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domingo, 27 de septiembre de 2015

“El secreto del éxito de Rómulo” Por Francisco Pantaleo-Gandais




  “El secreto del éxito de Rómulo: 
Una receta para los políticos” 
Por Francisco Pantaleo-Gandais

 “… debo a Rómulo el haber descubierto y comprendido con hechos, que la política es la gerencia de los beneficios para la polis” – Francisco Pantaleo-Gandais

 “Fue quizás el más influyente político en Latinoamérica en la segunda mitad del Siglo XX. En ocasión a su desaparición física, les traemos un denso trabajo de investigación en libros oficiales por más de 10 años que realizara Francisco Pantaleo-Gandais sobre un aspecto hasta ahora poco estudiado: Su enorme capacidad gerencial.” – la.Patilla.com 28/09/15


Para Venezuela (salvando algún evento noticioso muy especial), cualquier 28 de septiembre, lo que más va a destacar nacionalmente es al día en que en 1981, murió Rómulo Ernesto Betancourt Bello; Rómulo Betancourt para los documentos oficiales e históricos; Rómulo para el pueblo venezolano: el padre de la democracia venezolana.

Se recordarán sus logros por la democracia venezolana y del continente; sus luchas contra las dictaduras venezolanas y del continente; contra la corrupción; igual por el voto universal para todos los venezolanos, la inclusión de las mujeres al voto; por la soberanía petrolera; por la expansión de la educación a todos los niveles socio-económicos; pero hay un caso a destacar: el desarrollo de la CULTURA de Clase Media en nuestro país, o el gusto por el vivir cómodamente gracias a los frutos del estudio y el trabajo. El ascenso social por méritos propios es un sólido logro de la democracia. Sin caer en detalles, este ha sido el muro que ha evitado que el castro-comunismo se imponga en Venezuela; ya que este flagelo socio-político, es admitido en países donde la miseria es cultura de vida. Gracias al buen nivel de vida que dio al venezolano la democracia construida por Rómulo, aquí, en Venezuela, al castro-comunismo se le dijo: ¡NO!


El “secreto”: la gerencia de beneficios para la polis

Todos hablan de los muchos beneficios de este hombre, pero hablemos del “CÓMO”. Aquí parte del “secreto” del éxito de Rómulo. La lista de logros es muy larga y es por eso que se necesita entender que una agenda así, no solamente implica mucho estudio, mucha capacidad de trabajo y un inmenso amor por la gente, pero además una extraordinaria capacidad GERENCIAL. 

Jefe quien manda; gerente quien soluciona”. Este es el axioma gerencial que igual cabe para aquel que es llamado líder o sea: para aquel quien soluciona… y las soluciones no vienen ni de la pasividad, ni de la cobardía, ni de ser iluso, ni del verbo etéreo. Las soluciones para el ser humano vienen del ser humano, de observarlo a él, a su entorno y hasta la manera como se observa; de aferrarse a su realidad; de enfrentar sus obstáculos; de crear estructuras y sistemas que promuevan los objetivos; de organizar a las personas competentes con los recursos, todo para concretar las acciones mediante las técnicas existentes.  

Después de hablar, mandar es lo más fácil. 

La historia de Venezuela tiene sobrados ejemplos de Presidentes con una gran capacidad de mando, cargando en sus espaldas gran parte de la culpa de nuestros problemas – sin contar a los crímenes y la corrupción. Nuestras escasas épocas de desarrollo delatan que muy pocos han sido líderes -gerentes- cargando el éxito de sus soluciones presentes y de buena parte de los beneficios futuros. Betancourt es una de las positivas excepciones.

La gerencia fue el factor clave que hizo que los proyectos de Betancourt tuvieran éxito. Algo que ha sido tratado tan evasivamente que pudiera pensarse que el pedirle gerencia a un político, es un "insulto".

