nación que tiene mucho que aportar. El CNP insta al diálogo como única manera de entendimiento entre el país político y la sociedad venezolana, porque Venezuela es más futuro que pasado.

¡Orgullosos de ser periodistas!


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"A MADURO LE LLEGÓ SU HORA" por Octavio Lepage


A MADURO LE LLEGÓ SU HORA
HOJA DE RUTA POLÍTICA (No 209)
Octavio Lepage


Confieso que al escucharla me pareció inverosímil la información del encuentro en Punta Cana de representantes del gobierno y de la oposición. Menos mal que Chúo Torrealba, el dinámico coordinador de la MUD, aclaró lo sucedido. Los ex presidentes Rodrigo Zapatero, Leonel Fernández y Martín Torrijos, se reunieron con representantes del gobierno y de la oposición, por separado.

Lo acostumbrado incluso en conflictos bélicos declarados, es que se integre un grupo de mediadores para gestionar el cese del fuego y buscar un entendimiento. Lo estamos viendo en la guerra civil en Siria. Sin embargo, en Venezuela nos parece hasta inverosímil que un gobernante tan sectario y obtuso políticamente como Maduro, rodeado como está por una corte de gorilas, hubiera accedido a conversar con representantes del adversario odiado.

Tal apertura fue a regañadientes. El gobierno persiste en su intransigencia. Sólo busca ganar tiempo para que el Revocatorio no pueda realizarse este año. De tener voluntad de entendimiento, no habría seleccionado como sus representantes en la conversación de Punta Cana a dirigentes conocidos por su extrema agresividad e intransigencia.

Otra prueba de la no disposición del gobierno a dialogar fue la escogencia del mediador. Unasur, como es sabido, es un parapeto chavista, que siempre ha estado al servicio incondicional del gobierno venezolano. Esta vez se la utilizó para tratar de orillar a la OEA. Menos mal que este organismo interamericano tiene ahora como Secretario General al uruguayo Luis Almagro, sin vocación cortesana, con sentido de la responsabilidad de conducirse con firmeza en el desempeño de las funciones que le corresponden al frente de tan importante organismo interamericano. La jugada a la que Unasur se prestó ha fracasado. El problema de Venezuela se ventilará en la OEA, para decidir si se aplica a Venezuela, o al gobierno venezolano, la Carta Democrática Interamericana.

Una vez más la iglesia ha fijado posición, el ilustre Cardenal Urosa Savino declaró: “es la oposición quien debe decidir si acepta o no la mediación de Unasur… hay una gran crisis política, una situación que se creó con la victoria de la oposición en Diciembre, el país no está a favor del gobierno sino de la oposición. El gobierno debe reconocerlo. La crisis política se manifiesta en la crisis social y humanitaria, y el gobierno no resuelve los problemas mientras niños y ancianos se mueren por falta de medicinas. La gente come yuca y mango, y hay ataques permanentes contra quienes producen, la crisis es muy grande ¿qué espera el gobierno para el diálogo? ¿que se alce el pueblo? ¿que la gente se muera de hambre? Hay que actuar ya, dada la crisis”.

El gobierno continúa atrincherado en Miraflores sin tomar una sola iniciativa que amortigüe la crisis, mientras explora en busca de una fórmula salvadora para ellos. No se atreve a suspender el regalo de cien mil (100.000) barriles diarios de petróleo a los hermanos Castro, y tolera que el G2 actúe a sus anchas en Venezuela.


Caracas, 31 de Mayo del 2016

“REVOCATORIO ¿O QUÉ?” Por Carlos Canache Mata


“REVOCATORIO ¿O QUÉ?” 
Por Carlos Canache Mata

   Después de la Toma de la Bastilla (14-7-1789) y de la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano (26-8-1789), los parisinos no sólo se enfrentaban al absolutismo borbónico, sino que también vivían una grave situación económica “por la escasez de los víveres y un terror de la miseria”, al grado de que “el pueblo se peleaba a las puertas de las panaderías”, como nos lo recuerda, entre otros historiadores, Alberto Malet, autor de uno de los textos de estudio de nuestro ya lejano bachillerato. La situación existente motivó, el 5 de octubre de aquel año, que una muchedumbre de miles de mujeres y hombres marchara sobre Versalles, sede del Palacio Real, y obligara al Rey Luis XVI a trasladarse a París y  firmar los decretos, que vetaba, de la Asamblea Constituyente.

   Saltando por encima del tiempo, ahora en Venezuela hay una escasez de alimentos y de medicinas, aunada a una inflación registrada como la más alta del mundo, que han creado condiciones para una hambruna y una implosión social. Se ha informado que en Caracas el desabastecimiento de productos básicos supera el 80% y que en el interior del país la realidad es peor. Por el desmadre de los precios, la Fundación Bengoa estima que “9 de cada 10 personas no logran comprar comida con los recursos económicos que perciben”, y, por la escasez, se forman las grandes colas en las que se presentan frecuentes situaciones conflictivas. Esa combinación de escasez e inflación es lo que ha provocado que hoy haya una pobreza de ingresos del 76% de los venezolanos y que la pobreza estructural, asociada a necesidades como la educación, la vivienda y la salud, se incremente aceleradamente.

   La problemática económico-social corre parejas con la mega-crisis política, con un Jefe del Ejecutivo y un TSJ que desconocen a la Asamblea Nacional y vetan sus leyes y decisiones, lo que se agrava por la sobrevenida tensión derivada de las descaradas maniobras dilatorias del CNE para impedir que el referendo revocatorio del mandato del ilegítimo presidente Nicolás Maduro se realice este año, el cual perdería de manera aplastante, con la consiguiente convocatoria a elecciones en 30 días y un imparable cambio de régimen. Pero en el seno del oficialismo, incluyendo un importante sector militar, hay desafectos a Maduro que están tramando, sin que éste se dé cuenta, el ardid de que el referendo se efectúe el próximo año, cuando, al ser votada favorablemente la revocatoria, se encargaría de la presidencia de la república por el resto del período quien, previamente impuesto a Maduro, esté ocupando la vicepresidencia. Sería, como decían Gómez y sus áulicos en 1908, que, al salir del poder Cipriano Castro, no se estaba produciendo un cambio de gobierno, sino “una evolución dentro de la Causa”.

