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miércoles, 30 de septiembre de 2015

Diputado Julio César Rivas: La corrupción es la principal falla de nuestro sistema eléctrico


Diputado Julio César Rivas: La corrupción es la principal falla de nuestro sistema eléctrico

(Valencia, 29 de septiembre de 2015).- “Nunca se resolverá la problemática en el sistema eléctrico nacional si se sigue permitiendo impunidad en cuanto al manejo de recursos aprobados para solventar la crisis eléctrica y la gran corrupción que llena los bolsillos de unos pocos contratistas de Corpoelec” aseguró el diputado al Consejo Legislativo del Estado Carabobo, Julio César Rivas.

El parlamentario ofreció estas declaraciones luego de que el pasado lunes, varios sectores de la región carabobeña permanecieran por más de diez horas sin luz, asegurando que ese apagón afectó sin duda alguna el motor económico del estado, que incluye desde grandes industrias establecidas en la entidad, así como pequeños y medianos comercios, cadenas hoteleras y  al pueblo trabajador, que, con mucho sacrificio y de manera  milagrosa, logra reunir 30 veces su salario para poder adquirir aparatos eléctricos que se dañan por las constantes fallas eléctricas.

Julio César Rivas, hizo un llamado a los diputados de la Asamblea Nacional, quienes tienen la competencia de aprobar año tras año, los presupuestos del país para la realización del mantenimiento a la red eléctrica de la nación para que hagan de manera exhaustiva,  un seguimiento al dinero aprobado en sesión, saber en qué proyectos están siendo ejecutados y hacer las investigaciones correspondientes, pues considera que no están siendo manejados de manera eficiente, lo que evidencia una incapacidad en el manejo de generación y distribución eléctrica.

“También hago un llamado a la Contraloría General de la República, ya que considero que el manejo de empresas estatizadas por Corpoelec, se ha convertido en el  objetivo preferido de los corruptos para hacerse de dinero fácil y convertirse en millonarios instantáneos, adueñándose de los recursos destinados para la inversión en materia eléctrica, abandonando las responsabilidades que adquirieron en el mantenimiento y distribución de energía de todo el país” sentenció el legislador. 

Rivas indicó que uno de los casos más lamentables en esta materia es que de más de diez aeronaves que debían ser destinadas al mantenimiento preventivo de la red eléctrica nacional, sólo estén funcionando dos, lo que a su juicio, hace contraste con los grandes yates y aviones que pueden cruzar el océano atlántico, o que bien desfilan por Europa y América del Norte, y que son propiedad de muchos contratistas de Corpoelec, “quienesde la noche a la mañana se han hecho multimillonarios, mientras que en Venezuela, vivimos a oscuras y en constante apagón”.

El diputado finalizó sus palabras haciendo énfasis en que los organismos competentes del Estado, deben exigir rendición de cuenta al anterior Ministro de Energía Eléctrica, Jesse Chacón, debido a que durante su gestión “se decretaron varias emergencias eléctricas para evadir el reglamento de licitación de contratos en la materia sin que esto haya significado mejora o avance alguno en la prestación de este servicio tan necesario para el desarrollo económico del país”.

POR QUIÉNES NO VOTAR


POR QUIÉNES NO VOTAR
HOJA DE RUTA POLÍTICA (No 157)
Octavio Lepage


El 6 de Diciembre, venezolanos y venezolanas, mayores de 18 años, votarán para elegir diputados a la nueva Asamblea Nacional. Se enfrentan básicamente los candidatos del partido de gobierno (PSUV) y los de la MUD, expresión unitaria de la oposición democrática.

No hace falta resaltar la importancia singular de estas elecciones. Son la oportunidad institucional de recuperar el rumbo perdido. Los candidatos del oficialismo si de nuevo fueran mayoría, no solamente sería más de lo mismo sino algo más negativo, ya que a pesar de la relación casi filial que los vincula, Maduro es muchísimo peor que Chávez.

No se requiere gran esfuerzo de memoria para recordar cómo era Venezuela antes del ascenso electoral de Chávez a la Presidencia. Era un país respetado y admirado en la comunidad internacional.

Se nacionalizó la industria petrolera, y PDVSA, en manos del Estado, llegó a ocupar el quinto (5º) puesto entre las empresas petroleras más importantes del mundo. Hoy está casi en banca rota, debiéndole a medio mundo.

Con una inteligente política de pacificación, dirigentes y militantes de la guerrilla castro-comunista, a pesar de haber participado en varios frentes guerrilleros y en los levantamientos militares de Carúpano (Carupanazo) y de Puerto Cabello (Porteñazo), se reintegraron a la vida normal, y unos cuantos de ellos (Pompeyo Márquez, Teodoro Petkoff, Germán Lairet, Manuel Quijada, Eloy Torres, entre otros) fueron ministros, embajadores, senadores, diputados. Por contraste, Chávez y Maduro han fragmentado a los venezolanos separándolos por fuertes barreras de odio.

Manifestación de esa estrategia de dividir sembrando odio ha sido la ocurrencia de referirse a César Miguel Rondón como “periodista mexicano-venezolano”. Él es venezolano por nacimiento, y nació accidentalmente en México porque su padre, César Rondón Lovera, destacado dirigente democrático, fue lanzado al exilio y pidió asilo en el fraterno país azteca. También se inscribe en esta línea de discriminación odiosa la negativa a aplicar la decisión de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), que ordenó restituirle a Radio Caracas Televisión (RCTV) sus equipos confiscados y a renovarle la licencia para operar de nuevo como canal de televisión.

Lo señalado es apenas una muestra del daño inferido al país en estos 16 años de chavismo. Éramos un país que avanzaba con lentitud, pero con consistencia. Habíamos dejado de ser un país monoproductor que vivía únicamente del petróleo. Esta plataforma positiva se derrumbó. De país rico hemos pasado a vivir precariamente, importando casi la totalidad de lo que consumimos.

Dicho esto, he de suponer que todos los venezolanos sepan por quiénes no deben votar.


Caracas, 29 de Septiembre del 2015


SOLIDARIDAD CON CMR Por Carlos Canache Mata


SOLIDARIDAD CON CMR
Carlos Canache Mata
   
  Debo confesar que me emocionó la serena respuesta de César Miguel Rondón (CMR) al miserable comunicado emitido por Conatel, es decir, por el gobierno, en el que se le agrede por  su actuación en un programa radial donde supuestamente “se realizaron graves ofensas a la figura presidencial, a la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, y en general, a las instituciones de la Nación”.

   En ejercicio de su actividad periodística profesional, a la que se dedica con brillo y prestancia, CMR entrevistó al Alcalde de la ciudad de Cúcuta, Colombia, quien hizo consideraciones críticas a las medidas adoptadas por el gobierno venezolano en la zona fronteriza con el vecino país y a la forma como Nicolás Maduro ha manejado el conflicto. Conatel, es decir, el gobierno, pretendía que CMR se pusiera a polemizar con el entrevistado y rechazara sus afirmaciones y opiniones. Según informaciones que han trascendido a algunos medios de comunicación, el régimen chavista estaría presionando a los propietarios de la cadena radial “Unión Radio” para que supriman el espacio del programa que, con el beneplácito de una vasta audiencia, nos ha venido ofreciendo el destacado comunicador social.

   Pero lo más perverso y despreciable del ataque gubernamental a CMR es su caracterización xenofóbica como un “ciudadano mexicano-venezolano”, creyendo que así lo ofendía y desmeritaba, y sin tomar en cuenta que el artículo 32, numeral 2, de la Constitución, declara que son venezolanos por nacimiento “toda persona nacida en territorio extranjero, hijo o hija de padre venezolano por nacimiento y madre venezolana por nacimiento”.

