RASPANDO LA OLLA
HOJA DE RUTA POLÍTICA (No 144)
Octavio Lepage
Ya lo
señalamos. Los hijos de un padre que por reblandecimiento mental o emocional se
torna pródigo y botarata, tienen el recurso de acudir ante un juez en solicitud
de medidas protectoras del patrimonio familiar.
En cambio,
los ciudadanos de Venezuela estamos contemplando el raspado frenético de la
olla por nuestros ineptos y corruptos gobernantes, sin instancia institucional
a cual acudir para evitar la bancarrota nacional.
Como se
sabe, a Venezuela no le ingresan dólares suficientes para la compra de bienes
que ahora estamos obligados a importar a consecuencia de la alocada e
irresponsable política de expropiaciones, calcada en el fracasado modelo cubano
que se ha aplicado en estos 15 años de empobrecimiento nacional acelerado.
Ante esa
desesperante escasez de dólares, a los ignaros e irresponsables que nos
gobiernan, ignorantes de alternativas viables en momentos de crisis económicas
y maniatados por su servidumbre ideológica y política, no se les ha ocurrido
sino vender nuestros escasos haberes en el exterior empezando por CITGO,
empresa con refinerías especialmente diseñadas para procesar nuestros petróleos
pesados y extra pesados; con una amplia red de estaciones de servicio en
Estados Unidos. No se exagera al considerar esta operación como crimen de lesa patria.
Después
retiraron del Fondo Monetario Internacional buena parte de los Derechos
Especiales de Giro. Ahora empezaron a negociar la deuda de los países del
CARICOM por el petróleo a precios rebajados que Venezuela ha venido
suministrándoles en el marco del programa Petrocaribe. Esa deuda alcanza a unos
once mil millones (11.000.000) de dólares. El gobierno acaba de redimir la
deuda de la República Dominicana y la de Jamaica, recibiendo solamente el 50%
de lo que debían.
Todo esto
parece inverosímil, pero es la pura verdad. Con la producción de petróleo en
merma constante por el descuido de pozos y taladros, y con la producción de
derivados también en baja acelerada por falta de mantenimiento de nuestras
refinerías, nos hemos convertido en importadores de petróleo crudo y de
derivados (gasolina, gasoil, etc.). Para remate, el gobierno no se atreve a
cortar, ni siquiera disminuir, los cien mil (100.000) barriles de petróleo que
diariamente le regala a Cuba, ni a revisar el programa de Petrocaribe, pues la
verdad es que el único país que en este continente puede asumir esa carga es
Estados Unidos.
Ante este
cuadro preocupante, por no decir aterrador, se impone protestar y no apechugar
¿Qué opinan los estrategas de la resignación?
Caracas, 30
de Julio del 2015
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