Lo preocupante es que dentro de la clase política, la gerencia es satanizada, acusándola absurdamente de inhumana, haciendo prevalecer este equivocado criterio en la (¿cuasi?) totalidad de los dirigentes partidistas. ¿No será acaso que reconociendo que la gerencia es sumamente compleja y así demandante de grandes dosis de esfuerzo y competencias, la satanizan para justificar las incompetencias de mediocres egocéntricos?

¿Como se puede calificar a quienes ambicionan cargos de inmensa responsabilidad gerencial, sin tener las competencias para ejercer estos con eficiencia? ¿Que se puede decir de quienes se lanzan al ruedo de la gerencia de los beneficios de la polis, esa a la que hay que llamar política, la más compleja de todas las ramas gerenciales, cuando sus aspiraciones apuntan a los más altos escalafones, sino al máximo escalafón; tan solo capacitados para hacer ofertas llenas de "buenas intenciones" mientras son paupérrimas sus capacidades gerenciales? La historia demuestra que esta clase (mal llamada) política, ni siquiera se ha planteado si la estructura estatal (sin hablar de sus partidos) permite la eficiencia indispensable para que se logren los beneficios que con tanto entusiasmo ofertan. Aún siendo muy bien intencionados, son personas que están más enamoradas de sus ambiciones que de sus responsabilidades. Esto -en gerencia- es letal, tal como lo demuestra la gran lista de fracasos y daños al país.

La historia tiene ejemplos muy importantes de Presidentes que se hunden con sus fracasos. Hugo Chávez ha sido mal-llamado “líder” por su carisma para un inmenso grupo, pero ¿qué fue lo que solucionó con tanta habladera, mandadera personalista, estimulación de odios y violencia? 

Del lado opositor al chavismo, no hay mucho bueno tampoco. Tuvimos unos candidatos para que de manera asociada nos representaran en las "elecciones" presidenciales, ofreciendo -durante sus campañas electorales- océanos de palabras pero que al no tener ni una hora como gobierno electo – ello por haber ganado sus elecciones- fracasaron al no defender sus triunfos, sin enfrentar cada “golpe de estado” del régimen que les robaba sus triunfos. Teniendo una clara mayoría, se callaron, abandonaron sus responsabilidades con la democracia y a su compromiso con millones de personas que creyeron, trabajaron y votaron por ellos. ¿Estos son los que llaman líderes? ¿Estos son los futuros GERENTES del Estado que van a restituir el orden democrático constitucional y van a vencer los obstáculos que impiden los beneficios de la polis? ¿Y en un futuro, teniendo un triunfo? ¿actuarán con la valentía y la responsabilidad que exige la circunstancia o seguirán divagando y hasta evadiendo las acciones que demuestren su compromiso con los principios democráticos y los electores que pusieron su fe en estos? Pareciera que TODOS son unos "afilados" luchadores por "su cuota" de poder, pero ¿cuantos son los gerentes de beneficios para la polís?, es decir ¿cuantos son políticos? y algo aún más sustantivo ¿cuantos son luchadores por la democracia?

Son líderes como Betancourt quienes han dejado muy claros contrastes con los actuales actores de la sociedad política quienes lejos están de ser políticos -y hasta demócratas. 

Necesitamos que nuestros dirigentes reencuentren su sentido de responsabilidad, para que sus sueños encuentren un "cable a tierra" que les obligue a concentrar sus esfuerzos en la creación soluciones, antes de seguir vagando en nubes de vanidades edulcoradas con buenas intenciones. 

El Estado no puede seguir siendo la cancha para las guerras de egos, donde el ciudadano queda como un minúsculo objeto electoral. Seguir explotando las esperanzas de una sociedad con farsas o pasivamente entregarse ante la fila de fracasos que lleva décadas, va a crearnos graves daños a la cultura democrática. Se impone el sentido histórico y el "inocularlo" en la sociedad política es obligación de quienes lo poseen. 