   CMR le salió al paso a lo que pretendía ser una afrenta. Nos contó “una pequeña historia” que hace referencia a la lucha de su padre, César Rondón Lovera, dirigente de Acción Democrática, contra la dictadura perezjimenista, su prisión en la Penitenciaría de San Juan de los Morros, su matrimonio en esa cárcel con otra luchadora democrática, Roselena Tejeda, y el exilio a México el año 1951.

   Es por estas circunstancias que CMR nace en la ciudad de México, pero, a medida que su conciencia de niño iba creciendo, en la casa transitoria iba haciendo el aprendizaje de que había una patria lejana a la que se empezaba a amar. Es conmovedora su revelación de que “me llamaba mucho la atención que la conversación recurrente en esa casa, llena de exiliados políticos, era siempre Venezuela, Venezuela, Venezuela, Venezuela”.


   Allá los encontré, a César y Roselena y sus hijos pequeños, cuando en 1955 inicié el exilio mexicano. Por mi mente desfilan ahora los recuerdos, no sin nostalgia, de aquel tiempo en el que se pronunciaban discursos contra el dictador distante, se esperaban noticias de la lucha que se libraba por el restablecimiento de la libertad y nos encontrábamos a diario para el diálogo y la reflexión los desterrados de diversas militancias políticas, todos alumbrados junto a la figura señera de Rómulo Gallegos. 


lunes, 28 de septiembre de 2015

Venezuela, el robo como historia


Armando Martini Pietri: 
Venezuela, el robo como historia
  
No es bonito decirlo ni reconocerlo, pero hemos sido casi desde nuestros inicios un país de demasiados sinvergüenzas y atracadores a mano abierta. Así como los conquistadores españoles trajeron leyes, organizaciones y normas, incluyendo algunas muy nobles de protección a los indígenas, navegaron también con hábitos de pillaje, astucias delictivas y la tradicional aversión española de someterse dócilmente a imposiciones y tributos al Estado.

Los españoles de los siglos XVI y XVII miraban con codicia y espíritu de oportunidad a los territorios ricos en oro y plata. No tan casualmente los tres grandes virreinatos, el de México que incluía el Caribe,  Centroamérica y buena parte de los actuales Estados Unidos; el de la Nueva Granada cuya capital estaba en Bogotá, que abarcaba a Panamá, la muy extensa Gobernación y después Capitanía General de Venezuela, buena parte de cuyo territorio se tragaron tranquilamente los ingleses y los luso brasileños, y Ecuador; y el de Perú, que subía hasta las cumbres andinas de la actual Bolivia, se extendía al largo territorio chileno y abarcaba densas selvas amazónicas. El virreinato que tenia a Buenos Aires por capital, era otra cosa.

En esos virreinatos el peninsular podía hacer carrera civil y militar, y eran además territorios de muy productiva minería de oro, plata, diamantes, esmeraldas y algunas otras piedras preciosas.

El Mar Caribe se convirtió en un auténtico Mediterráneo español liderizado por dos grandes centros de justicia estatal, control legal, supervisión política y centros comerciales: Santo Domingo, y Cuba. Ese mar se convirtió rápidamente en coto de caza de piratas y corsarios, unos autónomos y otros oficialmente autorizados por los rivales de España en el Caribe, fundamentalmente Inglaterra, Francia y Holanda. Muchos conflictos bélicos europeos en los cuales el reino español participó y salió derrotado, se arreglaron con entregas de territorios españoles a esos países rivales, como fueron los casos de varias islitas caribeñas, Haití, Trinidad -pérdida dolorosa- y las tres Guyanas, empezando por la que arrancaba hacia el Este desde el rio Esequibo hasta la francesa y la holandesa.

Ese mar caribeño territorio de cacería para piratas de todas las nacionalidades lo fue porque a través de él cruzaban las rutas fundamentales de entrada y especialmente de salida hacia la península ibérica de pesados galeones cargados hasta los topes de minerales de lujo y algunos, más bien pocos, productos agropecuarios americanos.

Los piratas ingleses, franceses y holandeses que tenían diversos puertos de refugio y de pasar el tiempo entre ataque y ataque, tenían mucho más interés en perseguir, solos o en grupos, a las embarcaciones cargadas, que en ir a robar a las poblaciones pobretonas. Pero lo hacían por razones diferentes: para mantener sus brutales tripulaciones ocupadas, para reponer existencias de comida, agua fresca y mujeres, porque la competencia en alta mar era mucha y creciente.

Asaltar Maracaibo o Panamá se convertía en tentador porque los marinos piratas sabían que en esas ciudades, ya sólidamente establecidas, encontrarían tesoros familiares escondidos en casas mal defendidas, candelabros y piezas religiosas (recuerden los deslumbrantes sagrarios de oro o cuidadosamente bañados en oro y plata), joyas de uso personal de los mantuanos pero también de blancos de orilla e isleños comerciantes y artesanos, monedas, templos, residencias y oficinas estatales.

Todavía hoy podemos disfrutar de formidables construcciones de defensa de ciudades y puertos, que con grandes y habitualmente bien usados cañones podían hundir cualquier barco o flotilla pirata. Entonces los piratas fondeaban lejos y avanzaban por tierra, las historias y leyendas son numerosas.

Los grandes nombres idealizados por las novelas de Salgari y otros autores, como Barbanegra, Henry Morgan, Francis Drake, Walter Raleigh, el Olonés, atacaron puertos a cañonazos, pero también planificaron  esmeradas expediciones por tierra y asaltaron Maracaibo, Caracas, Panamá, Angostura –Drake y Raleigh navegaron profundamente Orinoco adentro, por ejemplo- y hasta ciudades mucho más lejanas del mar como Barquisimeto.

Pero mientras esa gigantesca industria de la piratería navegaba viento en popa y a toda vela, en nuestra pequeña Venezuela se desarrolló también durante siglos la piratería interna de saltarse los impuestos, de trasladar mercancías –cacao, por ejemplo, las famosas plumas de garza, cueros bovinos y carnes- a puertos diferentes a los autorizados, puertos no autorizados por la corona española donde fondeaban tranquilamente barcos de diferentes banderas para intercambiar telas, libros, artículos personales, repuestos de las rústicas maquinarias de la época, por los productos de agricultores venezolanos que llegaban a acuerdos de precios pero se ahorraban los pesados impuestos de la Monarquía española. En todo Oriente se comerciaba con esos barcos europeos en las narices de autoridades que se convertían, a cambio de sus tajadas, en cómplices.

En las estructuras legales coloniales no pasaba diferente. El tráfico de influencias era cosa de todos los días, nombramientos y concesiones, pero también castigos y confinamientos remotos eran habituales, con los cuales arruinaban a algunos y terminaban fortaleciendo a otros –no es casualidad que el pelirrojo asturiano profesional de la marina, el piloto José Tomás Boves,  y el modesto llanero y cobrador guariqueño, rubio pero blanco de orilla José Antonio Páez, terminaran siendo exitosos comerciantes, y por eso líderes populares, antes de convertirse en duros jefes militares. La estructura burocrática y social sólo era española nativa en su minoría; la mayoría era venezolana, y era la que hacía pactos, miraba para otro lado o aplicaba esa injusta corrupción que es la exclusión por razones de piel.

Los venezolanos de alcurnia y estirpe se abrieron a la independencia por su nivel cultural y entusiasmos juveniles, pero también y mucho más porque simplemente querían manejar su país a su estilo y conveniencias sin tener que calarse a peninsulares casi siempre de muy bajo nivel de formación, cuyos salarios y estructura debían pagar de sus propios bolsillos. Los alemanes que habían prestado importantes sumas de dinero a Carlos I Habsburgo, recibieron como pago el uso y disfrute a discreción de Venezuela sin consultar a nadie, y posteriormente deudas con ricos vascos se pagaron con una nueva concesión comercial a dedo real que se llamó Compañía Guipuzcoana.

