Todo indica que el Presidente Maduro y la cúpula del PSUV –el Polo Patriótico nunca ha sido cúpula, sólo adicionales- no tenían idea de las conversaciones que venían cocinándose entre Washington y La Habana. Justo antes de la para todos sorpresiva declaración de Raúl Castro, en inevitablemente acordada coincidencia de hora con Barack Obama aunque cada uno en su estilo, el Presidente Maduro había vuelto a despotricar contra Estados Unidos y el imperialismo yanky, y largaba frases de pretendido líder del Mercosur, un grupo en el cual no sólo falta mucho por hacer y se derrocha retórica, sino que Venezuela es la peor economía. Con sus problemas, el verdadero lider de Mercosur sigue siendo Brasil.
No se trata de cuántos dólares tienes en reservas oficiales y en la operación de tu economía, se trata de cómo esas divisas se transforman en desarrollo económico y social. Todos los miembros de Mercosur tienen dificultades, pero sólo Venezuela en su totalidad, y Argentina por la corrupción e incompetencia de su Poder Ejecutivo, tienen problemas inmanejables.
Todos los mandatarios del Mercosur –aunque Brasil con habilidosa discreción y Paraguay en silencio y concentrado en lo suyo porque es un Gobierno netamente gerencial- proclaman antiimperialismos, soberanías a ser respetadas, orgullos nacionalistas y demás parafernalia socialistoide y populista. Sólo Nicolás Maduro se la cree y se rodea de ella, alardea y embandera sus declaraciones al pueblo, a la prensa, a cualquiera que tenga la paciencia de escucharlo de esa hojarasca inútil. Cristina Kirchner también, aunque con el problema de que en Argentina sí quedan medios de comunicación y jueces que dan la pelea.
El Gobierno de Raúl Castro demostró que piensa y planifica para sí mismo –para la Cuba de los Castro y el castrismo, pero algo es algo- y que el Gobierno de Nicolás Maduro, y Maduro mismo, son sólo complementos, generadores de dineros cada dia más riesgosos y nada dignos de confianza. A Castro ni siquiera le preocupó qué pensaría su proveedor de petróleo y dólares, simplemente actuó como el hombre de negocios que no tiene por qué consultar a la telefonista. Desarrolló su proceso y finalmente, pactado el negocio, informó vagamente al personal.
A los venezolanos todo esto debe angustiarnos aun más. Hemos comprobado, por televisión y en difusión mediática universal, que no sólo no tenemos un conductor capacitado, sino que ni siquiera tenemos ya amigos aunque sólo sea de conveniencia. Estamos solos, chavistas, antichavistas y el resto.
A esto hay que agregar, y tener muy en cuenta, que nunca como en las últimas semanas habíamos visto, oído y leído, tántos reclamos y advertencias específicas de la comunidad europea; no sólo organismos multilaterales, sino de instituciones muy concretas como el Parlamento Europeo. Y concretisimas del Gobierno estadounidense con la ley de sanciones a funcionarios del Gobierno -¿hay realmente un gobierno?- de Nicolás Maduro.
El petróleo es un tema político, ciertamente, pero mucho más concretamente –como entendieron los árabes mientras Pdvsa y Maduro siguen sin descifrarlo- es un tema económico y de estrategias gerenciales. A los árabes les importa un bledo el proceso de sobreoferta y abundancia de petróleo y las necesidades de otros miembros de la OPEP, entre otras cosas porque la OPEP es árabe, lo demás es complemento del cual, hoy en día, podría prescindise. Los árabes están aplicando una estrategia firme al mismo tiempo de mercadeo –conservación de clientes y espacios al precio que sea- y una estrategia financiera: ahorraron, invirtieron con tino por mucho tiempo y pueden navegar sobre cualquier precio, ellos sí, Venezuela se ahoga.
Lo único malo es que junto con Maduro, la parafernalia de su desconcierto gobernante y Rafael Ramírez, también nos hundimos los ciudadanos venezolanos. Estamos pagando unos su ignorancia, otros su indiferencia, todos nuestra ingenuidad.
