RECORDATORIO AL EX
PRESIDENTE DE LA ASAMBLEA NACIONAL
HOJA DE RUTA POLÍTICA (No 176)
Octavio Lepage
El más
bravucón y agresivo en la cúpula chavista es el diputado Diosdado Cabello, por
cinco años Presidente de la Asamblea Nacional. Ahora lo vemos al frente de los
diputados oficialistas en ruidosas manifestaciones de protesta contra
atropellos imaginarios a las prerrogativas que la Constitución reconoce a la
oposición parlamentaria.
Viéndolo
gesticular y amenazar rememoré escenas del pasado reciente. Recordé con nitidez
su sonriente cara de satisfacción cuando muy cerca, en el estrado presidencial,
la robusta diputada Ascencio (de Ciudad Guayana) lanzó al piso a la diputada
María Corina Machado y a taconazos le fracturó la nariz. Aquella agresión
inaudita ni siquiera recibió una reprimenda por parte del sonriente presidente
Cabello.
Allí no
terminó el viacrucis de la diputada Machado, objeto de respeto general por su
comportamiento cívico y la firmeza de sus convicciones políticas. Ella continuó
siendo víctima de una curiosa, de una extraña ojeriza por parte de Diosdado
Cabello. Su ensañamiento contra ella se exacerbó con el trascurso de los días.
Aunque los diputados son electos y tienen derechos y garantías consagrados en
la Constitución, Cabello actuando ejecutivamente, sin fórmula de juicio, la
despojó de su investidura parlamentaria, sin que ella tuviera oportunidad de
acudir a una instancia institucional para defender sus derechos.
Este
acto supremo de arbitrariedad lo ejecutó impunemente el entonces Presidente de
la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello. Es más, le prohibió el acceso al
Palacio Legislativo, girando órdenes expresas al personal de seguridad de no
permitirle la entrada.
María
Corina Machado tuvo de nuevo acceso al hemiciclo parlamentario en el acto de instalación
de la nueva Asamblea Nacional. Con elegancia y punzante humor le envió un tuit
a Cabello: “Volví”.
También
se recuerda la agresión alevosa contra el diputado William Dávila. Desde la
bancada oficialista le lanzaron un micrófono portátil que le causó serias
lesiones faciales. Nunca se investigó quién fue el autor de esa anónima y
cobarde agresión, y hasta hoy se ignora su nombre.
Así
mismo, debe recordarse la irrupción en el área de la bancada de oposición de un
gordo con estampa de luchador de oficio, vestido de chaqueta tricolor lanzando
puñetazos a diestra y siniestra. Varios diputados opositores fueron golpeados,
entre ellos Julio Borges y De Gracia. Lo curioso es que el agresor resultó ser primer
suplente del diputado Elvis Amoroso, quien estaba presente en la sesión.
También se recordará los manejos irregulares de Cabello para completar la
votación requerida para elegir al diputado 99. En fin, estos antecedentes no
autorizan al diputado Cabello para presentarse ahora como puntilloso defensor de
la Constitución Nacional, que por lo demás no está siendo violada por la
oposición.
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Invitamos a los lectores a
verificar la exactitud de estos señalamientos.
Caracas, 12 de Enero del 2016
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