Después vinieron los destrozos de la feroz y larga guerra de independencia en la cual buena parte del pueblo no creía porque sus pequeños cultivos, sus reservas y sus hijos eran las primeras víctimas, a Bolívar y otros importantes dirigentes les costó años de guerras, guerrillas, ataques y contraataques, desastres y triunfos, llegar a Carabobo con un ejército organizado; el poderoso virreinato de la Nueva Granada se derrumbó en pocas batallas, a Bolívar y Venezuela les costó 14 años sacar a los españoles.

Pero recuérdese que Bolívar debió fusilar a unos cuantos sinvergüenzas civiles y militares que aprovecharon el caos de la guerra para enriquecerse. Después vinieron esos horribles segundos setenta años del siglo XIX de guerras, alzamientos y contragolpes, por los cuales desfilaron generales, coroneles y doctores que no sólo combatieron sino que robaron a mansalva en el Gobierno y en sus alrededores. Después el ordenado desorden de Cipriano Castro que gobernó a cuenta de los andinos pero dando todas las ventajas a valencianos y caraqueños, y luego la feroz paz gomecista. El benemérito nunca entendió el negocio petrolero, pero si comprendió la importancia del control militar y policial férreo para sostenerse él en el poder llenándose de haciendas, y quienes formaban parte de ese control también se llenaban los bolsillos día tras día.

Y así hasta nuestros días, cuando piratas y bucaneros más modernos, laptop en mano, han esquilmado en beneficio propio miles de millones de dólares que llevaron a este país, no sólo a deudas externa e interna colosales, sino al actual estado de incompetencia y ruina generalizadas. La capacidad productiva y técnica se ha perdido, las múltiples decisiones equivocadas de los líderes políticos han llevado a nuestro país de un ciclo de vacas gordas a vacas flacas sin aprender la lección de aprovecharse de los buenos tiempos y ahorrar y prepararse para los malos.

La revolución bolivariana socialista nació con aromas de reconducción del país, y terminó siendo un régimen con jets privados, informática, camionetas blindadas que sobrevuelan y cruzan impertérritos un país de hambre, carencia, angustia y privaciones que buena parte de los venezolanos había superado antes de esa retorcida revolución. De ser país líder en salud pública, control sanitario, oportunidades de prosperar, la democracia fue derribada para terminar siendo hoy el peor país de América Latina. La revolución bolivariana ha dejado bien sembrado su estigma de decadencia y degradación.

Ciertamente, no podemos abandonar lo que nos queda; la esperanza. No como lo último que nos queda sino lo que debemos defender. Muchos piensan que acudir masivamente a votar el 6 de diciembre es la solución; otros, consideran lo contrario, que no se debe votar para deslegitimar el régimen y no ser su cómplice, pero lo cierto es que algo debe hacerse para evitar que esta plaga continúe con el legado ancestral delincuencial, cuyo beneficio y competencia sólo se aprovecha para despojar, destruir, arrasar.

El país que tuvimos en los setentas, ochentas y cualquier época, ya no existe ni volverá; toca ahora reconstruirlo, un trabajo gigantesco, arduo, complejo y que requiere de un gran esfuerzo para quienes están dentro de esta Venezuela actual y tendrán que rehacerlo o perecer.

@ArmandoMartini




domingo, 27 de septiembre de 2015

"PASTOR Y POLÍTICO" por Oswaldo Álvarez Paz



DESDE EL PUENTE
Oswaldo Álvarez Paz

PASTOR Y POLÍTICO

Su Santidad Francisco, primer Papa latinoamericano y primer jesuita en ocupar el trono de San Pedro, acaba de concluir una extraordinaria jornada en el continente. Cuba y Estados Unidos fueron escenarios válidos para que mostrara ante el mundo su condición de pastor y de político, ambas facetas cumplidas a plenitud.


Algunos olvidan que Francisco es un Jefe de Estado. Nada más ni nada menos que del Vaticano. Tiene obligaciones extraordinariamente serias derivadas, entre otras cosas, de la exitosa intermediación entre los dos países visitados, relaciones que avanzan, no sin serias dificultades, pero diremos que los católicos cubanos están ahora mejor que antes y el pueblo, en general, acaba de recibir una dosis de fe y entusiasmo hacia la libertad. El fervoroso respaldo de la calle y el respeto por parte del gobierno ratifican nuestra visión optimista del futuro.


He seguido atentamente todas las intervenciones de Francisco. Tanto en Cuba como en Estados Unidos, en la Organización de las Naciones Unidas, ONU y finalmente en Filadelfia con relación a la familia. Confieso cierta melancolía al recordar nuestros primeros pasos en la política, desde las filas de la Juventud Revolucionaria Copeyana y la Democracia Cristiana Universitaria a la caída de la dictadura de Pérez Jiménez. Las mismas lecciones básicas, hasta con casi el mismo lenguaje de nuestros fundadores y primeros maestros. Se trata de una vuelta a las raíces que mucha falta hace en este tiempo perverso de Venezuela. Ojalá y los actuales dirigentes de COPEI, independientemente del bando en que estén ubicados y los millones de socialcristianos alejados de la actividad partidista, se tomen un tiempo para analizar y asimilar los mensajes de Francisco.


En mi opinión hay un relanzamiento de la Doctrina Social de la Iglesia, sin dogmas de fe que no tendrían cabida. Se trata de un camino claro y factible para quienes no son comunistas, ni socialistas, ni socialdemócratas indefinidos, ni neoliberales rabiosos y excluyentes. También para todos estos en la medida que estén dispuestos a luchar por la dignidad de la persona humana, es decir, del individuo y su familia, por la perfectibilidad de la sociedad civil y por la justicia social como instrumento para alcanzar el bien común.


Pongamos punto final a la politiquería baratera de este tiempo dando una nueva dimensión a la lucha por la democracia.


oalvarezpaz@gmail.com
@osalpaz
Lunes, 28 de septiembre de 2015


"RECORDANDO A RÓMULO" Por Gustavo Mirabal Bustillos


RECORDANDO A RÓMULO
Gustavo Mirabal Bustillos

Yo primero fui contra la injusticia económica social que contra la opresión política”           Rómulo Betancourt


Tal día como hoy hace 34 años, murió en la ciudad de Nueva York Rómulo Betancourt.  El libro “Rómulo Betancourt político sin ocaso” (crónica de una muerte).  Editado por José Agustín Catalá narra el gran homenaje Post Mortem tributado a este gran hombre / político.  Fue dos veces Presidente de la República, primero como Presidente de la Junta Revolucionaria de Gobierno 1945 – 1948 y posteriormente (1959 – 1964) como Presidente Constitucional de la República.  Fundador del partido político Acción Democrática, su mejor obra como lo manifestó en varias oportunidades.

Importantes líderes del mundo, enviaron mensajes a la familia y al partido AD por tan lamentable hecho, tales como: Ronald Reagan – Presidente de los Estados Unidos, François Mitterrand – Presidente de Francia, Juan Carlos I – Rey de España, Leopoldo Calvo Sotelo – Presidente del Gobierno Español, Margaret Thatcher – Primer Ministro Británico, Constantino Carqmanlis – Presidente de la República Checa, Yitzhak Navon – Presidente de Israel, Henry Kissinger – Ex Secretario de Estado de U.S.A., José López Portillo – Presidente de México.  Los Presidentes de República Dominicana, Guatemala, El Salvador Panamá, Ecuador, Chile, Perú, Honduras, Costa Rica, Nicaragua, Colombia.  Líderes como Willy Brandt – Presidente del Partido Social Demócrata Alemán, partidos políticos como el Socialista Español y el Nacionalista Vasco.

La prensa internacional reseñó ampliamente tan deplorable acontecimiento.

En Caracas, miles de venezolanos lo acompañaron hasta su última morada en una demostración de admiración y respeto.

En el Congreso de la República de Venezuela se aprobó por unanimidad un acuerdo de duelo del Parlamento Nacional el 29 de setiembre de 1981, interviniendo en dicho acto por Acción Democrática, Carlos Canache Mata, Oswaldo Álvarez Paz por el Partido Social Cristiano Copei, German Lairet por Movimiento al Socialismo (MAS); Ramón Tenorio Sifontes por URD y Siuberto Martínez (MEP).