La sociedad civil del tercer lustro del siglo 21 dejó de ser la indigente que entregó a los partidos políticos todo su destino en 1945 y 1958. Estos tuvieron su papel muy positivo, pero atrás quedaron los iniciales triunfos desarrollistas y democráticos de los padres: AD y COPEI. En el presente, todos los partidos -incluyendo a los neonatos que operan en el siglo XXI- dejaron de ser políticos para reducirse a simples maquinarias electoralistas mediáticas, creando decepciones y traiciones a sus electores, hasta el punto de ser cuestionados mayoritariamente por la ciudadanía. Perdieron su rol representante, para ser quienes autorepresentan sus muy exclusivos intereses, manipulando los intereses democráticos. 

La sociedad civil es la cuna de los partidos. Rómulo fue un hijo de la sociedad civil, a la que siempre perteneció por encima de su gran status político-partidista. Decir esto significa que es la sociedad civil la que gesta sus soluciones. 

Hay que considerar el hecho de que quienes fundaron a AD y COPEI, fueron hijos de una sociedad civil que no operaba en una cultura democrática por lo que se vieron obligados a fundar una cultura y organización que representara los principios de justicia y bienestar ciudadano, que tanto lucharon, sufrieron cárcel y pagaron con la muerte. Estos fundadores tuvieron que implantar a la democracia como medio para las soluciones a las necesidades de la sociedad civil. Así lo demostraron los padres de la democracia, pero sus herederos aún no los alcanzan.

Hoy, por carecer de partidos que ejerzan una representación eficiente de los intereses ciudadanos, se impone el que la sociedad civil redefina, reconstruya y rediseñe la estructura y sistemas democráticos, a fin de que incrementen la generación de beneficios para la polis (el país), tanto como su mantenimiento. De igual forma y por su lado, cabe a los actuales factores de poder, públicos y privados, vivir un proceso de reingeniería, si es que desean mantener sus cuotas de representación ciudadana. Nadie apoya lo que le perjudica.

Es indispensable que los partidos retomen su papel político e igualmente, necesitamos que la ciudadanía se involucre en los mimos o se acerque para “contaminarlos” con los intereses fundamentales de la sociedad civil. En las distancias nunca vamos a encontrar nuestras soluciones.


"Rómulo, ¡otra vez...!"

Después de haber dedicado más de una década a revisar documentos oficiales para un trabajo de investigación sobre el Estado venezolano, resulta que me veo en una posición muy particular para descubrir a un Rómulo que nadie me había contado … y es que para decirlo en pocos términos, leyendo documentos oficiales y descubriendo grandes beneficios que dio a Venezuela -muy pocos de ellos conocidos por nosotros los ciudadanos- revisando un libro o un documento oficial sobre uno de los mesones de las bibliotecas de Caracas, muchas veces me encontré diciendo: “Rómulo, ¡otra vez…!”.

Lo de que "descubro a un Rómulo que nadie me había contado", exige una explicación:

1) nunca descalifico, ni desafío a grandes historiadores y mucho menos a sus excelentes trabajos de investigación sobre Betancourt.

2) quiero enfatizar el hecho de que inicié la investigación sin  ir a buscar a Rómulo Betancourt. Se buscaba información sobre el Estado Nacional venezolano del siglo XX. 

3) la investigación no estaba filtrada por criterios de analistas externos. Quienes revisamos documentos oficiales, llegamos a ese momento sin mayores referencias que las aprendidas en textos escolares y acaso el eventual contacto con programas de TV, crónicas o artículos.

4) El análisis de Betancourt como gerente, no ha sido destacado por ningún historiador de manera explícita. Quizás sin decirlo, algunos historiadores lo exponen a través de su criterio sistémico, como es el caso de Germán Carrera Damas, con quien encuentro muchas coincidencias gerenciales en sus análisis históricos.