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miércoles, 24 de diciembre de 2014
viernes, 19 de diciembre de 2014
EDITORIAL: CHÁVEZ INVENTÓ A LA “CARTA DÓLAR-CRÁTICA” PARA ACABAR CON LA DEMOCRÁTICA. AHORA OBAMA, LE DA EL VUELTO /
Lo
que los expertos han dicho en estas últimas horas cuando se conoce el contacto
entre el Presidente Barak Obama y el dictador Raúl Castro, apunta a un largo
proceso que va a intentar romper con el bloqueo que viene sufriendo Cuba desde
hace más de 50 años. No olvidemos esto. Este bloqueo se lo ganó Cuba por haberse
convertido en una dictadura sangrienta.
Para aquellos años 60 la democracia en
el continente americano estaba siendo rescatado, principalmente por el líder
venezolano Rómulo Betancourt y su dura doctrina contra el totalitarismo que dominaba
América Latina. Resaltar a Betancourt no es un capricho chauvinista, sino un
motivo coherente y sólido; ya que EEUU si bien sostenía internamente un sistema
democrático, en el exterior ayudó y patrocinó dictaduras con el fin de obtener
grandes beneficios económicos, militares y políticos (anti-comunistas). El
dictador venezolano Marcos Pérez Jiménez (a la sazón, el más rico del
continente) llegó al poder y se sostuvo en este gracias a que EEUU compró su
tesis de que el “comunista” Rómulo Bertancourt estaba creando un estado que se
preparaba a ser enemigo de Norteamérica. El tiempo demostró otra de las grandes
farsas de este dictador de escenografía megalómana.
Entonces. Betancourt se
asocia con EEUU para conformar una Carta Democrática en una OEA que necesitaba
un instrumento legal para sancionar a las dictaduras existentes en ese momento.
Lo lograron. América Latina fue democratizándose, gracias a tales sanciones y
beneficios que la asociación con EEUU y Venezuela les proveían.
En 1999, la
llegada a la Presidencia de Venezuela por parte del dictador cubano Fidel
Castro, a través de su súbdito Hugo Rafael Chávez Frías, revirtió todo aquel
esfuerzo de EEUU y Betancourt, haciendo que nuevamente Venezuela tuviera un
papel protagónico pero en sentido destructivo. La República de Venezuela fue
secuestrada por el régimen castro-cubano y su socio el narcotráfico regional, a
los fines de usar toda la fastuosa fortuna petrolera con el objetivo de tener
un imperio totalitario que les permitiera actuar a placer, lo cual implicaba
acabar con las democracias del continente.
En otras palabras. Los petro-dólares
venezolanos acabaron con la Carta Democrática de la OEA, tal como se ha
demostrado a lo largo de estos 15 años. El castro-chavismo domina a placer a la
OEA protegiendo así a sus narco-dictaduras.
EEUU quiso recuperar a su patio
trasero a través de sanciones que nunca llegaron a tener efecto. Todo lo cual
les hizo reflexionar y actuar bajo las nuevas reglas del juego. Los dólares
mandan más que los derechos humanos y los derechos democráticos, hecho por el
cual, ahora que el petróleo ha bajado y así el régimen castro-chavista en
Venezuela ha perdido su poder de compra de gobiernos, le toca al gigante del
norte, “comprar” a los factores protagónicos para restaurar su control sobre la
región.
Queda aún tiempo por probar cuan efectivo va a ser este plan norteamericano.
Quienes queremos el regreso de la democracia a Venezuela y sus satélites
castro-chavistas, vemos con buenos ojos el debilitamiento de este imperio, en
especial el de su gobernador Nicolás Maduro. Las deudas de estos regímenes
asesinos y delincuentes no son olvidables, pero se impone la necesidad de
sacarlos del poder sin que haya un derramamiento de sangre (mayor al que estos
generan con su impunidad hacia sus con-socios narcocriminales). El presente
podrá “perdonar” tales crímenes, pero mejor que no cuenten con este perdón
eternamente, porque no serán muchos los que salgan ilesos. El tiempo aún es mucho lo que tiene que decir.
