83º
Mensaje histórico
SOBRE
LA CONFRONTACIÓN ENTRE EL PODER CIVIL Y EL PODER MILITAR EN LA HISTORIA DE LA
VENEZUELA REPUBLICANA*
Germán Carrera Damas
Escuela de Historia
Facultad de Humanidades
Y Educación. U. C. V.
Agradecimiento
y advertencia:
I.- Creo oportuno hacer dos puntualizaciones que me permitirán situar
históricamente el tema sobre el cual deseo invitarles a conversar.
A.- Una constante corre a lo largo de nuestra
historia republicana. Concierne a la independencia nacional, en el triple sentido
de su logro, de su consolidación y de su defensa. Según las áreas socio
históricas y las circunstancias socio políticas, la de la independencia
nacional es cuestión que experimenta cambios de urgencia y de intensidad, pero
sin menoscabo de su esencial y perdurable valor.
B.- Mas, otra constante hay que corre a
lo largo de nuestra historia republicana independiente, iniciada en el 9 de
diciembre de 1824, cuando el ejército de la República de Colombia, comandado
por el general colombiano nacido cumanés, Antonio José de Sucre, puso fin al
imperio hispano americano en la Batalla de Ayacucho. Esa constante es la lucha
contra el despotismo. Sólo que iniciada esa lucha como rechazo de la monarquía
absoluta y del nexo colonial, ha
tomado, -y lo digo en presente- un nuevo sentido en el desenvolvimiento de la
historia republicana independiente.
II.-
La instauración del despotismo republicano en el ámbito de la restauración de la estructura de poder interna de la
sociedad monárquica colonial en trance de hacerse republicana, nada tuvo de
fortuito; respondió a una necesidad socio histórica.
A.- La ruptura del nexo colonial trajo consigo la profunda alteración de la estructura de poder interna de la
sociedad monárquica colonial. Hasta el punto de que, lograda la independencia
de hecho, el restablecimiento de esa estructura se volvió condición urgente, y
también requisito ineludible, para echar las bases institucionales, políticas y
sociales, de la República. De allí el expediente socio jurídico que he denominado,
respecto de la República de Colombia abolición
selectiva de la Monarquía.
B.- En la Venezuela independiente la
perturbación de la estructura de poder
interna de la sociedad colonial revistió particular gravedad, dada lo
reciente formalización de esa estructura, sucedida jurídicamente en 1777, y el
acendrado monarquismo de la sociedad, reconciliada con el nexo colonial desde 1814-1815 hasta 1821, cuando el ejército de
la República de Colombia, comandado por el general colombiano, nacido en la
Gobernación y Capitanía General de Venezuela, Simón Bolívar, triunfó en la
segunda Batalla de Carabobo. Fue necesario movilizar fuerzas sociales institucionalizadas
que habían formado parte del ejército de
la República de Colombia. A esas fuerzas
acudieron los repúblicos que constituyeron, en 1830, el separatista Estado de
Venezuela.
III.-
Transcurrida una década, esos mismo
repúblicos consideraron que ya la sociedad civil había alcanzado el nivel de
estructuración, y de control social, requerido para entrar a regir
soberanamente la vida social y política, prescindiendo de la tutela militar en
lo político.
A.- Pero había tomado carácter de
creencia, en los próceres militares, de que si a ellos consideraban que se les
debían el logro de la Independencia y la instauración de la República, también
les correspondía su guarda y preservación, confundidas en la noción de gobierno,
merecidas como justa compensación de su sacrificado heroísmo.
B.- Al procerato civil le correspondió,
por consiguiente, emprender la reivindicación de la preeminencia del carácter
cívico de la institucionalización republicana, correlativa del papel
desempeñado en la crisis del nexo
colonial y en la conducción política de la lucha; si bien esta fue
ostensiblemente subestimada, si no francamente menospreciada, por quienes
habían derramado sangre y no tinta.
IV.- El largo
y calamitoso siglo XIX venezolano, que visto como esta pugna entre el así
conformado Poder militar y el así
reivindicado Poder civil, perduró
hasta los años 1945-1947. No fue mácula de nuestra aspiración republicana.
Recorrimos el mismo fragoso camino que han transitado todas las sociedades que,
procedentes de la monarquía absoluta, se mostraron empeñadas a instaurar de
inmediato el régimen liberal republicano.