   Si no tiene lugar este año el referendo revocatorio, que es el salvavidas de la paz en el país, el pueblo tiene la palabra para decir qué es lo que va a pasar.



lunes, 30 de mayo de 2016

“CLARIDAD Y RECTITUD” Por Oswaldo Álvarez Paz


DESDE EL PUENTE
Oswaldo Álvarez Paz

CLARIDAD Y RECTITUD

Escribimos estas líneas con algunas incertidumbres demasiado serias. Espero estén debidamente aclaradas para el momento de la publicación, en el transcurso de la semana. El “diálogo”, “encuentro” o “conversación” sostenido por calificados voceros de la MUD en Punta Cana, República Dominicana, con repudiados representantes del madurismo gobernante, abre demasiadas interrogantes.

La primera de ellas se refiere a los promotores. Todos ellos al servicio del régimen venezolano bajo la coordinación eficiente de Ernesto Samper, cuestionado expresidente de Colombia y actual secretario ejecutivo de UNASUR. Sobra recordar que esta organización pretende convertirse en la nueva OEA de esta parte del continente.

La segunda tiene que ver a la enorme cantidad de visitas de exjefes de estado y de gobierno, de personalidades políticas, sociales y religiosas del mundo entero y los llamados al diálogo sereno y concreto formulado hasta por el Papa Francisco y las autoridades eclesiásticas del país. Todas fracasaron o fueron ignoradas olímpicamente por las partes. Saludos a la bandera y punto. Esto llegó al extremo de prohibir la visita del canciller del Vaticano recientemente y a mantener en secreto la carta del Papa a Maduro.

La tercera es la agenda de la reunión dominicana. No quiero hacer especulaciones, pero debemos recordar a quienes se suponen son nuestros representantes, que la libertad de los presos políticos y todo lo relativo a los exilados, perseguidos y de alguna manera acosados por el régimen, fue el tema fundamental de la campaña que culminó con la victoria del pasado 6D. Se dijo hasta el cansancio que no se podía dialogar, ni negociar, con presos políticos.

La cuarta fue el compromiso de señalar caminos para el cambio de régimen, empezando con la salida de Maduro. La Asamblea Nacional impulsa varias alternativas. La MUD ha puesto su acento en el referéndum revocatorio. El régimen y tanto el TSJ como el CNE hacen todo lo que está a su alcance para impedirlo. Notamos cierta falta de contundencia para avanzar con éxito. También está pendiente lo de la doble nacionalidad y asuntos vinculados al tema.

Pido a Dios estar equivocado. Ojalá y no estemos a las puertas de una penosa capitulación que entorpezca lo logrado hasta ahora. Necesitamos una explicación integral que serene unos ánimos que se están caldeando en la oposición. La nación sigue al margen, sufriendo y esperando. ¿De qué se trata realmente? No olvidemos que no hay secretos eternos. Más tarde o más temprano todo se sabe.

Lunes, 30 de mayo de 2016

@osalpaz

“El Gobierno que ha hecho deseable al FMI” Por Armando Martini Pietri


“El Gobierno que ha hecho deseable al FMI” 
Por Armando Martini Pietri  

Como la mayor parte de los venezolanos, empezando por el Gobierno no saben qué es ni para qué sirve el FMI, empecemos por aclararles las cosas. El Fondo Monetario Internacional (FMI) en ingles International Monetary Fund (IMF), es una institución internacional (o sea, no es de los gringos) que en la actualidad reúne a 188 países (incluyendo desde su fundación hace unos 60 años a Venezuela), y cuyos objetivos, según sus estatutos, son fomentar la cooperación monetaria internacional; facilitar la expansión y el crecimiento equilibrado del comercio internacional; animar la estabilidad cambiaria; contribuir a establecer un sistema multilateral de pagos para las transacciones corrientes entre los países miembros y eliminar las restricciones cambiarias que dificulten la expansión del comercio mundial; infundir confianza a los países miembros poniendo a su disposición temporalmente y con las garantías adecuadas los recursos del Fondo (que han sido aportados por los Estados), dándoles así oportunidades y guía para que corrijan los desequilibrios sin recurrir a medidas perniciosas para la prosperidad nacional o internacional, para acortar la duración y aminorar la inestabilidad en sus balanzas de pagos.

La de arriba es la definición pero sin discutir en profundidad todas las cosas feas sobre el Fondo Monetario Internacional -FMI- que los políticos y politiqueros, especialmente los izquierdosos que gobiernan y manejan mal o peor los dineros del Estado le han adosado. Una cosa es cierta, que las condiciones de vida de los venezolanos bajo el madurismo son peores, más fuertes y rudas que tendrían en el escenario más extremo de cualquier condición impuesta por el FMI. Estamos sufriendo, padeciendo y soportando sin que el Gobierno se dé por enterado ni el pueblo lo entienda o acepte una receta más infame que pudiera imponer la denostada organización financiera y crediticia sobre país alguno.

La inflación nos devora a diario, la devaluación monetaria es grosera, el desabastecimiento es aplastante en los alimentos y medicamentos más básicos, además de los repuestos automotores –para sólo citar tres rubros habituales-; el abuso generalizado, el bachaquerismo delincuente, la inseguridad terrorífica, la especulación a sus anchas, la extorsión por delincuentes y autoridades, que en revolución se ha hecho costumbre, la corrupción como abanderada, son elementos que van muchísimo más allá de las condiciones que suele imponer el organismo internacional. Una situación de total emergencia económica, humanitaria y social que ha desbordado a un oficialismo que demuestra un día sí y otro también que no sabe qué hacer, que está inerme, paralizado, desconcertado e incapacitado para diseñar y aplicar soluciones razonablemente eficientes.

Lo irónico es que a cambio no obtenemos ninguna ventaja frente a la desventaja aplastante que es no tener los beneficios del Fondo Monetario Internacional, como supone la inyección del dinero que nos aportaría negociar, llegar a un acuerdo con el organismo y así restablecer, estabilizar la sustentabilidad y viabilidad económica del país. Es decir, tenemos todas las desventajas del paquetazo económico –incluido a Nicolás Maduro- que tanto han criticado y satanizado quienes no tienen idea de la economía pública.