Es bueno traer a la memoria parte de lo dicho por los mencionados diputados: Carlos Canache Mata “Cuando los historiadores del futuro tiendan la vista sobre los últimos 50 años de nuestra vida republicana, con resonancia estelar el nombre de Rómulo Betancourt aparecerá dominando la escena”.

Oswaldo Álvarez Paz “Tendríamos también que señalar en Rómulo Betancourt, al lado del coraje personal para la lucha, la honestidad, la probidad a toda prueba en toda su trayectoria política.  No es fácil haber empezado una lucha en una época, como lo hizo Rómulo Betancourt y concluirla después de medio siglo, con el reconocimiento general de una nación que lo reconoce como guía y pionero fundamental del régimen de libertades públicas”.

German Lairet “Buena parte de los venezolanos que no actuamos en política movidos por rencores, por mezquindades, tenemos que valorar positivamente la obra y la trayectoria de Don Rómulo Betancourt.  Sin quedarnos reserva alguna por dentro, nos solidarizamos con todas las manifestaciones que hoy realiza y expresa el pueblo de Venezuela con motivo del fallecimiento de Rómulo Betancourt”

Ramón Tenorio Sifontes “La obra pública y la obra política del ex presidente Betancourt cuyo fallecimiento ayer, en la ciudad de Nueva York han conmovido la opinión nacional y ha creado una expectativa dolorosa en todo el pueblo democrático de Venezuela”.

 Siuberto Martínez “Como hombre yo afirmo que fue honesto; como gobernante aseguro que fue honrado; como político dejó a la historia la calificación más justa”.

Gonzalo Barrios – Presidente de Acción Democrática en su discurso en el Salón Elíptico del Palacio Federal Legislativo el 2 de octubre de 1981 dijo: “Estamos despidiendo a un protagonista.  Protagonista de acontecimientos fundamentales en la historia de Venezuela.  Protagonista en la defensa y divulgación de las ideas que suscitaron tales acontecimientos.  Protagonista en el esfuerzo y la tenacidad para promover adhesiones y aplicar con el concurso del pueblo, sus doctrinas de acción política.  Protagonista en la pasión ardiente que iluminó sus convicciones y le armó la voluntad para una lucha sin tregua a lo largo de todos sus años.  Esta trayectoria comporta grandeza y es una invitación a la leyenda”.

En todos los acontecimientos políticos, económicos y sociales acontecidos en Venezuela desde 1928 hasta su desaparición 28 de setiembre de 1981 estuvo presente, con éxito, el pensamiento, la acción, de Rómulo Betancourt.

Fue el gran constructor de la democracia venezolana, hoy tan maltratada, menguada, mejor dicho inexistente.

Comparto lo dicho por calificadas personalidades que Rómulo Betancourt en el campo político, fue el hombre más importante del Siglo XX de Venezuela.

Recordar a Rómulo Betancourt es aprender.



Caracas 28 de setiembre 2015


“El secreto del éxito de Rómulo” Por Francisco Pantaleo-Gandais




  “El secreto del éxito de Rómulo: 
Una receta para los políticos” 
Por Francisco Pantaleo-Gandais

 “… debo a Rómulo el haber descubierto y comprendido con hechos, que la política es la gerencia de los beneficios para la polis” – Francisco Pantaleo-Gandais

 “Fue quizás el más influyente político en Latinoamérica en la segunda mitad del Siglo XX. En ocasión a su desaparición física, les traemos un denso trabajo de investigación en libros oficiales por más de 10 años que realizara Francisco Pantaleo-Gandais sobre un aspecto hasta ahora poco estudiado: Su enorme capacidad gerencial.” – la.Patilla.com 28/09/15


Para Venezuela (salvando algún evento noticioso muy especial), cualquier 28 de septiembre, lo que más va a destacar nacionalmente es al día en que en 1981, murió Rómulo Ernesto Betancourt Bello; Rómulo Betancourt para los documentos oficiales e históricos; Rómulo para el pueblo venezolano: el padre de la democracia venezolana.

Se recordarán sus logros por la democracia venezolana y del continente; sus luchas contra las dictaduras venezolanas y del continente; contra la corrupción; igual por el voto universal para todos los venezolanos, la inclusión de las mujeres al voto; por la soberanía petrolera; por la expansión de la educación a todos los niveles socio-económicos; pero hay un caso a destacar: el desarrollo de la CULTURA de Clase Media en nuestro país, o el gusto por el vivir cómodamente gracias a los frutos del estudio y el trabajo. El ascenso social por méritos propios es un sólido logro de la democracia. Sin caer en detalles, este ha sido el muro que ha evitado que el castro-comunismo se imponga en Venezuela; ya que este flagelo socio-político, es admitido en países donde la miseria es cultura de vida. Gracias al buen nivel de vida que dio al venezolano la democracia construida por Rómulo, aquí, en Venezuela, al castro-comunismo se le dijo: ¡NO!


El “secreto”: la gerencia de beneficios para la polis

Todos hablan de los muchos beneficios de este hombre, pero hablemos del “CÓMO”. Aquí parte del “secreto” del éxito de Rómulo. La lista de logros es muy larga y es por eso que se necesita entender que una agenda así, no solamente implica mucho estudio, mucha capacidad de trabajo y un inmenso amor por la gente, pero además una extraordinaria capacidad GERENCIAL. 

Jefe quien manda; gerente quien soluciona”. Este es el axioma gerencial que igual cabe para aquel que es llamado líder o sea: para aquel quien soluciona… y las soluciones no vienen ni de la pasividad, ni de la cobardía, ni de ser iluso, ni del verbo etéreo. Las soluciones para el ser humano vienen del ser humano, de observarlo a él, a su entorno y hasta la manera como se observa; de aferrarse a su realidad; de enfrentar sus obstáculos; de crear estructuras y sistemas que promuevan los objetivos; de organizar a las personas competentes con los recursos, todo para concretar las acciones mediante las técnicas existentes.  

Después de hablar, mandar es lo más fácil. 

La historia de Venezuela tiene sobrados ejemplos de Presidentes con una gran capacidad de mando, cargando en sus espaldas gran parte de la culpa de nuestros problemas – sin contar a los crímenes y la corrupción. Nuestras escasas épocas de desarrollo delatan que muy pocos han sido líderes -gerentes- cargando el éxito de sus soluciones presentes y de buena parte de los beneficios futuros. Betancourt es una de las positivas excepciones.

La gerencia fue el factor clave que hizo que los proyectos de Betancourt tuvieran éxito. Algo que ha sido tratado tan evasivamente que pudiera pensarse que el pedirle gerencia a un político, es un "insulto".

Lo preocupante es que dentro de la clase política, la gerencia es satanizada, acusándola absurdamente de inhumana, haciendo prevalecer este equivocado criterio en la (¿cuasi?) totalidad de los dirigentes partidistas. ¿No será acaso que reconociendo que la gerencia es sumamente compleja y así demandante de grandes dosis de esfuerzo y competencias, la satanizan para justificar las incompetencias de mediocres egocéntricos?

¿Como se puede calificar a quienes ambicionan cargos de inmensa responsabilidad gerencial, sin tener las competencias para ejercer estos con eficiencia? ¿Que se puede decir de quienes se lanzan al ruedo de la gerencia de los beneficios de la polis, esa a la que hay que llamar política, la más compleja de todas las ramas gerenciales, cuando sus aspiraciones apuntan a los más altos escalafones, sino al máximo escalafón; tan solo capacitados para hacer ofertas llenas de "buenas intenciones" mientras son paupérrimas sus capacidades gerenciales? La historia demuestra que esta clase (mal llamada) política, ni siquiera se ha planteado si la estructura estatal (sin hablar de sus partidos) permite la eficiencia indispensable para que se logren los beneficios que con tanto entusiasmo ofertan. Aún siendo muy bien intencionados, son personas que están más enamoradas de sus ambiciones que de sus responsabilidades. Esto -en gerencia- es letal, tal como lo demuestra la gran lista de fracasos y daños al país.