En fin. Después de tantos años como gerente, debo decir que nadie me había presentado a ese Rómulo Betancourt, gerente, tal como me lo presentaron –objetivamente- los propios documentos oficiales del Estado venezolano entre 1945 y finales de los años 60. Me remito a reportes oficiales sobre la gestión de un funcionario público de alto rango. Nada escrito por algún propagandista del régimen de turno, como suele ocurrir con los dictadores, tipo Marcos Pérez Jiménez y/o Hugo Chávez. 

Hago un paréntesis para confesar que hasta el año 2002 cuando comencé esta investigación, mi visión de la política, los políticos y los partidos políticos era totalmente negativa y repelente. Yo era otro más entre millones. Sin embargo, debo a Rómulo el haber descubierto y comprendido con hechos, que la política es la gerencia de los beneficios para la polis; un concepto que no me fue instruido en ningún libro sobre política o en este caso, de carácter oficial; tampoco fue algo que alguien me dictó en algún curso o foro. Rómulo y el equipo de hombres que le acompañaban en su momento, (aún fallecidos) nos enseñan política con sus obras de beneficio para esta polis llamada Venezuela; obras que aún todos podemos ver, tocar y utilizar -a pesar del magno deterioro de los irresponsables que les siguieron en los cargos oficiales.

El tema es muy largo y complejo pero hay que resaltar que el “Presidente” de la República hasta el año 1957, nada más se “responsabilizaba” por atender a los 3 municipios de Caracas (que entonces eran: Sucre, Libertador y Vargas) y a lo mucho, otros 12 municipios en el resto del país, para totalizar un generoso aproximado de “quince” municipios. Rezaba un dicho popular nacido en la primera mitad del siglo 20: “Caracas es Caracas y lo demás, es monte y culebra”. No era poco lo que retaba el verbo popular, a las megapropagandas de Pérez Jiménez cuando a la pregunta de “¿Cómo estás?” muchos, en la inmensa pobreza y desempleo, solían responder: “¡…jodido pero en Caracas!”. La “Carta Pastoral” del 1ero de mayo de 1957, pronunciada por Mons. Arias Blanco, igual sirve de testigo de esa Venezuela que recibió Rómulo en 1959; muy lejos de las falsas propagandas que el dictador montó. ¡Claro! nunca tan falsas como las del chavismo.

Entonces, cuando Rómulo ocupa el cargo de Presidente de la República por segunda vez, reactiva sus planes que se habían diseñado e iniciado en su primer mandato de 27 meses entre 1945 y 1948, pero que luego fueron ignorados mayormente, por los 10 años dictatoriales. Así, a partir de 1958 se reiniciaron y convirtieron en obras y programas de la democracia. 

Los programas sociales y el desarrollo de un sistema jurídico que garantizaran el desarrollo de la democracia, exigieron un inmenso esfuerzo en servicios que imponían nuevas infraestructuras estatales a nivel nacional. Este proyecto, planteado por Betancourt y su equipo entre 1945 y 1948, para luego ser terminado en su totalidad –y exponenciado- a partir de 1958, ha sido lo que ha dado sustento al modelo de beneficios colectivos que sobrevive hasta la segunda década del siglo XXI. Son muchas las personas que piensan que Venezuela ha sido siempre la que "hoy vemos". Nada más falso. La infraestructura de servicios estatales de "esta" Venezuela, junto con los programas de servicios y sus bases legales, fueron ejecutados en los "40 años" de los gobiernos civiles entre 1958 y 1998.

Este gran aumento de la infraestructura de servicios públicos iniciados en 1958, fue muchas veces mayor versus la pobre estructura encontrada a la salida del propagandístico y escenográfico, Pérez Jiménez, todo lo cual implicó un explosivo aumento de la responsabilidad geoadministrativa del Estado. En 20 años se urbanizó un país que dejó de ser “monte y culebra” y en paralelo, para 1978, el cargo de Presidente de la República, pasaba a tener responsabilidad sobre más de 300 municipios, para beneficiar a 20 veces más municipios que aquellos “atendidos” antes del 58. Esto únicamente se puede lograr con: GERENCIA y GERENTES.