Entretanto, mientras el madurismo rechaza con asco y exhibe banderas patrioteras contra el perverso e “imperialista” FMI, resulta patéticamente irónico –por no decir burlón- que tras tanto reprochar las medidas neoliberales, Maduro y su Gobierno las están aplicando sin el menor recato ni pudor. Es que ni siquiera entienden lo que está pasando en el país ni la economía que están administrando.

Por ejemplo, se pasan años con precios controlados y de repente alguien les hace ver que ésa es una de las razones clarísimas no sólo del estancamiento sino aún peor, del retroceso y desmoronamiento de la economía pública y privada, entonces aumentan brutalmente algunos precios –nunca todos por los temores gubernamentales- y para “ayudar al pueblo”, eterno argumento automático, decretan aumentos de salarios que aún con los aumentos obligatorios siguen estando muy por debajo de los precios autorizados, con lo cual esos incrementos son burlas crueles para la mayoría de los trabajadores.

En tiempos del segundo Gobierno de Rafael Caldera, con una enorme crisis financiera que se llevó por delante a varios bancos grandes y pequeños, lidiando con precios petroleros en retroceso que ni siquiera llegaban a 12 dólares por barril, ese gobierno lanzó la llamada Agenda Venezuela, y aunque poco lo difundieron el anciano Caldera y su entonces Ministro de Planificación Teodoro Petkoff, ese programa de recuperación económica estaba ligado a un acuerdo con el FMI, y con todo y que los precios petroleros cayeron hasta 9 dólares el barril, “la economía nacional mejoró considerablemente” según reconoce el historiador Rafael Arráiz Lucca en su ‘Venezuela: 1830 Hasta Nuestros Días’ ”.

La caída petrolera dificultó aún más la economía nacional en ese lapso, pero con la aplicación de la política de “apertura petrolera”, que abrió puertas a inversiones de empresas diversas –de compañías experimentadas y poderosas, capaces de acordar con la entonces todavía gigantesca y tecnológicamente avanzada PDVSA- muchos millones de dólares frescos ingresaron al tesoro nacional, que se endeudó con el FMI pero no con los chinos ni regaló petróleo a Cuba y otros países que, a cuenta de la solidaridad socialista, recibieron costosos regalos en crudo y dólares salidos del Gobierno y que ahora hacen una falta enorme –sin contar la sinvergüencería de bolichicos y demás bandidajes activos o cómplices.

No se debe olvidar tampoco la previa época de Miguel Rodríguez en el segundo Gobierno de CAP que el canal 8 VTV recuerda con insistencia para demostrar lo maléfico y catastrófico que representa cualquier combinación con el Fondo Monetario, hasta el “caracazo” que formó parte de aquellos sucesos. Sin embargo, si logramos recordar aquel tiempo llegaremos a la conclusión que las medidas fueron benévolas, compasivas y hasta piadosas comparadas con el paquetazo impuesto por Nicolás Maduro. Tan es así de cruel,  que hasta la razón se la van dando a Dólar Today cuando el bolívar oficial (Dicom o Simadi) de 200 pasa a 500 bolívares, es decir, se devaluó un 150% en apenas 3 meses.  La prensa de entonces y los famosos “notables” le cayeron encima al Ministro de Planificación Miguel Rodríguez, pero la verdad es que aunque los beneficios no llegaron de inmediato a las masas, sentaron las bases para la recuperación, pues la economía venezolana creció un par de dígitos levantándose del piso, reacción que fue luego detenida por los golpes militares de 1992; aún así, y a pesar de los asaltos castrenses, la economía siguió recuperándose.

El Fondo Monetario Internacional no necesita que nadie –nosotros incluidos-, lo defienda. Simplemente espera, cargado de dólares, a los incompetentes, derrochadores y amparadores de sinvergüenzas, vayan a buscarlo y pedirle ayuda. El FMI presta decenas de millones de dólares e impone dos condiciones, igual que cualquier banco cuando le presta a un cliente: que ese dinero le sea devuelto de acuerdo a una programación que se extiende en años, y que los administradores –calificación que en el caso del madurismo parece mucho decir- establezcan cauces firmes y claros de reordenamiento de la economía.

En otros países esas condiciones han generado protestas -como provoca reclamos- cualquier restricción y disciplina. En el caso de Venezuela hay la ventaja de que la imposición del FMI será menos aplastante de lo que ya ha establecido el madurismo. La desventaja es que el madurismo ha demostrado ser claramente incapaz de cualquier administración sana. Lo cual nos lleva, nuevamente, a la tan discutida pregunta: ¿cómo salimos del Gobierno? Está claro y comprobado que al menos un 80 % de la población está plenamente convencida de que con Nicolás Maduro y sus cómplices, nada bueno es posible.

Por eso el Fondo Monetario Internacional, igual que los empresarios nacionales e internacionales y gobiernos del mundo se proveen de paciencia y esperan hasta que los venezolanos nos quitemos de encima esta desgracia, desdicha e infeliz equivocación historia, de la cual nos arrepentiremos durante generaciones por venir.

@ArmandoMartini

   

“El pan nuestro de cada día, disponible y barato” Por Silvia E. Rodríguez Schwartz


“El pan nuestro de cada día, disponible y barato” Por Silvia E. Rodríguez Schwartz

Está clarito. Estamos en 2016, no en 1980. Sin embargo, es inevitable hacer recuento. Nunca recuerdo que el venezolano tuviera tanta noción y asimilación del odio, del rencor, de la envidia, de la rabia, del resentimiento, de la violencia como modo de vida, del divide y vencerás. No estaba educado para eso. Si en algo son pioneros, tanto el difunto como su combo y su maquiavélicamente designado sucesor, como su otro combo, es en aprender a sembrarlos, lentamente, en cada acción, en cada alocución, en cada decreto, en cada palabra.

Después de haberse quitado la careta del cambio, de la demócrata disposición a sacar a Venezuela del partidismo malsano, nunca se me olvidará el difunto, encendido y macho, como lo conocemos, por las calles de Caracas diciendo: ¡yankis de mierda!, ¡váyanse a la mierda!… a lo que ya, los 4 gatos que le lamían las botas, aplaudían con fervor y así empezaban a aprender que esas son expresiones y manifestaciones lógicas, correctas, acertadas…eso es estar al día en las respuestas a otros países, al imperio, a quien sea que no diga: sí, mi amor.

También inevitable echar un poco atrás y recordar que la noticia del mes, del semestre, del año, era Jaime Lusinchi diciéndole al reportero: “¡a mí no me jodes tú!”.

