DIOS PROVEERÁ
HOJA DE RUTA POLÍTICA (No 107)
Al fin habló
Maduro. Los venezolanos esperábamos el anuncio de las medidas apropiadas para
encarar la arrasadora crisis económica que nos aplasta. Viéndolo y escuchándolo
llegamos a la conclusión de que Maduro, definitivamente, no es capaz de
rectificar. Y es que Maduro sigue convencido de que una revolución no puede ser
mantenida con un pueblo próspero. Él tiene muy en cuenta, en todo momento, el
ejemplo cubano.
También
quedó en evidencia que Maduro tiene ideas fijas, esquemas de pensamiento
inflexibles, que le impiden ver con claridad la situación actual de nuestro
país. Por ejemplo, reitera con patética convicción que la baja abrupta de los
precios del petróleo obedece a una conjura del imperialismo norteamericano. Ni
siquiera la inesperada luna de miel de Obama y Raúl Castro (¿dónde estará Fidel
que no ha opinado?) lo induce a reflexionar, cuando es sabido que este gobierno
no tiene planes ni ideas propias porque todo le llega desde La Habana.
Maduro
emprendió una gira improvisada que lo ha expuesto al ridículo universal,
afectando no solamente su credibilidad y la de su gobierno, sino la
credibilidad y la respetabilidad de Venezuela. Fue una gira pintoresca, en la
que sólo faltó, al decir de un crítico radial, la perrita de la Primera Combatiente.
Hubo
detalles sorprendentes. Tuvo que ir dos veces a Moscú para finalmente ser
recibido por el presidente Putin. Por cierto, esta larga y costosísima gira, la
realizó en un avión de la
Cubana de Aviación.
A pesar de
que trata de disimular, la verdad es que Maduro regresó con las manos vacías. En
su alocución se esperaba que informara los logros de la gira, sin embargo sólo
concluyó diciendo: “Dios proveerá”. En otras palabras, Maduro le ha entregado
el poder a Dios.
Octavio Lepage
Caracas, 24
de Enero del 2015
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