La historia tiene ejemplos muy importantes de Presidentes que se hunden con sus fracasos. Hugo Chávez ha sido mal-llamado “líder” por su carisma para un inmenso grupo, pero ¿qué fue lo que solucionó con tanta habladera, mandadera personalista, estimulación de odios y violencia? 

Del lado opositor al chavismo, no hay mucho bueno tampoco. Tuvimos unos candidatos para que de manera asociada nos representaran en las "elecciones" presidenciales, ofreciendo -durante sus campañas electorales- océanos de palabras pero que al no tener ni una hora como gobierno electo – ello por haber ganado sus elecciones- fracasaron al no defender sus triunfos, sin enfrentar cada “golpe de estado” del régimen que les robaba sus triunfos. Teniendo una clara mayoría, se callaron, abandonaron sus responsabilidades con la democracia y a su compromiso con millones de personas que creyeron, trabajaron y votaron por ellos. ¿Estos son los que llaman líderes? ¿Estos son los futuros GERENTES del Estado que van a restituir el orden democrático constitucional y van a vencer los obstáculos que impiden los beneficios de la polis? ¿Y en un futuro, teniendo un triunfo? ¿actuarán con la valentía y la responsabilidad que exige la circunstancia o seguirán divagando y hasta evadiendo las acciones que demuestren su compromiso con los principios democráticos y los electores que pusieron su fe en estos? Pareciera que TODOS son unos "afilados" luchadores por "su cuota" de poder, pero ¿cuantos son los gerentes de beneficios para la polís?, es decir ¿cuantos son políticos? y algo aún más sustantivo ¿cuantos son luchadores por la democracia?

Son líderes como Betancourt quienes han dejado muy claros contrastes con los actuales actores de la sociedad política quienes lejos están de ser políticos -y hasta demócratas. 

Necesitamos que nuestros dirigentes reencuentren su sentido de responsabilidad, para que sus sueños encuentren un "cable a tierra" que les obligue a concentrar sus esfuerzos en la creación soluciones, antes de seguir vagando en nubes de vanidades edulcoradas con buenas intenciones. 

El Estado no puede seguir siendo la cancha para las guerras de egos, donde el ciudadano queda como un minúsculo objeto electoral. Seguir explotando las esperanzas de una sociedad con farsas o pasivamente entregarse ante la fila de fracasos que lleva décadas, va a crearnos graves daños a la cultura democrática. Se impone el sentido histórico y el "inocularlo" en la sociedad política es obligación de quienes lo poseen. 

La sociedad civil del tercer lustro del siglo 21 dejó de ser la indigente que entregó a los partidos políticos todo su destino en 1945 y 1958. Estos tuvieron su papel muy positivo, pero atrás quedaron los iniciales triunfos desarrollistas y democráticos de los padres: AD y COPEI. En el presente, todos los partidos -incluyendo a los neonatos que operan en el siglo XXI- dejaron de ser políticos para reducirse a simples maquinarias electoralistas mediáticas, creando decepciones y traiciones a sus electores, hasta el punto de ser cuestionados mayoritariamente por la ciudadanía. Perdieron su rol representante, para ser quienes autorepresentan sus muy exclusivos intereses, manipulando los intereses democráticos. 

La sociedad civil es la cuna de los partidos. Rómulo fue un hijo de la sociedad civil, a la que siempre perteneció por encima de su gran status político-partidista. Decir esto significa que es la sociedad civil la que gesta sus soluciones. 

Hay que considerar el hecho de que quienes fundaron a AD y COPEI, fueron hijos de una sociedad civil que no operaba en una cultura democrática por lo que se vieron obligados a fundar una cultura y organización que representara los principios de justicia y bienestar ciudadano, que tanto lucharon, sufrieron cárcel y pagaron con la muerte. Estos fundadores tuvieron que implantar a la democracia como medio para las soluciones a las necesidades de la sociedad civil. Así lo demostraron los padres de la democracia, pero sus herederos aún no los alcanzan.

Hoy, por carecer de partidos que ejerzan una representación eficiente de los intereses ciudadanos, se impone el que la sociedad civil redefina, reconstruya y rediseñe la estructura y sistemas democráticos, a fin de que incrementen la generación de beneficios para la polis (el país), tanto como su mantenimiento. De igual forma y por su lado, cabe a los actuales factores de poder, públicos y privados, vivir un proceso de reingeniería, si es que desean mantener sus cuotas de representación ciudadana. Nadie apoya lo que le perjudica.

Es indispensable que los partidos retomen su papel político e igualmente, necesitamos que la ciudadanía se involucre en los mimos o se acerque para “contaminarlos” con los intereses fundamentales de la sociedad civil. En las distancias nunca vamos a encontrar nuestras soluciones.


"Rómulo, ¡otra vez...!"

Después de haber dedicado más de una década a revisar documentos oficiales para un trabajo de investigación sobre el Estado venezolano, resulta que me veo en una posición muy particular para descubrir a un Rómulo que nadie me había contado … y es que para decirlo en pocos términos, leyendo documentos oficiales y descubriendo grandes beneficios que dio a Venezuela -muy pocos de ellos conocidos por nosotros los ciudadanos- revisando un libro o un documento oficial sobre uno de los mesones de las bibliotecas de Caracas, muchas veces me encontré diciendo: “Rómulo, ¡otra vez…!”.

Lo de que "descubro a un Rómulo que nadie me había contado", exige una explicación:

1) nunca descalifico, ni desafío a grandes historiadores y mucho menos a sus excelentes trabajos de investigación sobre Betancourt.

2) quiero enfatizar el hecho de que inicié la investigación sin  ir a buscar a Rómulo Betancourt. Se buscaba información sobre el Estado Nacional venezolano del siglo XX. 

3) la investigación no estaba filtrada por criterios de analistas externos. Quienes revisamos documentos oficiales, llegamos a ese momento sin mayores referencias que las aprendidas en textos escolares y acaso el eventual contacto con programas de TV, crónicas o artículos.

4) El análisis de Betancourt como gerente, no ha sido destacado por ningún historiador de manera explícita. Quizás sin decirlo, algunos historiadores lo exponen a través de su criterio sistémico, como es el caso de Germán Carrera Damas, con quien encuentro muchas coincidencias gerenciales en sus análisis históricos.

En fin. Después de tantos años como gerente, debo decir que nadie me había presentado a ese Rómulo Betancourt, gerente, tal como me lo presentaron –objetivamente- los propios documentos oficiales del Estado venezolano entre 1945 y finales de los años 60. Me remito a reportes oficiales sobre la gestión de un funcionario público de alto rango. Nada escrito por algún propagandista del régimen de turno, como suele ocurrir con los dictadores, tipo Marcos Pérez Jiménez y/o Hugo Chávez. 

Hago un paréntesis para confesar que hasta el año 2002 cuando comencé esta investigación, mi visión de la política, los políticos y los partidos políticos era totalmente negativa y repelente. Yo era otro más entre millones. Sin embargo, debo a Rómulo el haber descubierto y comprendido con hechos, que la política es la gerencia de los beneficios para la polis; un concepto que no me fue instruido en ningún libro sobre política o en este caso, de carácter oficial; tampoco fue algo que alguien me dictó en algún curso o foro. Rómulo y el equipo de hombres que le acompañaban en su momento, (aún fallecidos) nos enseñan política con sus obras de beneficio para esta polis llamada Venezuela; obras que aún todos podemos ver, tocar y utilizar -a pesar del magno deterioro de los irresponsables que les siguieron en los cargos oficiales.