Pero ahora la muletilla favorita de Nico es el carajo, a falta de vocabulario, se apoya en su cotidianidad de verbo, a falta de “mano izquierda” (parece un chiste, pero no) de mano izquierda para responderle a sus interlocutores, a otros países que tratan de moverle el cerebro y la moral, apela a más cochinadas, más insultos, más descalificaciones, más groserías, más etiquetas para que el pueblo empiece a usarlas y a definir así a los nuevos “agresores”.

Y eso, aparte de ser un día a día, cada vez más desesperado y recurrente a armas bobas, pero peligrosas, que la razón no filtra, es el aprendizaje de 17 años con el mismo cuento, por todos los medios, en las calles, en las pancartas, gente con gente…lo que hace que cada venezolano limitado, cada venezolano necesitado de creer en alguien y buscarle solución a su pobreza, a su desempleo, a su vivienda, a su taxi, a la educación de sus hijos, a su comida, entienda que la cosa es a los coñazos, que la ofensa es la gerencia, que el insulto es la ley, que tratar mal es de ganadores…y ni un paso atrás (para que, encima, no nos agarren por gafos)

Sí. Tristemente es así. Esas han sido y son sus prioridades de educación, más tristemente: exitosas. Esa siembra de a poquito es la que hoy hace que maten de un tiro al hombre que no quiso darle paso a un carro, que el saqueo, la expropiación (y su envidia incluida), la saña y ley de la selva en las colas de los supermercados, el vacilón a quienes acatan las normas y sobre esa base plantean salidas, la muerte de los enfermos por falta de medicinas, la mentira y mucho más, sean el único pan nuestro de cada día que nos han dejado disponible y barato.

“Patriotismo es cuando el amor por tu propio pueblo es lo primero; nacionalismo, cuando el odio por los demás es lo primero.”
Charles de Gaulle

“Así decía el hierro al imán: te odio porque me atraes sin que poseas fuerza suficiente para unirme a ti.”
Nietzsche


domingo, 29 de mayo de 2016

LOS ELEMENTOS ESENCIALES DE UN “DIALOGO” – Por Alfredo Coronil Hartmann


LOS ELEMENTOS ESENCIALES DE UN “DIALOGO” 
Por Alfredo Coronil Hartmann (*)

(*) POETA, ABOGADO Y POLITÓLOGO, MS y Ph.D. CATEDRÁTICO UNIVERSITARIO, EX-PARLAMENTARIO  hijastro del ex-presidente Don Rómulo Betancourt, vive en Venezuela.

Seguí con inmensa y profunda preocupación, el reiterado anuncio de la intervención del Vaticano en la desandanza venezolana de hoy, en ese caso, por resabio diplomático preferí no decir la Santa Sede. Soy, publica y orgullosamente, católico romano, aunque por temperamento y formación no hago alarde de ello. Pertenezco a instituciones hospitalarias y filantrópicas, vinculadas a la Iglesia, que existen mucho antes del descubrimiento de América. Dicho esto quisiera con el mayor respeto adelantar algunas consideraciones.

Es imposible no entender que el carácter ecuménico de la Iglesia, basada en el amor como mandato esencial, la obliga a propender al diálogo, pero también es imposible no entender que, cualquier diálogo, por elevado que pudiese hipotéticamente ser, por impolutos que sean los mediadores o el mediador, requiere de la participación de las partes, SIN PARTES NO HAY DIÁLOGO…
En el caso venezolano de hoy, estas no existen, no representan realmente nada, la ilegitimidad de los contertulios previsibles es una garantía a priori del fracaso de cualquier iniciativa y pienso, con la mayor humildad, que el Estado Vaticano, por todo lo que representa no debe exponerse a ello. Ya excluida por el régimen la intervención de la Santa Sede, ahora acuden a un ensayo, de antemano condenado a la frustración de las esperanzas colectivas, al fracaso en términos prácticos y a una nueva estafa de tahúr de circo ambulante a los intereses del colectivo.

El diálogo, bajo los más altos auspicios imaginables era imposible, por la ya mencionada ausencia de “las partes” ahora, a este hecho tan difícilmente subsanable se añaden unos mediadores más que cuestionables.

 El sector, llamémoslo oficial, porque gobierno no es, ni actúa como tal, manda pero no gobierna, ilegítimo en su origen y en su desempeño, es un ente polimorfo, una precaria suma de tendencias, ni siquiera ideológicas sino de rapiña, enfrentados a muerte por los restos de un destrozado país. La MUD, creada como aparato de coordinación estrictamente electoral, se sobrevivió a sí misma, sin devenir en un ente más orgánico, fuera de ella se encuentran fuerzas y figuras sin las cuales una vocería opositora no sería creíble.

Y, lo que es su debilidad más grave, es ilegítima, sus personeros pertenecen a cúpulas partidistas enquistadas, auto-electas o electas por medios fraudulentos, en algunos casos percibidas dentro de sus organizaciones como poderes fácticos, sin pertenencia ideológica, ni lealtad con los principios éticos e ideológicos, que dieron origen a las organizaciones que dicen encarnar, al contrario los escarnecen.

 En estas condiciones, el terreno de las posibles conversaciones está más que “minado” y la eficacia de eventuales acuerdos cuestionada a priori, por la carencia de real representatividad de las partes venezolanas.

Ningún poder terrenal, ni ningún Estado, posee la experiencia y sutileza de la Santa Madre Iglesia, desde tiempos inmemoriales, maestra de diplomáticos, en ello confíaba, sería una tragedia que su intervención se percibiera o se viera convertida en un resorte de continuación de una situación históricamente inviable.

Si eso ocurre con la S.C.V. que podríamos decir del engendro que pudiesen prohijar el sepulturero de la paz histórica que habían logrado construir, con paciencia oriental, S.M. El Rey Juan Carlos, Adolfo  Suarez, Felipe González y José María Aznar en la España postfranquista, José LuisRodríguez Zapatero o Leonel Fernández simpatizante abierto del chavismo –muy ligado al Centro Carter- y algún otro elemento político circunstancial.

