Entrada destacada"El Silencio de los Buenos" ...

“NO CAMBIAR, ES REPETIR” Proyecto Grifo: El ESTADO PLURAL ® 2006

martes, 4 de agosto de 2015

SIGILOSA EUTANASIA Por Bernardo Conde


SIGILOSA EUTANASIA.

(A propósito del artículo "¿Tocamos fondo?" de Luis Vicente León en El Universal 2/8/15, el cual se anexa)

A veces la angustia que genera una situación adversa hace que nos preguntemos reiteradamente la misma cuestión y no nos percatemos de lo obvio: "Nunca se sabe cuando un país tocará fondo sino hasta después de haberlo tocado". Pareciera una verdad de Perogrullo. Por supuesto que cualquier medida correctiva drástica para "salir del fondo" traerá más dolor que la situación previa, y hará que "el fondo" se mueva y no se haya tocado todavía. Pero cuando dicha medida se aplica es porque es necesaria y ya no quedan muchas otras alternativas. Las otras son paliativos que extienden la agonía pero no resuelven; por las que el fondo nunca se alcanza. El mismo Luis Vicente León, en entrevista reciente, ponía el parangón del paciente al que le dicen que se tiene que someter necesariamente a una cirugía extractiva de apéndice para evitar una septicemia que lo llevaría a la tumba. Obviamente el enfermo tiene la esperanza de sentirse mejor después de la operación, pero antes, durante y más tarde tendrá que correr con una serie de sacrificios (entre ellos el económico), restricciones, dolor, tratamientos, amarguras, limitaciones, depresiones, etc., que harán que no se sienta mejor hasta comenzar a recuperar la salud y remontar la cuesta. (Por eso, entre otras cosas, todavía no habríamos "tocado fondo").


Salir adelante (digo yo) implica conocimiento, análisis, sabiduría, dictamen, decisión, determinación, acción, disciplina, monitoreo constante, ajustes, fe, esperanza, fuerza de voluntad, profesionalismo, y muchas otras cosas y virtudes... Pero para ello, para la aplicación de las medidas correctivas, tiene que haber pleno acuerdo entre el paciente y el médico...y lo mismo al interior del equipo de facultativos que intervendrán en el caso...El deber ser.  Una ilusión hipotética, con la sapiencia del fiel de la balanza: abandono de las doctrinas y prácticas erradas actuales para aplicar las mejores técnicas, de avanzada, con tecnología de punta, y por galenos reconocidos a nivel nacional e internacional, con métodos clínicos probadamente exitosos. (Utopía milagrosa del entendimiento y la concordia en una Venezuela archi-polarizada). Venezuela viviría en el mejor de los mundos y en plenitud de armonía y hermandad. Obviamente, es lo ideal, pero... aquí, en Venezuela, lamentablemente NO hay ese encuentro, esa visión común. Aquí se enfrentan dos concepciones de la "medicina" socio- política- económica totalmente opuestas y excluyentes. Quedan entonces dos opciones no concurrentes y hasta antagónicas: A) El paciente se sigue descompensando, deteriorando y sufriendo mientras le aplican medidas distraccionistas, probadamente fracasadas, y sigue tomando hierbitas...per secula seculorum (caso Cuba castrista). Estado de postración y resignación inoperante. Muerte en vida.  B) Cirugía radical impuesta, aún a costa de su voluntad (caso Chile- Pinochet) para corregir y enderezar rumbos. Dolor, privaciones, tratamiento forzoso y limitativo de libertades, pero con la aplicación de fórmulas exitosas le permitirían al paciente su recuperación en el mediano plazo, aún a pesar de su oposición o negativa a someterse a la intervención quirúrgica. El paciente se salva y mas adelante podrá llevar a cabo una vida sana, vigorosa, plena y expansiva (caso Chile democrático).


Ahora, la pregunta de las 64.000 lochas: ¿Tiene el paciente uso de razón, libertad, libre albedrío, dominio de la voluntad, soberanía? ¿Quién ejerce la patria-potestad? ¿Quién asume las consecuencias si algo sale mal? ¿Quién domina la situación durante el amargo y difícil periodo de recuperación? ¿Quién asume los costos (financieros, económicos, políticos, etc.)?


Hay una tercera vía para estos casos(siempre hay una tercera vía): Pasa el tiempo, el paciente se agrava tan profunda y severamente que entra en convulsiones, colapsa, y ya en estado crítico lo tienen que llevar a la Emergencia del Hospital, donde la misma situación caótica y de falta de atención dejó en total precariedad las posibilidades de actuación y por ende de salvación, sino por métodos radicales, extremos, y a veces arcaicos y hasta salvajes, heroicos, con grave riesgo para la vida del muy deteriorado enfermo. El Juramento Hipocrático le exige a los "médicos" de guardia actuar y salvar vidas, aun trabajando con las uñas. Ya no le van a preguntar al paciente o a los familiares, o tutores, por su consentimiento para aplicar esta o aquella medida, este o aquel tratamiento, si amputarán o no, si usarán bisturí, escalpelo, segueta o serrucho. Actuarán quirúrgicamente y sin ambages, y tal vez hasta de manera brutal. La operación va a ser mucho más riesgosa. La recuperación va a ser mucho mas costosa, lenta, larga, amarga... Y también dejará secuelas que arrastrará el paciente y su familia...por mucho tiempo. Todo por un craso error conceptual desde el inicio, una ignorancia supina y el sacrosanto "derecho" a meter la pata, seguirla metiendo adrede, de una manera irresponsable y criminal, a pesar de todas las advertencias y recomendaciones de la familia y de los galenos y expertos sobre un régimen de vida desordenado y probadamente fracasado. Un estado al margen de la racionalidad y el derecho. Un Estado Forajido. ¿A quién compete actuar ante un caso de enajenación o de marginación legal y constitucional? No sólo el tabaco mata de manera silenciosa, como también lo hace la hipertensión arterial. La ignorancia mata. La terquedad mata. El fanatismo mata. ¿"El sacrosanto derecho" a suicidarse? ¿Suicidarse y con ello causar la muerte de otros, sean inocentes, extraños o no? ¿Terrorismo, y en este caso "Terrorismo de Estado" contra su propia población?  Ciertamente un caso de ética y patriotismo. De moral y resolución dentro de los dictados de la recta conciencia y la praxis legal y constitucional. El derecho inalienable a recuperar la Constitución, la Soberanía y la Libertad, hoy perdidas. Pareciera que la Sociedad Venezolana estuviese dopada o durmiese un largo y profundo letargo. Pareciera que a Venezuela sus apoderados le estuviesen aplicando una muerte lenta asistida, premeditada y alevosa, bajo un manto de cinismo profesional. Una sigilosa eutanasia. Criminal.


Bernardo Conde
Caracas, 2 de Agosto de 2015


No hay comentarios:

Publicar un comentario