El tema es muy largo y complejo pero hay que resaltar que el “Presidente” de la República hasta el año 1957, nada más se “responsabilizaba” por atender a los 3 municipios de Caracas (que entonces eran: Sucre, Libertador y Vargas) y a lo mucho, otros 12 municipios en el resto del país, para totalizar un generoso aproximado de “quince” municipios. Rezaba un dicho popular nacido en la primera mitad del siglo 20: “Caracas es Caracas y lo demás, es monte y culebra”. No era poco lo que retaba el verbo popular, a las megapropagandas de Pérez Jiménez cuando a la pregunta de “¿Cómo estás?” muchos, en la inmensa pobreza y desempleo, solían responder: “¡…jodido pero en Caracas!”. La “Carta Pastoral” del 1ero de mayo de 1957, pronunciada por Mons. Arias Blanco, igual sirve de testigo de esa Venezuela que recibió Rómulo en 1959; muy lejos de las falsas propagandas que el dictador montó. ¡Claro! nunca tan falsas como las del chavismo.

Entonces, cuando Rómulo ocupa el cargo de Presidente de la República por segunda vez, reactiva sus planes que se habían diseñado e iniciado en su primer mandato de 27 meses entre 1945 y 1948, pero que luego fueron ignorados mayormente, por los 10 años dictatoriales. Así, a partir de 1958 se reiniciaron y convirtieron en obras y programas de la democracia. 

Los programas sociales y el desarrollo de un sistema jurídico que garantizaran el desarrollo de la democracia, exigieron un inmenso esfuerzo en servicios que imponían nuevas infraestructuras estatales a nivel nacional. Este proyecto, planteado por Betancourt y su equipo entre 1945 y 1948, para luego ser terminado en su totalidad –y exponenciado- a partir de 1958, ha sido lo que ha dado sustento al modelo de beneficios colectivos que sobrevive hasta la segunda década del siglo XXI. Son muchas las personas que piensan que Venezuela ha sido siempre la que "hoy vemos". Nada más falso. La infraestructura de servicios estatales de "esta" Venezuela, junto con los programas de servicios y sus bases legales, fueron ejecutados en los "40 años" de los gobiernos civiles entre 1958 y 1998.

Este gran aumento de la infraestructura de servicios públicos iniciados en 1958, fue muchas veces mayor versus la pobre estructura encontrada a la salida del propagandístico y escenográfico, Pérez Jiménez, todo lo cual implicó un explosivo aumento de la responsabilidad geoadministrativa del Estado. En 20 años se urbanizó un país que dejó de ser “monte y culebra” y en paralelo, para 1978, el cargo de Presidente de la República, pasaba a tener responsabilidad sobre más de 300 municipios, para beneficiar a 20 veces más municipios que aquellos “atendidos” antes del 58. Esto únicamente se puede lograr con: GERENCIA y GERENTES.

Mucho de este gigantesco trabajo político, sobre infraestructuras de la democracia se describe en un trabajo de la asociación ciudadana “Primer Poder” llamado: “Obras Estatales del Siglo XX” (http://archivoprimepoderac.blogspot.com/2014/08/obras-estatales-del-siglo-20-1936-1958.html ).


Gerente máximo de las dos más grandes “empresas” de Venezuela

Cuando hablo del Rómulo líder, el gerente, hablo del gerente de un partido como organización para dar beneficios, del gerente de un enorme Estado (como otra organización) para dar beneficios; y del gerente de innovación de beneficios para la polis. Rómulo los gerenció con una cultura (organizacional) de servicio para su megápolis llamada Venezuela, como la suma de sus miles de pequeñas polis, a decir a los 335 municipios y 1.136 parroquias, que conforman todo este país.

Para entender a Rómulo gerente, hablemos de gerencia. Así nos encontraremos con una gran capacidad de organización, eficiencia e innovación. Sabemos que en la historia de la gerencia son muy pocos quienes destacan por sumar todas estas virtudes.

Siendo apenas un recién graduado en “Ciencias Gerenciales” de la Universidad Metropolitana de Caracas, me invitaron a una reunión de Fedecámarás dónde por accidente escuche a varios ejecutivos afirmando: “… la más grande empresa y mejor organizada de Venezuela se llama Acción Democrática.” Para mi fue un absurdo, ¿Cómo un partido político se podría considerar una empresa? Lo “normal” de los partidos eran los chulos ineptos en las oficinas del estado y la corrupción desfilando en los medios de comunicación. Vagancia, ineptitud y robo no eran (ni nunca serán) factores a aplaudir, mucho menos si se organizan. Jamás una empresa existe así.

Sin embargo el tiempo me demostró que aquellos veteranos gerentes tenían perfecta razón. El descubrimiento a través de los documentos oficiales de las obras estatales, la magna ampliación de la cobertura de servicios y la inclusión de nuevos programas de atención pública, durante la primera mitad de la democracia (y algunos períodos previos) me abrieron un panorama completamente contrastante al de la imagen que los venezolanos tenemos sobre la miserable políti-quería (mezcla de política con porquería) con chulos y corruptos. Es imposible crear semejante obra con unos vagos. ¡Imposible! Esta polítiquería se desarrolla cuando los vagos carnetizados desplazan a los políticos y sus funcionarios eficientes. Este cambio negativo se expande durante los años 70 del “ta’ barato dame dos” cuando la orgia de dinero y tecnología mediática, comenzaron a desmantelar los valores políticos en el Estado Nacional y dentro de los mismos partidos fundadores de la democracia.

En cuanto a la capacidad de organización de Rómulo, su partido Acción Democrática - AD (desde los años 40 hasta los años 80) llegó a tener una “casa de partido” operativa en cada pueblo de Venezuela, sin dejar por fuera a los municipios y parroquias. Ni siquiera las empresas de máxima distribución comercial han llegado a tener semejante organización. En este inmenso logro organizativo Rómulo Betancourt tuvo una total responsabilidad.

En cuanto a la eficiencia, esas “casa de partido”, durante los gobiernos de AD, fueron las que dieron atención y respuestas  a esas pequeñas polis, lo cual terminó por representar el gran desarrollo de Venezuela. Por 40 años, su “sistema de atención directa” detectó los problemas de la polis, organizó sus soluciones y, una vez en el gobierno, construyó sus obras. Todo mediante contacto DIRECTO con las personas de la polis. UN LUJO para los tiempos vigentes del electoralismo mediático.

Aquí es donde un Rómulo exige la eficiencia de la organización para que todos sus integrantes (directivos, ejecutivos y operadores) cumplieran con su papel –como líderes de sus polis- de dar soluciones a la gente. Aquí se hace evidente el contraste con las maquinarias electoralistas en las que han degenerado los mal llamados “partidos políticos”: un bonche de uniformes, banderas, gorras, afiches, canciones, rumbas, eventos carnavalescos, mentiras e insultos al oponente, con “candidatos” que en cada elección hacen un razado a baja altura por las polis -pueblos, barrios y caseríos; y cuando se les vuelve a ver es por los medios de comunicación y/o en la próxima elección.

Será que los ejecutivos nacionales de las mayores empresas del país (tal como mencioné en mi anécdota de Fedecámaras) podrán ser los únicos capaces de reconocer al Estado Nacional como la mayor empresa del país, jamás igualada por ninguna otra empresa; y en consecuencia, serán los únicos en reconocer a la POLÍTICA como la más exigente de todas las ramas gerenciales. Aquí se miden los inmensos méritos de Betancourt, su equipo gerencial y aquel que fue su más grande “empresa”, su partido político AD. Con aquel equipo humano, se cumple la máxima gerencial: el éxito del gerente NACE de su cercanía con las personas. ¿Cuál dirigente de los ahora grupos electoralistas –antes partidos políticos- cumple con esta máxima de humanidad y así de éxito gerencial? Tantas gravedades juntas, desde hace tanto tiempo, delatan la falta de gerentes de beneficios para nuestra gran polis: Venezuela. “Los hechos son tercos”.