El problema venezolano es claro y no es de diálogo, el poder del soberano se expresó categóricamente el 6 de diciembre próximo pasado. Dotó a la oposición de una mayoría calificada, esa mayoría calificada es la expresión de la soberanía del pueblo de Venezuela. Restituir el imperio de la Constitución y la ley, las bases para ello están en el Preámbulo y en el articulado de la Carta Magna ¡ Cumplan con su deber ¡



“EL LEGADO” Por Germán Carrera Damas


“EL LEGADO” 
Por Germán Carrera Damas (*)

(*) Germán Carrera Damas
Escuela de Historia
Universidad Central de Venezuela

                Había sucedido. Sólo que ahora nos costaba mucho mirar hacia delante, y sobre todo hacerlo sin que el intento se viese contrariado por la presencia de una realidad que se revelaba, más y más, como una perversa combinación de estados de ánimo. Se barajaban en esa combinación la determinación de reanudar la marcha interrumpida, y una casi irrefrenable ira hecha del visible contraste entre los pasados logros convertidos en restos y el insoslayable peso de las esperanzas frustradas. Bastaba recorrer el fundo, descuidado y malogrado, para que tal combinación amenazase desbordarse, abriéndose cauces de desaliento. Pero tales eventuales desbordamientos debíamos asumirlos como llamadas de atención para despertar, estimular y dirigir determinadamente las reservas de confianza en el propio esfuerzo, y en nuestra probada capacidad de creación. Mucho significaba, para estos efectos, el haber mantenido vivo el recuerdo de la obra de conformación de la nacionalidad republicana democrática, realizada durante el pasado medio siglo.

                Sin embargo, no era posible atenuar, ni menos subestimar, el alcance y la proyección de los efectos del reciente pasado. Las cercas del fundo, descuidadas o deliberadamente levantadas, eran traspasadas impunemente por depredadores, cuyas incursiones criminales, impunes y hasta auspiciadas por los  mismos que debían reprimirlas e impedirlas, mantenían en constante desasosiego a los pacíficos habitantes del desguarnecido fundo. Los caminos abandonados y los puentes desplomados; las extensas zonas devastadas por la conjunción de los desastres naturales y la incuria gubernativa; las instalaciones industriales y galpones desiertos, saqueados y ruinosos; los sembrados invadidos y los rebaños diezmados; las escuelitas destartaladas; los dispensarios abandonados; el teléfono y el correo puestos al servicio de la incomunicación; todo sumaba en un cuadro desolador que, sin embargo, disimulaba los más profundos y duraderos estragos causados por los dislates del capataz imprudentemente designado, confabulado con sus mayordomos y peones irresponsables, que habían hecho suya la obra de los legítimos propietarios del fundo, quienes habían sido sorprendidos felonamente en sus aspiraciones de un futuro mejor.

                La lucha contra los efectos de tales estragos, más temibles porque amenazaban con ser prolongados, se libraba en el ámbito de la conciencia individual y colectiva. Tenía que ver con la capacidad de identificarlos y de situarlos en una perspectiva de comprensión y de superación, despejándolos de una tupida atmósfera hecha de ramplonería, ridiculez desbocada y substitución del respeto, mutuo y ajeno; y por la palabra y el gesto zafio, cuando no soez. Para lo primero, era requisito ubicar los agentes nefastos en su condición transitoria y circunstancial. Tal ocurría con la actitud ante el trabajo productivo y el manejo inteligente y prudente de los recursos, tanto individuales como colectivos. Para lo segundo, era necesario restablecer valores morales y dimensiones éticas cuya vigencia había sido desacreditada de propósito, palabra y acción, ahogándola en una desenfrenada y ostentosa corrupción, y en un insultante despotismo.

                Había llegado la hora de reagrupar fuerzas para restaurar, reordenar e impulsar la vida de quienes nunca habíamos perdido la confianza en el futuro promisorio del fundo; ni siquiera cuando una porción de sus legítimos dueños incurrieron en la ilusión de confiar en un capataz jactancioso y felonamente prometedor. Para esos fines era necesario que comenzáramos por rescatar los vestigios de la lógica que, por vapuleada y escarnecida, parecía haberse ausentado del fundo, espantada ante la entronización de su afrentoso adversario la ilogicidad. Estábamos persuadidos de que habría de ser dura, pero no irrealizable, la tarea de rescatar la luz de la palabra, despojándola de la mentira; y de recuperar la credibilidad de los llamados a orientar y dirigir. En suma, de lavarle le cara a la República para que pudiese mirarse, confiada, en el espejo de la opinión pública libremente expresada.

                Comprendíamos los sobrevivientes de aquel naufragio en tierra, que el rescate de la lógica debía comenzar por hacer  un puntilloso balance del legado in solidum que así recibíamos. Esto suponía comenzar por listar lo que de ese legado podía ser aprovechable, de alguna manera, para restaurar el fundo; y hacer de ello plataforma del renacer procurado; y con ello poder saldar las deudas contraídas con la genuina voluntad nacional, restableciéndole su capacidad de decisión; con el derecho al bienestar social, asfixiado por la dilapidación y la ineficiencia en el uso de los recursos públicos; y con el ejercicio de la soberanía popular, substrayéndola de sórdidos nexos y oscura subordinación.  No fue empeño escaso ni productivo. En vano procuramos identificar lo que en el legado podía haber de tangible, y de precisamente determinable, que pudiese servir a tales efectos. Incurrimos en la ingenuidad de esperar que algo de lo cuantiosamente producido por el fundo pudiese haber sobrevivido al dispendio, la corrupción, la improvisación y los maliciosos destinos.

Persuadidos de que era inútil proseguir en tal esfuerzo, los legítimos propietarios del fundo nos aventuramos a indagar sobre lo que de intangible hubiese en el indeseable legado, que pudiese servir a la recuperación del fundo; y sólo esto hallamos: la actuación de quienes habían manejado el fundo a su antojo lo único que había conseguido, y que nuestra lucidez valorase como útil, era haber contribuido, a contra voluntad, a despejar de algunos mitos y falsas creencias el pensamiento colectivo de los habitantes del fundo.