domingo, 14 de diciembre de 2014
“Retrato de un héroe de la Resistencia” Por Edgar Cherubini Lecuna
“Retrato de un héroe
de la Resistencia” Por Edgar Cherubini Lecuna
París,
diciembre 2014
La
fotografía fue tomada el 25 de agosto de 1944, el día de la liberación de
Paris. La imagen muestra a un grupo de hombres sobre un blindado recorriendo
una calle de la ciudad luz en el fragor de los últimos combates para liberarla
de la ocupación nazi. En primer plano sobre la plataforma se encuentra el
general Philippe Leclerc, conde de Hauteclocque (1902 –1947), comandante de la 9a
división de las tropas aliadas y cabeza visible del ejército de las fuerzas de
la Francia libre
durante la Segunda
Guerra Mundial. En segundo lugar, sentado, se encuentra el temible
general nazi Dietrich von
Choltitz, jefe de la guarnición de
París, quien se había rendido horas antes. Detrás de él, de pie, se encuentra
un joven de pelo ensortijado y lentes redondos cuyo nombre era Maurice Kriegel,
alias “Valrimont” (1914-2006), comandante del Comité d’action militaire
(Comac), brazo armado del Mouvements unis de la Résistance (MUR).
La liberación de Francia constituyó una ardua tarea
realizada en cuatro años. El 18 de junio de 1940, a los tres días de la
invasión nazi y ocupación en progreso, a través de la señal de la BBC de
Londres, en la oscuridad de ciudades sitiadas y campiñas arrasadas, una voz
recorre Francia lanzando las semillas de la Resistencia, convocando al combate
por la libertad. Fue el llamado histórico del General Charles de Gaulle, quien
había desconocido el régimen apátrida de Petain y se había refugiado en
Inglaterra luego de tratar infructuosamente de convencer al Gobierno de establecerse
en Argel, desde donde se reagruparían los ejércitos para recuperar la patria.
Ante la entrega de Francia a Hitler por el Estado Mayor, abandonó el país y
asumió el mando de la Francia Libre o Francia Combatiente (France Combattante)
hasta la liberación.
Ese año se organizaron las primeras redes con la
participación de "intelectuales, maestros, periodistas, personal de
museos, galeristas, bomberos, mesoneros, mecánicos, peluqueras, que se
convierten de un día para otro en personas de acción o en combatientes",
escribe Agnès Humbert en su libro Résistance
(Bloomsbury, London, 2004). Las arengas radiales se suceden sin
interrupción durante meses, brindando esperanza y guía para los franceses patriotas
que conformaron un ejército anónimo en las ciudades, pueblos, montañas y
bosques, llamado “el ejército de las sombras”. El 28 de junio de 1940, el
general de Gaulle insta a los generales y demás oficiales, soldados, marinos y
aviadores de los territorios franceses, “con o sin armas”, a plegarse a la
Francia Combatiente, a organizarse y los que puedan, acudir a Inglaterra para
recibir entrenamiento. Ese mismo día es reconocido por los británicos y países aliados
como jefe de los Franceses Libres. Una voz que transmitía convicción, una voz
coherente y responsable en medio del caos, la incertidumbre y la angustia, una
voz que no cesó en promover la unidad de los franceses, de motivarlos para
resistir y luchar por su libertad.
La lucha consistió en reconocimiento e información de
los movimientos del enemigo, golpes de mano, sabotaje y operaciones militares
contra trenes y convoyes de las tropas de ocupación alemanas y contra las
fuerzas apátridas del régimen de Vichy. Se creó una prensa clandestina, se
editaron folletos, se crearon centros para la producción de documentación
falsa, se organizaron huelgas y manifestaciones, se construyeron bunkers y
escondites para los combatientes, así como múltiples redes secretas para el
rescate de prisioneros de guerra evadidos, de jóvenes desertores al STO
(Servicio de Trabajo Obligatorio) impuesto por los alemanes para el control de
los jóvenes y para la evacuación de judíos perseguidos.
Presidido por Jean Moulin, delegado de de Gaulle en
territorio francés, en 1943 se reúne por primera vez en París el Consejo
Nacional de la Resistencia (CNR), encuentro donde participan partidos políticos
y delegados de las confederaciones de obreros y trabajadores, de la CFTC y de
la CGT. Se comenzaban a ver los frutos de la Francia Combatiente, de esa unión
de militares, políticos, agricultores, obreros y gente común que significó el
germen de la reconquista de la libertad, así como del incipiente borrador de
los conceptos institucionales democráticos que regirían la futura Francia
liberada.