Mucho de este gigantesco trabajo político, sobre infraestructuras de la democracia se describe en un trabajo de la asociación ciudadana “Primer Poder” llamado: “Obras Estatales del Siglo XX” (http://archivoprimepoderac.blogspot.com/2014/08/obras-estatales-del-siglo-20-1936-1958.html ).


Gerente máximo de las dos más grandes “empresas” de Venezuela

Cuando hablo del Rómulo líder, el gerente, hablo del gerente de un partido como organización para dar beneficios, del gerente de un enorme Estado (como otra organización) para dar beneficios; y del gerente de innovación de beneficios para la polis. Rómulo los gerenció con una cultura (organizacional) de servicio para su megápolis llamada Venezuela, como la suma de sus miles de pequeñas polis, a decir a los 335 municipios y 1.136 parroquias, que conforman todo este país.

Para entender a Rómulo gerente, hablemos de gerencia. Así nos encontraremos con una gran capacidad de organización, eficiencia e innovación. Sabemos que en la historia de la gerencia son muy pocos quienes destacan por sumar todas estas virtudes.

Siendo apenas un recién graduado en “Ciencias Gerenciales” de la Universidad Metropolitana de Caracas, me invitaron a una reunión de Fedecámarás dónde por accidente escuche a varios ejecutivos afirmando: “… la más grande empresa y mejor organizada de Venezuela se llama Acción Democrática.” Para mi fue un absurdo, ¿Cómo un partido político se podría considerar una empresa? Lo “normal” de los partidos eran los chulos ineptos en las oficinas del estado y la corrupción desfilando en los medios de comunicación. Vagancia, ineptitud y robo no eran (ni nunca serán) factores a aplaudir, mucho menos si se organizan. Jamás una empresa existe así.

Sin embargo el tiempo me demostró que aquellos veteranos gerentes tenían perfecta razón. El descubrimiento a través de los documentos oficiales de las obras estatales, la magna ampliación de la cobertura de servicios y la inclusión de nuevos programas de atención pública, durante la primera mitad de la democracia (y algunos períodos previos) me abrieron un panorama completamente contrastante al de la imagen que los venezolanos tenemos sobre la miserable políti-quería (mezcla de política con porquería) con chulos y corruptos. Es imposible crear semejante obra con unos vagos. ¡Imposible! Esta polítiquería se desarrolla cuando los vagos carnetizados desplazan a los políticos y sus funcionarios eficientes. Este cambio negativo se expande durante los años 70 del “ta’ barato dame dos” cuando la orgia de dinero y tecnología mediática, comenzaron a desmantelar los valores políticos en el Estado Nacional y dentro de los mismos partidos fundadores de la democracia.

En cuanto a la capacidad de organización de Rómulo, su partido Acción Democrática - AD (desde los años 40 hasta los años 80) llegó a tener una “casa de partido” operativa en cada pueblo de Venezuela, sin dejar por fuera a los municipios y parroquias. Ni siquiera las empresas de máxima distribución comercial han llegado a tener semejante organización. En este inmenso logro organizativo Rómulo Betancourt tuvo una total responsabilidad.

En cuanto a la eficiencia, esas “casa de partido”, durante los gobiernos de AD, fueron las que dieron atención y respuestas  a esas pequeñas polis, lo cual terminó por representar el gran desarrollo de Venezuela. Por 40 años, su “sistema de atención directa” detectó los problemas de la polis, organizó sus soluciones y, una vez en el gobierno, construyó sus obras. Todo mediante contacto DIRECTO con las personas de la polis. UN LUJO para los tiempos vigentes del electoralismo mediático.