                Valido de su precario pasado militar, el capataz que hizo también las veces de mayordomo y hasta de dueño absoluto del fundo, no sólo practicó un insultante despreció por quienes no participábamos de ese pasado, fuésemos  o no civiles. Proclamando a sus seguidores hacedores del orden, en todas sus expresiones, al confundir perversamente el orden con la subordinación y la incondicional obediencia, hizo de estos oscuros y resentidos seguidores simple prolongación de un omnímodo poder cargado del más eruptivo desorden. Una a una, instituciones y corporaciones que habían sido concebidas como deliberantes y autónomas, se hundieron en un pantano hecho de amedrentamiento, logrerismo y lucro personal.  Las que no se inclinaron ante el despotismo fueron agredidas  mediante la artería verbal y seudo jurídica de rábulas agavillados. Sólo alcanzaron a sobrevivir las que asumieron un alto costo ético, e hicieron gran despliegue de firmeza democrática.  Vaciados aún de la más elemental capacidad autonómica, los cimientos institucionales del fundo se habían disuelto en la desconfianza, y hasta el desprecio, de quienes debíamos tenerlas por garantes de nuestros derechos. Ya no será posible que recaigamos en la candidez de suponerles a los militares aptitudes y voluntad de preservar el orden. Por el contrario, se han consagrado como destructores del orden social.

                Valido también de su precario pasado militar, el capataz que hizo las veces de mayordomo y hasta de dueño absoluto del fundo, predicó la segunda parte del mito militar. Practicando un insultante despreció por quienes no participábamos de ese mito,  fuesen o no civiles, proclamó y recomendó, a quienes compartían su escuálido pasado militar, como agentes de la eficiencia, en todos los órdenes; y los distribuyó ubicándolos a la cabeza de todas las actividades del fundo. Con  arrogancia y prepotencia delegadas, subordinados militares y civiles de servil vocación, proclamaron normas de orden y eficiencia, es decir el mito completo. Sólo que sus preceptos se tradujeron en autoritarismo gubernativo e irresponsabilidad administrativa, cultivados como nepotismo, favoritismo y corrupción, y amparados en  la impunidad política y en la no rendición responsable de cuentas. Ha quedado  así libre nuestra conciencia de sobrevivientes, del mito que asociaba lo militar con el orden y la eficiencia, al revelarse y exhibirse el mito como mera cobertura del más crudo monopolio del desorden y el desbarajuste gubernativo y administrativo.

                Pero había ocurrido que el capataz que hizo también las veces de mayordomo y hasta de dueño absoluto del fundo, había envuelto su falaz mensaje de orden y eficiencia en un papel de colores por el que habíamos dado seculares pruebas de gusto los desprevenidos pobladores del fundo. Ese papel, utilizado para el ocultamiento de lo real,  era desempeñado por una creencia históricamente generada, que había sido convertida de un culto del pueblo en un culto para el pueblo. Visto como el que independizó el fundo, demarcándolo históricamente; y por ello erigido en símbolo de los más altos valores socializados, al ser puesto al servicio de las depredadoras acciones del capataz, los mayordomos y los serviles, poco a poco se fue haciendo claro que el mito heroico, socialmente consentido y políticamente manipulado, se convertía en una grotesca y descarada coartada, utilizada para distraer la opinión mientras se atropellaba los valores por los que se proclamaba que había luchado el objeto del culto así rendido. El hastío y la decepción, así cultivados de manera atropellante, habían liberado la conciencia pública del más peligroso de los mitos, puesto que por casi dos siglos le había servido de transmisor al virus del militarismo, bien sea intencionalmente inoculado por los gobiernos autocráticos, bien sea inadvertidamente invocado por los gobiernos democráticos.

                Hecha estas comprobaciones, se nos planteó el hacerlas confluir con los signos favorables a la recuperación del fundo, que se advertía en los restos que habían sobrevivido al ensañamiento destructivo, con  los valores que no solamente habíamos preservado y defendido en los tiempos aciagos, sino celosamente cultivado íntimamente y activado de manera reiterada. Al correlacionar lo involuntariamente legado por los usurpadores de la soberanía popular, con lo voluntariamente preservado por quienes nos mantuvimos fieles a esa soberanía, quedó claramente restablecida la confianza histórica en la democracia, entendida y practicada como laboriosa procura del orden libremente consentido, y de la eficiencia responsablemente controlada; ambos dentro del respeto del ejercicio de la soberanía popular como principio legitimador de la convivencia de los habitantes de una república que había sido abusivamente tratada como un fundo, del que se había apropiado dolosamente una gavilla de militares y civiles serviles que tan sólo habían logrado demostrar que les calzaba el haberse revelado como hombres nuevos con hambres viejas.


Caracas, 10 de mayo de 2008.

viernes, 27 de mayo de 2016

“LOS GRANDES SAQUEOS” Por José Curiel


“LOS GRANDES SAQUEOS” 
Por José Curiel

Desde los albores de la historia se han cometido grandes  saqueos, figurando entre los mas notables el pillaje de Roma por los invasores barbaros; el arrebato del tesoro fabuloso de los incas por las huestes de Pizarro; el traslado a Rusia del oro de España al final de la guerra civil; el saqueo masivo de las riquezas de Europa por los nazis.

En la Venezuela del siglo 21 también han ocurrido hechos que nos hacen figurar en esa desgraciada categoría. Algunas pocas cifras  parecen indicarlo:

*Entre 1999 y 2011 ingresaron al país 1.295.000 millones de dólares por los muy altos precios del petróleo , cifra muy superior a lo devengado en los 40 años anteriores.
*La deuda total de la nación se elevó de 32809 millones de dólares en 1998 a 215.000 en el 2012 (6 veces mayor). La de PDVSA salto de 5000 millones  en 1998 a 78506 en el 2012 (16 veces superior)
*En el periodo del 2008 al 2012 NO INGRESARON al fisco 195.068millones de dólares, que fueron a otros fondos y no se sabe exactamente el uso que le dieron
*No sabemos ni remotamente el monto de las reservas internacionales y donde están
* el saqueo de oro y diamantes en el llamado arco minero de Guayana
* los turbios negocios petroleros y el contrabando de combustible

Estos son unos pocos datos -la punta del iceberg- de la infinidad de irregularidades ocurridas hasta el 2012, incrementándose el desastre para la presente fecha.

Donde están los reales ¿?.No están en los hospitales donde mueren los niños por falta de recursos, no están en las inmensas colas de la población sufriente, desgastándose para sobrevivir.

Según los índices internacionales Venezuela es el país más miserable del mundo por su gigantesca inflación y por su enorme desempleo productivo.

