"EL HOMBRE NUEVO EXISTE" por Ysidoro Antonio López M.

"EL HOMBRE NUEVO EXISTE" por Ysidoro Antonio López M.

Caracas, Octubre de 2014

Tenemos un mensajero chavista en la oficina. Ante mis conversaciones proselitistas con él hacia la libertad, la democracia, la propiedad privada y el libre mercado, antepone su talante comunistoide latente siempre en todo Venezolano. Tiene tiempo que no me ha vuelto a replicar con el tema del desastre de la 4^ta República, ni con lo malo y traidor que era Caldera. Ahora es más creativo. O más básico.

Cuando le hablé de que la escasez venía en gran medida de la “expropiación” chavista de los medios privados de producción, me dijo que sí. Que ahora las tierras estaban confiscadas porque había sido necesario liberar a la mano de obra “esclava” que tenían los latifundistas en sus haciendas. Cuando le dije que los empleados de esas haciendas ahora en la bancarrota (las haciendas y los empleados también) se estaban muriendo de hambre, necesidad y mengua, me contestó:

---- ¡Pero morirán libres!

Cuando le dije a una empleada administrativa importante de un Club del Litoral Guaireño que el tráfico en la autopista Caracas-La Guayra, tan intenso siempre los domingos en la noche, era fundamentalmente culpa del Gobierno por no haber aprovechado el inmenso y colosal ingreso petrolero para ampliar la autopista, o inclusive para haber hecho otra nueva, me respondió que el dinero del petróleo estaba muy bien usado en obras de ayuda y respaldo a “los pueblos”, y que aquí no se necesitaba. Cuando objeté que esa “ayuda” podría haber estado mejor aplicada, por ejemplo, en un hospital para Naiguatá donde sus hijos pudieran encontrar socorro en caso de enfermedad o accidente, me dijo:

------Bueno, ¡Pero de algo hay que morirse!

Que personas amables, competentes y honestas en su trabajo, lleguen a este grado de barbarie, es para mí incomprensible.

Una explicación puede ser el nacimiento, ¡Por fin! del Hombre Nuevo, que impulsa cada día con más fuerza esta CASTRO DICTADURA HEGEMÓNICA, y que basa en tres pilares a lo George Orwell:

1)   La violencia desatada es en realidad  la armonía y la concordia. 

Así, en el país con la tasa de asesinatos más alta del mundo, en el que el que el terrorismo de estado es lo normal, hay un gobierno que presume sobre la paz, la hermandad, y la felicidad de todos los Venezolanos, que vivimos en un país paradisíaco. Quizá haya manipuladas 'percepciones', pero nada más. Venezuela es un país ¡Chévere!

2)   La miseria y la pobreza son en realidad la justicia y la igualdad para los pobres. 

Así, en un país en el que la inflación, la carestía y ahora otra vez, el hambre, hacen estragos en la población, hay un gobierno que proclama que ahora todos en Venezuela somos mucho más “iguales”, más fraternos y más “solidarios”. Quizá haya algún problema de abastecimiento de algún producto menor, pero es un problema para TODOS. Vamos a tener captahuellas en las farmacias y en los mercados, pero las vamos a tener TODOS.  Vivimos en un país justo y equitativo.

3)   La mentira es la verdad.

Así, en un país en el que los medios de comunicación independientes son petrificadas rarezas de museo, hay un gobierno que pregona que aquí hay plena libertad de prensa, que la censura no existe y que todo el mundo está por fin enterado siempre de la "verdad”. Si hay alguien que piensa de otro modo, no está viendo el canal 8 y está envenenado por la derecha radical fascista imperial. Perder una demanda internacional es en realidad un triunfo magnífico. El Esequibo nunca fue nuestro, ¿Cómo entonces lo vamos a perder? La emisión de dinero inorgánico es inconstitucional y habitual pero: ¡Sin la constitución nada! 

Y todo esto viene desde muy atrás. Ya en 1974, cuando estudiaba en Inglaterra, me llamó la atención un Sirio que leía una revista Newsweek que tenía párrafos completos tachados de negro que los hacía ilegibles. Al sugerirle que en el quiosco de la esquina encontraría un ejemplar de la misma revista que podría leer sin ninguna censura, me dijo:

------ Este es el ejemplar que mi gobierno quiere que yo lea.

¡¡El Hombre Nuevo existe!!

Y ahora vive en Venezuela