Aquí es donde un Rómulo exige la eficiencia de la organización para que todos sus integrantes (directivos, ejecutivos y operadores) cumplieran con su papel –como líderes de sus polis- de dar soluciones a la gente. Aquí se hace evidente el contraste con las maquinarias electoralistas en las que han degenerado los mal llamados “partidos políticos”: un bonche de uniformes, banderas, gorras, afiches, canciones, rumbas, eventos carnavalescos, mentiras e insultos al oponente, con “candidatos” que en cada elección hacen un razado a baja altura por las polis -pueblos, barrios y caseríos; y cuando se les vuelve a ver es por los medios de comunicación y/o en la próxima elección.

Será que los ejecutivos nacionales de las mayores empresas del país (tal como mencioné en mi anécdota de Fedecámaras) podrán ser los únicos capaces de reconocer al Estado Nacional como la mayor empresa del país, jamás igualada por ninguna otra empresa; y en consecuencia, serán los únicos en reconocer a la POLÍTICA como la más exigente de todas las ramas gerenciales. Aquí se miden los inmensos méritos de Betancourt, su equipo gerencial y aquel que fue su más grande “empresa”, su partido político AD. Con aquel equipo humano, se cumple la máxima gerencial: el éxito del gerente NACE de su cercanía con las personas. ¿Cuál dirigente de los ahora grupos electoralistas –antes partidos políticos- cumple con esta máxima de humanidad y así de éxito gerencial? Tantas gravedades juntas, desde hace tanto tiempo, delatan la falta de gerentes de beneficios para nuestra gran polis: Venezuela. “Los hechos son tercos”.

A pesar de que el Presidente de la Junta Militar que derroca a Rómulo Gallegos en Nov.48, Carlos Delgado Chalbaud (asesinado en Nov.50 por MPJ), rescató y dio continuidad a importantes obras planificadas e iniciadas por López Contreras, Medina y Betancourt (en Caracas: la Escuela Militar, la Av. Bolívar, la Ciudad Universitaria, la Autopista Caracas-La Guaira, el Centro Simón Bolívar, Autopista del Este…) la mayoría de los planes de desarrollo no fueron continuados por Pérez Jiménez, ya que este se ocupó más de los proyectos que dieran estética a Caracas; para (por conveniencia propagandística, sólo llegar a) terminar los detalles estéticos de la Autopista Caracas-La Guaira, la autopista del Este (entre la UCV y Macaracuay) tramos de la autopista Caracas-Puerto Cabello (Valle-Coche y Tejería-La Cabrera), la Represa de Calabozo, el Hospital Clínico de la Ciudad Universitaria y varios de los hospitales de provincia, todos proyectos de autoría ajena.

En cuanto a la innovación, desde 1946 Rómulo planificó, inició, ejecutó y dejó planificadas obras inmensamente importantes y vanguardistas. Con el primer Plan Nacional de Vialidad de 1947, hecho bajo el primer mandato de Rómulo, nacieron los proyectos de la red de autopistas y vías asfaltadas más grande y moderna de la región latinoamericana que se construyó hasta finales de los años 60 e inicios de los 70. La construcción de puentes fue otra meta de este Plan de Vialidad, entre los cuales destaca el Puente Sobre El Lago de Maracaibo; así mismo estaba la autopista Caracas-La Guaira (iniciada en 1947) y la Autopista Caracas-Puerto Cabello, luego fragmentada en varias autopistas: la Valle-Coche en Caracas, la Regional del Centro (Caracas-Valencia), la del Este (Valencia) y la Autopista Valencia-Puerto Cabello. La lista es gigante. Igual a partir de 1958, los rescatados planes de construcción y desarrollo del Trienio 45-48 (ya actualizados en los años 60), llenaron al país de hospitales, medicaturas, escuelas, liceos, universidades públicas, viviendas, aeropuertos, puertos, embalses, centrales hidroeléctricas, redes de distribución de aguas blancas, cloacas, electricidad, telefonía fija, entre tantas áreas de responsabilidad estatal. 