En
2004, el periodista François Ruffin, decide entrevistar al joven de la
fotografía del que hablamos al comienzo, que contaba para ese momento 90 años. Se preguntaba por qué la figura de Kriegel no
resaltaba como la de otros líderes de la Resistencia, pues es sabido que fue motivado
a engrosar sus filas por un profesor de geografía, Raymond Samuel y su esposa
Lucie, ambos cobijados bajo el alias “Aubrac”, quienes en ese momento eran los
inspiradores de la Resistencia y posteriormente se convirtieron en un mito de
la Francia Combatiente en la zona meridional de Francia, debido a sus acciones militares
temerarias durante la ocupación, además de ser personas del círculo de
confianza de Jean Moulin y Charles de Gaulle.
El
joven periodista comienza la primera pregunta con alabanzas a Henri Tanguy,
alias “Rol” (1908-2002), quien ha aparecido siempre como la figura mas
relevante de la liberación de París y cuyo nombre se encuentra en decenas de
avenidas, calles y plazas por toda Francia. Kriegel, en forma muy amable le
interrumpe y le dice que continuará con la entrevista cuando se documente mejor
sobre la Resistencia y lo despacha diciéndole que él fue uno de los comandantes
del Comité d’action militaire (Comac) y Tanguy era
su subalterno.
Tiempo
después, cuando Ruffin se sintió preparado y pudo al fin sostener la entrevista
con Kriegel, éste habló poco del papel que jugó el Comac en la liberación de
París. Entre otras anécdotas, se refirió a sus inicios y a su falta de
experiencia militar compensada por lecturas nocturnas sobre la organización de
los partisanos yugoslavos y el tratado La
guerra de Carl von Clausewitz. De
los líderes de la insurrección el único que tenía experiencia militar era
Tanguy, por haber participado en la batalla del Ebro durante la guerra civil
española. Habló de las contradicciones
con los mandos aliados en Londres, distantes y sin comprender el momento que
ellos vivían en el terreno, ya que sentían que el pueblo francés estaba
preparado para la sublevación definitiva. Con sorna, Kriegel le comenta al periodista
de cómo el Parido Comunista, siendo uno de los motores de la Resistencia,
“engavetó la lucha de clases” debido a la necesidad de aliarse con todos los
factores políticos y económicos del país y del financiamiento que recibieron de
empresarios, oligarcas y nobles patriotas. Ruffin escribe que el viejo veterano
mas bien prefirió hablarle del presente político de Francia, visto por el como
una historia inconclusa que esa gesta heroica de jóvenes cargados de valores
inició en 1940.
Después
de la liberación, en 1946, Kriegel ejerció la vicepresidencia de la Alta Corte
de Justicia y le tocó enjuiciar a los colaboracionistas del régimen y a todos
los que traicionaron a Francia, llegando al asco al constatar que solo uno de
los cientos de jueces de los tribunales franceses se había negado a acatar los
dictados del régimen apátrida de Vichy durante la ocupación. A medida que
avanza en la entrevista, el periodista se da cuenta de la larga travesía en el
desierto de Kriegel, a sus años continuaba portando el estandarte de la
dignidad y de la honestidad política e intelectual. Execrado del Partido
Comunista francés, debido a sus críticas luego de enterarse del informe
Khrushchev en 1956, sobre los horrores del estalinismo, partido en el que había
militado desde su juventud. A finales de
los años 60, lideró una cruzada contra la ocupación soviética de Checoeslovaquia,
entre otras actuaciones políticas. En tiempos recientes, sus críticas apuntaron por igual al anquilosamiento y la
corrupción de los políticos y de cómo Francia había perdido “su fuerza motriz”,
esa que llevó a su generación a luchar por el restablecimiento de los valores
republicanos. Lo extraordinario es que
Kriegel, desde el mismo día de la liberación, continuó militando en la sombra,
luchando por sus valores y por su país.
François
Ruffin publicó el libro Entrevista a mi
héroe (Entretiens avec mon héros, Fakir
editions, Amiens, 2013), que contiene la apasionante conversación que
sostuviera con el veterano dos años antes de su muerte. Se trata de un pequeño libro de bolsillo, de
edición modesta que resume el pensamiento de un hombre común, un joven abogado
judío de 30 años, empleado de una compañía de seguros, que de la noche a la
mañana decidió cambiar su destino y el de su país, convirtiéndose en
combatiente y héroe de la liberación de Francia. En sus páginas el lector
descubre no solo un antiguo combatiente sino un militante del presente.