A.- Hasta ese momento de cambio
revolucionario, la pugna contra el extrapolado Poder militar había
tenido el sentido de lucha contra el despotismo, planteada como lucha por la
libertad contra la dictadura. Tal fue el sentido predominante de la rebeldía
escenificada por la denominada Generación
del 28, que desembocó en la cárcel y el exilio, si bien dejó sembrada una
inquietud que se reveló fecunda.
B.- Los cambios operados en el escenario
internacional, iniciados, por la crisis política europea post Primera Guerra mundial
y acentuados por la Revolución Roja o soviética, impulsaron procesos
ideológico-políticos que modificaron ese
escenario hasta culminar con el estallido de la Segunda Guerra mundial.
La consiguiente formación del Gran Frente
de la Democracia contra el fascismo, si bien por razones estratégicas
incluyó a la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), produjo los
postulados revolucionarios contenidos en La
Doctrina de las Cuatro Libertades y La
Carta del Atlántico.
C.- Bien
interpretados esos postulados por los surgentes demócratas venezolanos, les fue
posible montar un andamiaje sociopolítico que, valiéndose del obligado clima de
libertades básicas compatible con el sentido democrático y de autodeterminación
de los pueblos de los mencionados documentos, desembocó en la Revolución de
Octubre de 1945.
V.-
La visión históricamente prospectiva de la fase actual de la confrontación
entre el Poder militar y el Poder civil representa la culminación
del cambio histórico desencadenado
por la Revolución del 18 de octubre de 1945, en virtud del Decreto Nº 9 de
la Junta Revolucionaria de Gobierno de los Estados Unidos de Venezuela, fechado
en el 22 de octubre de 1945, cuyo Artículo 1º y único reza: “Los miembros de la
Junta Revolucionaria de Gobierno de los Estados Unidos de Venezuela, creada la
misma noche en que triunfó definitivamente la insurrección del Ejército y
pueblo unidos, quedan inhabilitados para postular sus nombres como candidatos a
la Presidencia de la República, y para ejercer este alto cargo cuando en fecha
próxima elija el pueblo venezolano su Primer Magistrado.”
A.- El producto fundamental y perdurable de esa Revolución
fue la instauración, primera y primaria, del Poder civil en Venezuela. Lo que dio origen a una pugna por el
control del poder público, iniciada de inmediato. Pugna de la cual vivimos la crisis de instauración del Poder civil en el lapso 1948-1959, el
conato de preservar el Poder Militar en
1959, y la variante representada por la candidatura presidencial del
Contralmirante retirado Wolfgang Larrazábal. Vivimos actualmente la que será la definitiva crisis de desarrollo de la
instauración del Poder civil; pues de ella habrá de resultar la sociedad
genuinamente democrática venezolana, que ha despuntado en el 6D de 2015.
B.- Contrariamente a lo pregonado por observadores políticos
e historiadores de escaso sentido histórico, el curso de estos acontecimientos
es una rotunda comprobación de la vigencia de La dialéctica histórica de continuidad y ruptura. La cual rige los
procesos históricos que, por vincular el
cambio sociopolítico con el cambio
histórico, requieren un lapso de
tiempo histórico proporcional con la densidad estructural del cambio histórico socialmente procurado;
y ocurre que después de la ruptura del nexo
colonial, la instauración del Poder
civil es el segundo gran hito de nuestra historia republicana.
C.- En el caso de la sociedad venezolana contemporánea, lo
así alcanzado quedó puesto de presente por la circunstancia de que tras casi
dos décadas de erradicación programada, los fundamentos ideológico-políticos democráticos
del Poder civil, implantados en
1945-1948, y cultivados socialmente desde entonces, ya no descienden desde el
nivel político hacia la sociedad sino que ascienden desde ésta hacia el nivel
político; confirmándose con ello la virtualidad de una sociedad genuinamente
democrática en sustentable proceso de edificación.
Conclusión:
Me permitiré terminar invocando una recomendación que
conviene no olvidar. Dice así: el sentido de la historia está escrito en su
acontecer; pero, para percibirlo es necesario aprender a leer la historia con
enfoque prospectivo.
Gracias. Caracas,
marzo de 2016.
___________________
* Ponencia presentada en el Foro de la Fracción
parlamentaria de Vente Venezuela.
Museo
Boliviano de la Asamblea Nacional. Caracas, 15 de marzo de 2016.
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