Por eso, cuando salgamos de esta banda, estos  años serán dolorosamente recordados como uno de los grandes saqueos de la historia

Como estaría Venezuela si hubiéramos tenido un gobierno sensato, un gobierno decente?  Según los cálculos de economistas tendríamos inflación de 1%; producto interno bruto de 8%; desempleo de 2%; deuda total 0%; reservas internacionales 100.000 millones de dólares; pobreza 2%; bolívar a 2,50 por dólar…

Trabajemos unidos por ese País!
TIEMPO DE RECONSTRUIR




“A usted, Luisana Melo, quien dice ser médico: …” Por Carolina Fernández H.


“A usted, Luisana Melo, 
quien dice ser médico: …” 
Por Carolina Fernández H.


Ya sabemos que el presidente duerme como un bebé. Está más que demostrado que la vida de los venezolanos le importa poco. Ya sabemos que él no tiene alma. No es que espero más de usted, pero se supone que es médico de la UCV. Según dicen, usted se graduó y juró que iba a salvarle la vida a la gente. Entonces, ¿qué le pasa? ¿En qué anda?

Hace unos años tomé la decisión personal de trabajar en lo social. Asumí que tenía una misión de ayudar a la gente y de construir un país distinto. Y a partir de ese momento, ayudar se ha convertido en mi profesión. Cómo puedo ayudar para que personas con menos oportunidades puedan recibir la atención médica en salud que merecen. Y sin ser médico, primero desde el Centro de Salud Santa Inés UCAB y luego desde una nueva institución, asumí el reto de iniciar una red solidaria de salud que canalice, acompañe y apoye a la gente.

Para mí cada paciente es importante. Hoy tengo a Ana, la hija de América, en un ambulatorio en Santa Lucía, haciendo cola para poderse nebulizar. Parece que tiene neumonía. Y yo ando preocupada, viendo a ver cómo la ayudo. Y al igual que preocupada por Ana, lo he estado con otros muchos que he tenido la suerte de poder acompañar en su dificultad.

Y mientras tanto, usted ¿en qué anda? Cuando un juzgado le dice a CEDOCAP que eso de no haber medicinas es falso, ¿a usted le dio un poquito de dolor de barriga? Cuando se ve en el espejo y no tiene que repetir el infeliz discurso que aquí estamos como en Noruega, ¿qué se le pasa por la cabeza?

Oliver murió. Otros cientos están muriendo. Hay gente que se pasa meses en un hospital esperando un diagnóstico y no se lo dan porque no hay reactivos para hacerle un laboratorio. Tomógrafos dañados, no hay resonadores. Los videoendoscopios no sirven. Ni hablar de estudios más sofisticados. Nada. No hay nada. Y luego, si logras un diagnóstico, no hay cura porque no hay medicinas. Médicos, enfermeras, pacientes, familiares, todos gritan que esto se fue al carajo. Y usted, ¿en qué anda?

¿Duerme en la noche? Mientras se baña, o va de su casa al ministerio, mientras la peinan en la peluquería, ¿no se le pasa por la cabeza que quizás sea buena idea renunciar y dedicarse a otra cosa?  ¿Algo que no le haga daño a nadie? Algo inofensivo, bajo perfil. Piénselo. Hay un sinfín de cosas que puede hacer. Jardinería, macramé, repujado en cuero. No le recomiendo hacer tortas porque harina, azúcar margarina no hay.

Ojo, esto más que una sugerencia es una súplica.


Enviado a Prensa “Primer Poder” A.C. por Ana María Ferris / 27 de mayo de 2016, 14:12

“UN CRIMEN PERFECTO” Por Robert Gilles Redondo


“UN CRIMEN PERFECTO” 
Por Robert Gilles Redondo

Oliver Sánchez tenía diez años y falleció este 25 de mayo de 2016 sin saber lo que era vivir en libertad, en democracia, bajo el imperio de la Ley y con respeto pleno a sus derechos humanos. Padecía de cáncer y no pudo conseguir los medicamentos necesarios para enfrentar la enfermedad y no perder la vida. Esto es lo que resta de la Venezuela del Socialismo del Siglo XXI. Pero Oliver es sólo el nombre de una tragedia que continua realizándose.

Han pasado diecisiete años desde la llegada del chavismo al poder por la vía agrietada de la democracia, vía que el mismo grupo –y otros- había agrietado con su insurrección golpista y apenas son tres años desde que Nicolás Maduro usurpó el poder en elecciones fraudulentas tras la muerte del líder. Es desolador lo sucedido en este tiempo si sólo hablamos en cifras y doloroso, deprimente, cruel, si hacemos un resumen abreviado de lo que es hoy cada calle de Venezuela.

El delirio populista e izquierdoso de Hugo Chávez y sus aliados del Foro de Sao Paulo engendraron estos monstruos del hambre, de la miseria, de la violencia y enfermedad. La razón con la cual lograron asaltar el poder dejó de ser y ahora es la pesadilla de todos nosotros. Venezuela se suicidó al permitir que Nicolás Maduro avanzara. Fue un gravísimo error histórico haber dejado pasar por alto el fraude de 2013, que luego fue convalidado por todos los actores; el precio de entonces era más bajo que el de ahora.

Y es que no basta con decirlo. En el exterior poco se sabe de la realidad verdadera, todo es más grave de lo que se transmite en los medios. El panorama es cruento, quizá similar a los caminos que dejó ensangrentados Boves alguna vez. Venezuela ha sido convertida en un campo de concentración, nadie vaya a dudarlo. Y aunque aquí no acabará la historia de la Tierra de Gracia, los venezolanos se sienten atrapados en la sensación de que el reloj se ha detenido, que caminamos hacia atrás, puede que hasta hacia la auto-destrucción. El desaliento, la fatiga y la irritación comienzan a pasar factura y el costo puede ser muy alto, dejando heridas profundas en nuestra nación, algo que realmente no merecemos.

Y tan atrapados nos vemos que no podemos siquiera reclamar un poco de sentido común a Nicolás Maduro para que renuncie o se someta a un referéndum revocatorio, un hecho común en este mundo globalizado en el que se supone que es injustificable la existencia de regímenes totalitarios y asesinos como el chavismo. Pero no, Maduro carece de sentido común y parece estar enajenado mentalmente. Y es que basta ya que el régimen siga siendo adornado con la fachada democrática con la que peligrosamente se sigue jugando desde algunos sectores opositores. La democracia en Venezuela no agoniza, dejó de existir. Tampoco se puede seguir reclamando la preeminencia del Estado de Derecho que establece la Constitución Nacional. La Constitución ha sido reducida a las sentencias de la Sala Constitucional y los dictámenes emanados desde Miraflores y que de forma muy diligente acatan los supuestos Poderes, los cuales sólo son en la realidad oficinas anexas del Despacho Presidencial.