A pesar de que el Presidente de la Junta Militar que derroca a Rómulo Gallegos en Nov.48, Carlos Delgado Chalbaud (asesinado en Nov.50 por MPJ), rescató y dio continuidad a importantes obras planificadas e iniciadas por López Contreras, Medina y Betancourt (en Caracas: la Escuela Militar, la Av. Bolívar, la Ciudad Universitaria, la Autopista Caracas-La Guaira, el Centro Simón Bolívar, Autopista del Este…) la mayoría de los planes de desarrollo no fueron continuados por Pérez Jiménez, ya que este se ocupó más de los proyectos que dieran estética a Caracas; para (por conveniencia propagandística, sólo llegar a) terminar los detalles estéticos de la Autopista Caracas-La Guaira, la autopista del Este (entre la UCV y Macaracuay) tramos de la autopista Caracas-Puerto Cabello (Valle-Coche y Tejería-La Cabrera), la Represa de Calabozo, el Hospital Clínico de la Ciudad Universitaria y varios de los hospitales de provincia, todos proyectos de autoría ajena.

En cuanto a la innovación, desde 1946 Rómulo planificó, inició, ejecutó y dejó planificadas obras inmensamente importantes y vanguardistas. Con el primer Plan Nacional de Vialidad de 1947, hecho bajo el primer mandato de Rómulo, nacieron los proyectos de la red de autopistas y vías asfaltadas más grande y moderna de la región latinoamericana que se construyó hasta finales de los años 60 e inicios de los 70. La construcción de puentes fue otra meta de este Plan de Vialidad, entre los cuales destaca el Puente Sobre El Lago de Maracaibo; así mismo estaba la autopista Caracas-La Guaira (iniciada en 1947) y la Autopista Caracas-Puerto Cabello, luego fragmentada en varias autopistas: la Valle-Coche en Caracas, la Regional del Centro (Caracas-Valencia), la del Este (Valencia) y la Autopista Valencia-Puerto Cabello. La lista es gigante. Igual a partir de 1958, los rescatados planes de construcción y desarrollo del Trienio 45-48 (ya actualizados en los años 60), llenaron al país de hospitales, medicaturas, escuelas, liceos, universidades públicas, viviendas, aeropuertos, puertos, embalses, centrales hidroeléctricas, redes de distribución de aguas blancas, cloacas, electricidad, telefonía fija, entre tantas áreas de responsabilidad estatal. 

También, la salud, la educación, la agricultura y la industria, alcanzaron índices de desarrollo, ejemplares para el mundo. Fueron de Rómulo y su equipo, la fundación de Puerto Ordaz y sus empresas metalúrgicas, nuevos embalses y centrales hidroeléctricas como Macagua y Guri (en su momento, el embalse más grande del mundo).  

Durante los Gobiernos de Betancourt, Leoni y –el primer gobierno de- Caldera (los mejores 15 años de bienestar y desarrollo de nuestra historia) el Estado Nacional gastó aproximadamente 34 mil millones de US$ para construir miles y miles de obras (sumando por miles las escuelas, liceos y medicaturas; se construyeron decenas de miles de kilómetros de vías; los nuevos hospitales y nuevas bibliotecas se miden en centenas; suman varias decenas los nuevos aeropuertos y las nuevas universidades).

Con su equipo de trabajo, Rómulo infundió la cultura de los seres útiles, de los seres honestos, de los seres abnegados y eficientes, de los seres valientes ante sus compromisos con sus circunstancias. Todos valores que ya no concurren normalmente ni en muchos de los “partidos”, ni en muchos “gobiernos”. 


El “betancurismo” fue desplazado por el electoralismo mediático.

Son varias las anécdotas que cuentan que ya para los años 70, en AD se les decía “dinosaurios” a los betancuristas que defendían al “contacto humano” institucionalizado desde los años 40. Hablar por TV, radio o prensa escrita fue  “la modernidad” (o moda) que se imponía como el objetivo esencial de la “política”. Contactar directamente problemas en barrios, caseríos, etc  y ocuparse de sus soluciones, lejos de ser fundamental, se convirtió en “estupidez” para esta fauna obsesionada con la figuración mediática para cazar votos carnavalescos. El mejor candidato dejó de ser el eficiente funcionario, para que la imagen mediática más carismática, el mejor vendedor de ilusiones fuese el “candidato”. Aquí es donde la frase de Fernando Coronil Imber vuelve a decirlo todo: “El Estado se convirtió en la ilusión de las representaciones y en la representación de las ilusiones”.

A partir de los años 80, el Estado antes de seguir siendo un eficiente administrador y creador de beneficios ciudadanos; degeneró en un aparato repartidor de favores y beneficios para sus enchufados y clientelas; había que pagar las costosas hipotecas de la campaña; y así la ciudadanía fue llevada hasta ser un secundario objeto electoral. Aquí es donde comienza la debacle del país, que hoy se expresa en los peores niveles de pobreza de los últimos 50 años.

Lo mediático ha sido letal para la democracia, no solamente porque lleva a evadir la realidad, al tejer una maraña de ilusiones que se retroalimentan con más fuerza mediática, sino porque también aísla a los dirigentes de sus bases y ciudadanos. Igual conspiran sus muy altos costos, ya que hipotecan a los candidatos con sus inversionistas, haciendo que solamente que aquel que tenga más dinero (no importa si este es sucio) es quien puede ganar. Así, por falta de fondos, son anuladas las pretensiones electorales de muchos luchadores sociales, decentes y trabajadores; para que los más interesados en participar y financiar elecciones sean quienes más dependan de la corrupción del Estado para el “éxito” de sus negocios o su “cambur”. Léase: corruptos, narcos y activistas (bien vagos). ¿Qué tal? ¿Las inmensas fortunas de corruptos y narcos como principales inversionistas de quienes como funcionarios pasarán a ser sus “empleados” y dueños del Estado Nacional… y el país? Este es el Presidencialismo electoralista mediático.

En la misma cuenta, el mal llamado “político” ve que su importancia electoral está en los medios de amplia difusión y no en la obra de servicio con corto alcance mediático. Por lo cual, aparecer favorecido en una encuesta es más importante que ser aquel político que mantenga funcionando a un hospital o a la red de agua y electricidad, etc. La ilusión mediática trae votos. El vicio ya esparcido, se niega a morir como una plaga. La (verdadera) política degeneró hasta caer en el arte de la estafa, el disfraz de los ególatras y la fuente de enriquecimiento espurio. Ganar elecciones se convirtió en el mayor negocio de todos, aún mejor que el petrolero, porque con esta estructura presidencialista se pueden saquear hasta los fondos del petróleo.

Presidencialismo electoralista mediático: esto debe acabarse en el futuro inmediato de Venezuela. Con el chavismo pasamos a un régimen totalitarista, pero el vicio absolutista, ya estaba institucionalizado durante los "40 años". La estructura estatal del Presidencialismo que operó entre 1961 y 1999, aún arrastraba los mismos vicios absolutistas desde los tiempos de la Corona Española. El Presidente, tenía  el control absoluto y (la utópica) responsabilidad ejecutiva sobre el 90% de las áreas operativas de un Estado que debe ofrecer los servicios públicos a más de 30 de millones de habitantes, en 335 municipios. No hay ser humano que pueda con esta carga de trabajo. Ni Rómulo, de haber tenido el cargo en algún momento posterior a los años 70. Que no se olvide que igual -este "Presidente"- tenía el control sobre los militares y servicios de seguridad, sobre las policías de investigación; sobre todos los ingresos estatales y sobre la ejecución de la distribución de los fondos públicos. En esos "40 años" quien no fue dictador, fue porque era demócrata, no porque no podía serlo. Hugo Chávez si quiso ser dictador y lo logró con muy poco esfuerzo.