@edgarcherubini
viernes, 12 de diciembre de 2014
MI DISCURSO, MI BANDERA por José Domingo Blanco (Mingo)
“No sé si las de otras patrias
tendrán una significación tan profunda como tiene para los venezolanos nuestra
bandera nacional. Fue de cumbre en cumbre, cual águila tricolor, señalando los
pasos de la Campaña Admirable. Ondeó en los campos de batalla y, ensanchándose,
supo unir corazones y voluntades que hicieron nacer nuevas patrias donde se
conoció por primera vez la palabra libertad. Brilló igual en los pendones de
Carabobo que en la improvisada lanza de un centauro de Páez y se sublimó de
gloria cuando su rojo se confundió con la sangre de Atanasio Girardot que la
clavaba en Bárbula.
Por eso, cuando suenan las dianas
y veo izar mi bandera al alba o descender marcialmente al crepúsculo, bendigo
el nombre de Francisco de Miranda, creador de esa tela que es más orgulloso y
procero espejo de mi patria”.
Esta composición, con la que
decidí arrancar mi artículo de hoy –por cierto, el artículo con el que quiero
despedirme de ustedes por este año- la escribí cursando quinto grado de
primaria en el Colegio San Agustín de El Valle, a solicitud de mi maestro Justiniano
Martínez. El profesor Justiniano nos puso esta tarea, que también fue asignada a todos los alumnos del
colegio, para que participáramos en una especie de concurso con el que celebraríamos
el Día de la Bandera. Un jurado, conformado por distintos maestros, seleccionó mi
composición como la ganadora: ¡y tuve que aprendérmela para recitarla en un acto
especial! Sin duda, me la aprendí. Tanto, que nunca más la olvidé y hoy, casi
cincuenta años después, la recuerdo perfectamente -de principio a fin- como el
día que me tocó proclamarla ante el auditórium. También recuerdo que estaba muy
nervioso – ¿quién, a los diez años, no lo estaría?- y muy emocionado cuando me
entregaron el programa del acto y vi mi nombre impreso. Henchido de orgullo,
por mi composición y por mi bandera, la proclamé a viva voz. ¡Qué respeto nos
inculcaban por los símbolos patrios y por nuestra Venezuela!...La otra
Venezuela: la de la bandera de siete estrellas. La del escudo con el caballo
galopando a la derecha. La que emergía como referencia para el resto de los
países de América Latina. Sin numeritos rojos… sin exceso y abuso del rojo. Una
Venezuela de poderes independientes y respeto por la vida.
Hoy recordé, con mucha nostalgia, mi composición sobre la bandera. Me
descubrí repitiéndola con la misma entonación que lo hice otrora; sólo que con
la voz más gruesa. Pero, hoy mi discurso no estaría cargado de loas. Los años y
las experiencias hacen mella. Me he vuelto crítico –y mucho- de las atrocidades
que, con impunidad, cometen y se comenten en nuestra tierra…Estoy convencido de
que mis palabras no estarían impregnadas de hazañas y relatos valientes de los
héroes que “hacen patria” o dicen hacerla. Mi discurso sería un llamado a la
conciencia de un país, que yace adormecida. Una sacudida carajeada, sustentada
por la rabia, por la indolencia con la actuamos. Nuestra nación se hunde y no
hacemos nada por sacarla a flote. Mis frases serían una carajeada al gobierno y
a la dirigencia opositora para que, de una vez por todas, dejen el juego y se
pongan a trabajar por Venezuela. ¡Qué dejen las ambiciones a un lado y halen al
país hacia el progreso; pero, eso sí: que nos convoquen a todos con
autenticidad! Entromparía a los gremios, a los grupos mayoritarios y
minoritarios. Le haría una convocatoria a la República entera, porque el
llamado sería para trabajar para y por el beneficio de Venezuela. Intentaría
hacer entrar en razón a los que me escuchan, como lo hago con mis hijas cuando
hacen algo que pudiera estar errado. Estoy cansado de la gente que sólo aspira
el poder por el poder–y aferrarse a él como parásitos y pedigüeños- sólo para
enriquecimiento propio. ¿Acaso no es el deseo de muchos: lograr, por fin, una
nación encaminada, bien gobernada e inmaculadamente administrada? Quiero ver a
mis compatriotas haciendo país y no colas para abastecerse. Quiero a mi familia
y a las familias que se dividieron y se fueron regresando a Venezuela. Quiero
reconstrucción y progreso. Seguridad y calidad de vida. Quiero ver la cara de
mis amigos, de mis vecinos, de toda la gente con la que me cruzo, cargada de
sonrisas y esperanzas. Quiero el país que todos merecemos. Una Venezuela de primer
mundo, enrumbada hacia nuevos derroteros. Un país sano de espíritu y fuerte de
corazón, que busca incesantemente, todos los días, un mañana siempre mejor.
