“LLEGÓ LA HORA DE NO AGUANTAR MÁS”
Por Carlos Canache Mata
Escribo estas líneas, hoy 26 de septiembre,
inmediatamente después que Maduro encadenó la radio y la TV (en una escuela
cantó “maría moñito”) al comenzar Jesús “Chúo” Torrealba a leer el comunicado
de la MUD, cuyo texto conocí por Internet, en el que se fija posición sobre las
condiciones que pretende imponer el CNE para la activación del Referendo
Revocatorio (RR).
En una carrera de emulación, el CNE y el TSJ
compiten en demostrar, con sus decisiones, que en Venezuela no hay democracia,
que estamos en dictadura, una dictadura camuflada que se viste con el traje que
le confeccionan a tijeretazos de la Constitución Nacional (CN).
El comunicado de la MUD declara que 1) la
recolección del 20% de las firmas y de las huellas (identificación biométrica)
tiene que ser nacional y no por Estado, como lo dispone el artículo 72 de la CN; y 2) que el RR se realice este año
2016, y no “que pudiera efectuarse a mediados del primer trimestre de 2017”,
como dijo el CNE, porque, a pesar de los cien y docenas de días retrasados por
las maniobras del CNE, todavía hay tiempo, en el marco del reglamento
inconstitucional inventado por las cuatro sumisas rectoras, para que así sea.
Si no se materializan esas dos exigencias,
la MUD asegura que llegó “la hora de no aguantar más” y de “activarnos como
pueblo y de OBLIGARLOS (al CNE) en las calles y en las instituciones
a acatar la Constitución”. Y se convoca para el miércoles 12 de octubre, como abreboca,
“una jornada especial de movilización nacional, en la que desbordaremos las
calles de todo el país”.
La MUD confía plenamente en que, aún con
solo 5.392 máquinas captahuellas distribuidas en l.356 centros electorales, se
recogerá holgadamente el número de 3.893.128 electores, o sea, el 20% nacional
de los 19.465.638 del padrón electoral. ¿Por qué se “mezquina” el número de
máquinas (en las primarias del PSUV se pusieron 8.300) y se ubican más en las
zonas de menor densidad poblacional y menos en las de mayor población? Muy
sencillo: porque el régimen, aconsejado por sus mentores cubanos, tiene pavor a
que esa recolección del 20% de firmas y huellas tome la dimensión de un
arrollador tsunami electoral que rebase ampliamente los menos de 8 millones de
votos que obtuvo Maduro (según el CNE) en las elecciones del 14 de abril de
2013 y que alcanzaría, como pronostican las encuestas, alrededor de 13 millones
de esas firmas y huellas. Es decir, la recolección del 20%, a realizarse el 26,
27 y 28 de octubre, se transformaría en un anticipado RR, que no sería
vinculante pero sí catastrófico política y moralmente.
Húrguese en la historia de Venezuela y no
se hallará un régimen más despreciable, por el cinismo con que comete sus
tropelías políticas y su corrupción sin límites, y tampoco se hallará más
inepcia en la conducción de la economía, ya que ahora en Venezuela, por la
escasez y la inflación (la más alta del mundo), no se vive, se sobrevive.
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