NO es que solamente hay que descentralizar al Estado, sino que hay que pluralizarlodar más poderes a las Regiones y QUITARLE poder y cargas operativas al Presidente del Ejecutivo Nacional (mal llamado Presidente de la "República") quien en la práctica es un REY electo e inepto, por deber y derecho constitucional. La democracia se cumple cuando los ciudadanos elegimos funcionarios para recibir beneficios del Estado, no para que la “res publicae” (república o propiedad pública, en latín) sea para el beneficio de la minoría en control del Estado.


El mensaje para los aspirantes a políticos.

Está demostrado que la política es la gerencia más exigente y compleja de todas. No importa si es vecinal o el tope de todos los niveles gerenciales de un país como es ser funcionario dentro de un Estado Nacional. Evaporen todo tipo de ilusión sobre las maravillas que van a hacer cuando sean “presidentes”, sino es que han entendido el nivel de conocimiento, trabajo, respuesta, organización, eficacia y eficiencia gerenciales para tener éxito.

Hay todo un temario al plantear al Rómulo gerente. Necesitamos políticos y para formarlos, necesitamos ejemplos de políticos, de valores humanos, de servidores, para entonces decir: “¡Rómulo otra vez…!”

Este es un mensaje que espero llegue a muchos de aquellos que desean ser “políticos”, quienes quieren gerenciar beneficios para la polis, además de ocuparse de la más vieja de las profesiones del mundo después de la prostitución como lo es pelear por poder. Allí donde cohabitan traiciones, mentiras, corrupción, codicia y sobre todo, egos enanos que inventan “supremacías” y derechos superiores,  por cosas tan pequeñas que ni con lupa llegan a mérito.

El gigantesco gerente que fue Rómulo Betancourt, tuvo como mayor activo a su equipo humano de trabajo. Allí es donde aparecen los nombres de grandes “big leaguers” de la política, de grandes gerentes de beneficios colectivos o POLÍTICOS, como: Raúl Leoni; Leopoldo Sucre Figarella; Juan Pablo Pérez Alfonso; Rafael Alfonzo Ravard; Enrique Tejera París; Arnoldo Gabaldón;  Ramón J. Velásquez;  Andrés Germán Otero; y Lorenzo Fernández (quien luego fue candidato presidencial por COPEI). La lista de nombres es muy larga.


Que esta reflexión sirva para el fomento de la gerencia de beneficios para la polis, muy poco conocida como: POLÍTICA. / @panchopantaleo


jueves, 24 de septiembre de 2015

"CONTRAPODER" Por José Domingo Blanco (Mingo)


"CONTRAPODER" Por José Domingo Blanco (Mingo)

Un grupo de venezolanos, sin aparente postura ni interés electoral, está planteando una agenda ciudadana. Reconozco que no es la primera iniciativa, ni la primera agenda, que llega a mis manos. Por experiencia sé que hay muchos profesionales, académicos y pensadores críticos que se han dado a la tarea de diagnosticar la situación país y proponer ideas viables que nos permitan salir de la crisis actual. Algunas de las propuestas son más ambiciosas que otras. Al final, sin importar la extensión de esos documentos, son el reflejo de discusiones que suman horas de trabajo y esfuerzo. Sin embargo, en todos se palpa el genuino deseo de solucionar y enderezar el rumbo de las cosas. Lo que no me extraña es que, en cada uno de estos análisis, aparezca como rasgo común el consenso que hay entre los ciudadanos sobre la urgencia de salir de este modelo actual de gobierno, caracterizado por el exceso de poder y control del Estado, corrupción y polarización. Por eso, aplaudo las iniciativas que van más allá del análisis, la denuncia y la queja sobre una terrible situación de la que estamos muy conscientes –porque la padecemos en carne propia-; pero, que no terminamos de solventar. Aplaudo, como lo he dejado colar en otros artículos, las iniciativas que pretenden alejarse de los cogollos y dictaduras de partidos que han imperado en Venezuela en los últimos años. Quizá las aplaudo con entusiasmo, con la esperanza de que de alguna emerja esa tercera vía, liderada por la sociedad civil, la cual pudiera producir el viraje que requerimos como nación.

Estos grupos, insisto, surgidos desde las entrañas de la sociedad civil, están motivados por el diseño de un “salvavidas” nacional que evite nuestro hundimiento como país. La esencia de estas agrupaciones –conformadas, en la mayoría de los casos, de manera espontánea; pero, con una legítima preocupación por Venezuela- es plantear una agenda país, un proyecto de reestructuración y reconstrucción de nuestra nación, alejado de los intereses partidistas y de los fines meramente electoreros.

El más reciente de estos papeles de trabajo que llegó a mis manos fue el de un grupo que se autodenomina Red de Agenda Ciudadana (RAC), el cual quiere promover el debate político –ciudadano- sobre el Poder; pero, completamente alejado de lo electoral, algo realmente difícil en un país como el nuestro, (mal) acostumbrado en los últimos tres lustros a centrar sus esperanzas de cambio en las mesas de votación. Los miembros de la RAC insisten que la discusión sobre el Poder debe hacerse para entender la relación que existe entre su estructura y ejercicio con la crisis nacional, y los efectos concretos que tiene en la vida de los ciudadanos.

La Red de Agenda Ciudadana plantea la necesidad de “ir más allá de la narrativa y la enumeración sobre la crisis que, a diario, se repite millones de veces. Ir más allá de lo electoral y candidatural (sic); de la polarización gobierno-oposición y visualizar las estructuras causales, de soporte y continuidad de la crisis. Promovemos un debate político, vivo, abierto, sobre el Poder -previo a lo técnico y académico- a partir de la vivencia de la gente y los efectos concretos en su cotidianidad”.

Algo que quiero destacar, es la intención que tienen los miembros de la RAC de estar integrada por ciudadanos auto-convocados, en los que no predominarán ni las jerarquías ni los niveles; gente vinculada y agrupada por el interés de un debate libre de inclinaciones partidistas o proselitistas. Aclaran, si acaso pudiese surgir esa duda, que su intención no es transformarse en un partido político, ni actuar como actúan las burocracias partidistas. El debate libre, abierto y ciudadano, se dará con respeto a las ideas, aun cuando no siempre haya consenso entre ellas. “La Red de Agenda Ciudadana promueve la agenda para el debate ciudadano sobre la reforma política. Sobre la eliminación del presidencialismo y la reelección, la ciudadanización de los Poderes Públicos y la gestión gubernamental a todos los niveles”. 

El verdadero reto que tienen estas agrupaciones surgidas de la sociedad civil es capitalizar el descontento de los ciudadanos. Porque cada día crece el número de venezolanos cansados de los bandos. El venezolano –incluso el que este 6D se levantará, saldrá de su casa y cumplirá con su derecho al voto- está harto. Harto del gobierno y también de la oposición. Entonces, ¿cómo activar y sumar más participantes en las Asambleas o Redes Ciudadanas? ¿Cómo despertar en cada uno de nosotros la necesidad de ser los promotores del cambio? ¿Hasta cuándo vamos a seguir conscientes de los problemas que tenemos, quejándonos de los problemas que tenemos; pero, sin mover un dedo -o solo mojándolo en la tinta indeleble- esperando que sean otros quienes resuelvan? Tenemos que entender que, si bien es importante votar, lo electoral, sin una agenda país de reconstrucción y cambio que solo beneficie a los que ocupan el Poder, es un simple formalismo constitucional, que no ha generado las transformaciones que nos urgen.

Quizá en ese momento, cuando estemos cohesionados como sociedad civil, logremos ponerle freno a las pretensiones de perpetuarse en el poder de quienes rigen el destino de nuestra nación. Esa es la tarea de RAC y de todos los grupos que como éste emprendieron el mismo rumbo. En principio esa es la meta de la Red de Agenda Ciudadana: “buscar un efecto político, estimular que se active la inteligencia, la reflexión y la capacidad de reacción de la gente ante el Poder; activar en la subjetividad social, una beligerancia ciudadana de contrapoder”.


@mingo_1