Arroparnos con la bandera, cobijados con la emoción que significa ser
venezolanos. Entonces, y sólo entonces, el cielo de Venezuela será mi bandera y
la tuya. Y mi bandera, siempre será mi discurso.
Qué estas navidades nos traigan momentos de reflexión, reconciliación,
madurez, sindéresis y tolerancia. Retos colectivos cargados de esperanza y compromiso
con los cambios que urgen. 2015 se vaticina como un año crucial –para no decir
difícil. De nosotros depende la Venezuela que queremos.
Mis queridos lectores…nos reencontraremos, con el favor de Dios, en
enero.
@mingo_1
domingo, 7 de diciembre de 2014
PRIMER PARLAMENTO NACIONAL GREMIAL
El pasado jueves 04/12/14 en la sede del Colegio de
Abogados de Caracas, se realizó el primer “Parlamento Nacional Gremial” de
Venezuela patrocinado por los movimientos independientes (no partidistas):
“Rescate Democrático - RD” y la “Confederación de Profesionales Universitarios
de Venezuela – CONFEPUV). Fue una larga jornada con 14 exposiciones, contando
con la presencia de expertos profesionales de distintas áreas y delegados de 16
regiones del país.
Este
movimiento persigue propuestas de soluciones ante los graves problemas que
Venezuela padece en el presente y aún desde antes de este hostil, ineficiente,
anti-ciudadano y antidemocrático régimen. Para ello se están reuniendo equipos
de profesionales y expertos en muchas de las 65 áreas que debería atender el
Estado Nacional.
Las miras se
enfocan en el desarrollo, la paz y la democracia, entendida esta última como la
igualdad de buenas oportunidades y beneficios para todos los ciudadanos sin distinciones
de ningún tipo. Fieles a la esperanza basada en nuestros esfuerzos, se impone
el prepararnos para una futura transición de abierta participación democrática.
Debe
destacarse que –a pesar de su discreta existencia- este “Parlamento” ciudadano
es una amplia organización de profesionales, empresarios, comerciantes,
sindicalistas y productores agropecuarios que se ha desplegado a nivel regional
y nacional – sin ánimos competitivos, sino cooperativos. Dejando abiertas las
oportunidades de asociación y participación, con puentes –sin condiciones- para
todas aquellas instituciones, organizaciones y personas que persigan el
bienestar de Venezuela. A futuro, esperan muchos otros encuentros y temas por
tratar.
La exitosa
organización de este evento se debió a Rafael Veloz García (RD), Fernanda
Tabares (RD) y Yurima Soler (RD) junto con Tinedo Alejandro Guía (RD) y José
Sarnelli Rinaldi (ambos, miembros directivos de “Primer Poder”). Destaca el muy
valioso aporte logístico de “SART-Producciones”, la Agencia de Festejos
“Chantilly” y el Colegio de Abogados de Caracas.
En este
primer “Parlamento Nacional Gremial”, también participaron otros de nuestros
miembros como: Francisco Pantaleo-Gandais (Capital), Mario Cervellione Hoffman
(Capital), Yeraldy Lara García (Edo. Cojedes y “Observador Parlamentario”) y
Alberto Rausseo (Nueva Esparta), quienes expusieron temas regionales y varios
de nuestros trabajos de investigación: “Presidencialismo: ¿favorece a la
democracia o a la autocracia?”; “El actual sistema Legislativo se distancia de
las regiones y los ciudadanos”; “Democracia y Libertad Económica”; “Los Hechos
Son Tercos - Obras Estatales del Siglo XX” y “La República Civil, un gran
ejemplo de Un buen Futuro desde un Mal Presente”. Nos sentimos muy orgullosos
de los comentarios, felicitaciones y reiteradas referencias que otros
expositores y varios delegados, hicieron sobre nuestros trabajos.
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