También, la salud, la educación, la agricultura y la industria, alcanzaron índices de desarrollo, ejemplares para el mundo. Fueron de Rómulo y su equipo, la fundación de Puerto Ordaz y sus empresas metalúrgicas, nuevos embalses y centrales hidroeléctricas como Macagua y Guri (en su momento, el embalse más grande del mundo).  

Durante los Gobiernos de Betancourt, Leoni y –el primer gobierno de- Caldera (los mejores 15 años de bienestar y desarrollo de nuestra historia) el Estado Nacional gastó aproximadamente 34 mil millones de US$ para construir miles y miles de obras (sumando por miles las escuelas, liceos y medicaturas; se construyeron decenas de miles de kilómetros de vías; los nuevos hospitales y nuevas bibliotecas se miden en centenas; suman varias decenas los nuevos aeropuertos y las nuevas universidades).

Con su equipo de trabajo, Rómulo infundió la cultura de los seres útiles, de los seres honestos, de los seres abnegados y eficientes, de los seres valientes ante sus compromisos con sus circunstancias. Todos valores que ya no concurren normalmente ni en muchos de los “partidos”, ni en muchos “gobiernos”. 


El “betancurismo” fue desplazado por el electoralismo mediático.

Son varias las anécdotas que cuentan que ya para los años 70, en AD se les decía “dinosaurios” a los betancuristas que defendían al “contacto humano” institucionalizado desde los años 40. Hablar por TV, radio o prensa escrita fue  “la modernidad” (o moda) que se imponía como el objetivo esencial de la “política”. Contactar directamente problemas en barrios, caseríos, etc  y ocuparse de sus soluciones, lejos de ser fundamental, se convirtió en “estupidez” para esta fauna obsesionada con la figuración mediática para cazar votos carnavalescos. El mejor candidato dejó de ser el eficiente funcionario, para que la imagen mediática más carismática, el mejor vendedor de ilusiones fuese el “candidato”. Aquí es donde la frase de Fernando Coronil Imber vuelve a decirlo todo: “El Estado se convirtió en la ilusión de las representaciones y en la representación de las ilusiones”.

A partir de los años 80, el Estado antes de seguir siendo un eficiente administrador y creador de beneficios ciudadanos; degeneró en un aparato repartidor de favores y beneficios para sus enchufados y clientelas; había que pagar las costosas hipotecas de la campaña; y así la ciudadanía fue llevada hasta ser un secundario objeto electoral. Aquí es donde comienza la debacle del país, que hoy se expresa en los peores niveles de pobreza de los últimos 50 años.

Lo mediático ha sido letal para la democracia, no solamente porque lleva a evadir la realidad, al tejer una maraña de ilusiones que se retroalimentan con más fuerza mediática, sino porque también aísla a los dirigentes de sus bases y ciudadanos. Igual conspiran sus muy altos costos, ya que hipotecan a los candidatos con sus inversionistas, haciendo que solamente que aquel que tenga más dinero (no importa si este es sucio) es quien puede ganar. Así, por falta de fondos, son anuladas las pretensiones electorales de muchos luchadores sociales, decentes y trabajadores; para que los más interesados en participar y financiar elecciones sean quienes más dependan de la corrupción del Estado para el “éxito” de sus negocios o su “cambur”. Léase: corruptos, narcos y activistas (bien vagos). ¿Qué tal? ¿Las inmensas fortunas de corruptos y narcos como principales inversionistas de quienes como funcionarios pasarán a ser sus “empleados” y dueños del Estado Nacional… y el país? Este es el Presidencialismo electoralista mediático.

En la misma cuenta, el mal llamado “político” ve que su importancia electoral está en los medios de amplia difusión y no en la obra de servicio con corto alcance mediático. Por lo cual, aparecer favorecido en una encuesta es más importante que ser aquel político que mantenga funcionando a un hospital o a la red de agua y electricidad, etc. La ilusión mediática trae votos. El vicio ya esparcido, se niega a morir como una plaga. La (verdadera) política degeneró hasta caer en el arte de la estafa, el disfraz de los ególatras y la fuente de enriquecimiento espurio. Ganar elecciones se convirtió en el mayor negocio de todos, aún mejor que el petrolero, porque con esta estructura presidencialista se pueden saquear hasta los fondos del petróleo.