Pero sí podemos y estamos obligados a reclamar sentido común a nosotros mismos y a la dirigencia opositora. Sentido común para entender que no podemos vacilar el camino con la promesa de cambiar. La promesa no basta. Hay que plantarle cara a la historia y salvar a Venezuela. Este camino no puede engendrar otro mesías, que se arrogue el derecho exclusivo de la verdad y de la razón. La unidad no puede seguir siendo sacrificada por los intereses mezquinos y ególatras de una persona a la que en su momento se le presentó la oportunidad de ejercer un liderazgo excepcional. Permitir que eso suceda sería permitir que la semilla del fracaso siguiera sembrada en el provenir. El momento llama a mayor madurez en los actores que están a la vanguardia.

La libertad de Venezuela hace falta ya mismo, no para mañana ni para pasado mañana. El sacrificio del pueblo puede ser dramático en cualquier momento ante el desespero del hambre y la enfermedad. Porque al pueblo es al que se le está sacrificando a cada hora que transcurre. Maduro sólo espera el momento final, él sabe que nada tiene que hacer y que está totalmente perdido. Mientras tanto ¿qué debemos hacer? ¿Acaso debemos resignarnos a ser sujetos pasivos, incapaces de reaccionar ante la pesadilla y condenados a repetir el canto del Julio Cesar de Shakespeare?: «El sol de Roma se ha puesto/ Nuestro día murió/Nubes, rocío y peligros, se acercan/ Hemos cumplido nuestra labor».

El sol de Venezuela hay que empujarlo para que alumbre el futuro y permita que nunca más se repita este crimen. Este crimen perfecto que lo vimos y oímos con el nombre de Oliver tiene una víctima que es Venezuela y estamos en la obligación de hacer justicia. Porque echar a Maduro y a todos sus colaboradores es un acto de justicia que nos reclama la historia.


Dip. Rafael Veloz García en México ante UIBA denuncia violaciones de DDHH en Vzla


Dip. Rafael Veloz García en México ante UIBA denuncia violaciones de DDHH en Vzla

Cumbre de Juristas de la Unión Iberoamericana de Colegios y Agrupaciones de Abogados (UIBA), una organización que agrupa a más de 5 millones abogados, se está reuniendo en México. Aquí el parlamentario y jurista venezolano es Senador,  está presentando un informe sobre  violaciones DDHH en Vzla  
Resultado:
1. Acordado pronunciamiento con especial referencia a los abogados: Carlos vecchio, Antonio Ledezma, Lester Toledo. 2.Acompañar la campaña Rescate Venezuela consistente en buscar donativos de insumos médicos por medio de colegios profesionales en Iberoamerica.

martes, 24 de mayo de 2016

"INJERENCISMO BUENO E INJERENCISMO MALO" por Octavio Lepage


"INJERENCISMO BUENO E INJERENCISMO MALO"
HOJA DE RUTA POLÍTICA (No 206)
Octavio Lepage

“La situación política y económica se está tornando cada vez más difícil. El país tiene el potencial de estar entre las naciones más avanzadas de América Latina, pero las ciudades sufren violencia y un récord mundial de asesinatos diarios, secuestros, la permanente carencia de alimentos y de productos y servicios básicos como medicinas y atención médica. Además, todos somos conscientes de las restricciones a las libertades civiles, de la situación de los medios, de la de muchos líderes de oposición, algunos de ellos en prisión”.

¿Quién habló con tanta contundencia solidaria? La Canciller de la Unión Europea, Federica Mogherini, en la Eurocámara. En el continente europeo ya nadie ignora que en Venezuela impera una dictadura sin frenos ni controles, un anacronismo en el siglo XXI.

La respuesta del gobierno no se hizo esperar, “es injerencismo en los asuntos internos de Venezuela”. Ese “injerencismo” hoy en día es universal. En todos los países democráticos del mundo son frecuentes los pronunciamientos contra el gobierno venezolano por haber destruido el Estado de Derecho, por reprimir con violencia la disidencia política, por desconocer y pisotear acuerdos y convenciones internacionales protectores de la libertad y los Derechos Humanos producto de luchas perseverantes durante años. Venezuela está aislada del mundo, son poquísimos los países donde sobreviva un tipo de gobierno tan primitivo.

Al mismo tiempo que el gobierno descalifica las críticas que le hacen en el exterior considerándolas “injerencia indebida e inaceptable” en los asuntos internos de Venezuela, resulta inexplicable que acepte con júbilo revolucionario la progresiva colonización de Venezuela por Cuba, o dicho con propiedad, por la Cuba que desde hace 57 años es propiedad única de los hermanos Fidel y Raúl Castro. Esto no es “injerencismo”.

Sin incurrir en exageraciones, podemos decir que estamos siendo explotados por la Cuba de los Castro a semejanza de la explotación del Congo por Bélgica, de la India por la Gran Bretaña, de Argelia por Francia, del Tíbet por China.

Aquí no hay ocupación militar, al menos visible, pero para el grueso de los venezolanos es inexplicable que durante tantos años le hayamos estado regalando a Cuba cien mil (1000.000) barriles diarios de petróleo, y que se los sigamos regalando, cuando en Venezuela no comemos completo por falta de dólares para importar alimentos. Este es un “injerencismo” bueno. Llama poderosamente la atención que ese entreguismo ruinoso sea visto con indiferencia por los venezolanos, sobre todo en momentos tan críticos para nosotros.

Es posible que todavía continuemos viviendo en la ilusión de que en Cuba ha estado en desarrollo una revolución. La realidad indica lo contrario. Cuba prácticamente ha vivido de la caridad internacional, y ahora recibe con alborozo la visita de Obama, el concierto de los Rolling Stones y el desfile de Chanel, en el que incluso fue modelo un nieto de Fidel Castro. Que tome nota Maduro y su séquito.


Caracas, 17 de Mayo del 2016