"LAS ELECCIONES"
HOJA DE RUTA POLÍTICA (No 145)
Octavio Lepage
En el mundo
de hoy la celebración periódica de elecciones es el mecanismo institucional que
utilizan todos los sistemas y modelos políticos para legitimarse.
En las
democracias liberales se elige Presidente por un período constitucional
determinado (EEUU, 4 años con posibilidad de re-elección por una sola vez). En
las social democracias con régimen parlamentario, el Presidente o Primer
Ministro se mantiene en el poder mientras conserve mayoría parlamentaria
(España, donde Felipe González fue presidente de gobierno durante 14 años).
Lo bizarro
es que los regímenes autocráticos y las dictaduras totalitarias también
celebran elecciones periódicas, eso sí, con partido único y candidatos únicos.
El ejemplo más cercano y protuberante es el de Cuba donde los hermanos Castro
se mantienen en el poder desde 1959.
Las
elecciones convocadas para el 6 de Diciembre se ajustan al modelo de las
dictaduras totalitarias. Aunque formalmente participan diversos partidos y
múltiples candidatos, el gobierno ya ha puesto en marcha dispositivos y
mecanismos para tratar de cerrarles el paso a los candidatos de la oposición.
Un ejemplo, el CNE está constituido por cuatro (4) miembros del PSUV y uno (1)
independiente; y todos los organismos electorales subalternos fueron conformados
a su imagen y semejanza, esto es, con mayoría aplastante de militantes del
PSUV.
Pero el
gobierno no se da por satisfecho con el control apabullante de los organismos
electorales. Le ha declarado la guerra a la oposición. La inhabilitación
inconstitucional de candidatos es inaceptable, pero se está aplicando con
caradurismo y descaro.
Un caso
emblemático es el de María Corina Machado, una luchadora que no se rinde, que
ha hecho suya aquella expresión de moral combatiente: Es preferible morir de pie que vivir de rodillas.
¿Ante este
panorama desolador habría que abstenerse? Por supuesto que no. El gobierno está
decidido a ganar por fraude. Pero la oposición está en capacidad de
impedírselo.
El pueblo
está impaciente por un cambio de gobierno y convencido de que la vía menos
dolorosa para lograrlo es ganar las elecciones. Ni los chavistas de corazón
votarán por Maduro. Ellos ya decidieron darle la espalda a un gobierno tan
funesto. La clave está en la movilización popular. Sería conveniente que los
estrategas de la resignación hicieran mutis por el foro, y que asuman la
vocería de la protesta colectiva quienes tengan temple y convicción para
ejercer ese liderazgo. Menos mal que la MUD y su vocero Chúo Torrealba
pareciera que están en esa línea.
Caracas, 08
de Agosto del 2015
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