Presidencialismo electoralista mediático: esto debe acabarse en el futuro inmediato de Venezuela. Con el chavismo pasamos a un régimen totalitarista, pero el vicio absolutista, ya estaba institucionalizado durante los "40 años". La estructura estatal del Presidencialismo que operó entre 1961 y 1999, aún arrastraba los mismos vicios absolutistas desde los tiempos de la Corona Española. El Presidente, tenía  el control absoluto y (la utópica) responsabilidad ejecutiva sobre el 90% de las áreas operativas de un Estado que debe ofrecer los servicios públicos a más de 30 de millones de habitantes, en 335 municipios. No hay ser humano que pueda con esta carga de trabajo. Ni Rómulo, de haber tenido el cargo en algún momento posterior a los años 70. Que no se olvide que igual -este "Presidente"- tenía el control sobre los militares y servicios de seguridad, sobre las policías de investigación; sobre todos los ingresos estatales y sobre la ejecución de la distribución de los fondos públicos. En esos "40 años" quien no fue dictador, fue porque era demócrata, no porque no podía serlo. Hugo Chávez si quiso ser dictador y lo logró con muy poco esfuerzo.

NO es que solamente hay que descentralizar al Estado, sino que hay que pluralizarlodar más poderes a las Regiones y QUITARLE poder y cargas operativas al Presidente del Ejecutivo Nacional (mal llamado Presidente de la "República") quien en la práctica es un REY electo e inepto, por deber y derecho constitucional. La democracia se cumple cuando los ciudadanos elegimos funcionarios para recibir beneficios del Estado, no para que la “res publicae” (república o propiedad pública, en latín) sea para el beneficio de la minoría en control del Estado.


El mensaje para los aspirantes a políticos.

Está demostrado que la política es la gerencia más exigente y compleja de todas. No importa si es vecinal o el tope de todos los niveles gerenciales de un país como es ser funcionario dentro de un Estado Nacional. Evaporen todo tipo de ilusión sobre las maravillas que van a hacer cuando sean “presidentes”, sino es que han entendido el nivel de conocimiento, trabajo, respuesta, organización, eficacia y eficiencia gerenciales para tener éxito.

Hay todo un temario al plantear al Rómulo gerente. Necesitamos políticos y para formarlos, necesitamos ejemplos de políticos, de valores humanos, de servidores, para entonces decir: “¡Rómulo otra vez…!”

Este es un mensaje que espero llegue a muchos de aquellos que desean ser “políticos”, quienes quieren gerenciar beneficios para la polis, además de ocuparse de la más vieja de las profesiones del mundo después de la prostitución como lo es pelear por poder. Allí donde cohabitan traiciones, mentiras, corrupción, codicia y sobre todo, egos enanos que inventan “supremacías” y derechos superiores,  por cosas tan pequeñas que ni con lupa llegan a mérito.

El gigantesco gerente que fue Rómulo Betancourt, tuvo como mayor activo a su equipo humano de trabajo. Allí es donde aparecen los nombres de grandes “big leaguers” de la política, de grandes gerentes de beneficios colectivos o POLÍTICOS, como: Raúl Leoni; Leopoldo Sucre Figarella; Juan Pablo Pérez Alfonso; Rafael Alfonzo Ravard; Enrique Tejera París; Arnoldo Gabaldón;  Ramón J. Velásquez;  Andrés Germán Otero; y Lorenzo Fernández (quien luego fue candidato presidencial por COPEI). La lista de nombres es muy larga.


Que esta reflexión sirva para el fomento de la gerencia de beneficios para la polis, muy poco conocida como: POLÍTICA. / @panchopantaleo


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