AD: 74 AÑOS
HOJA DE RUTA POLÍTICA (No 153)
Octavio Lepage
En el mitin
de lanzamiento de Acción Democrática el 13 de Septiembre de 1941, Rómulo
Betancourt anunció que el partido nacía para “hacer historia”. Y ha hecho
historia.
Por un
movimiento cívico-militar victorioso, Rómulo Betancourt (37 años de edad)
emergió como Presidente de una Junta de Gobierno el 18 de Octubre de 1945.
Aquel no fue un golpe de cuartel, como abundan en la accidentada historia
nacional. Venezuela fue otra a partir de aquel cambio histórico. Después de la
prolongada tiranía de Juan Vicente Gómez (27 años), fuimos gobernados por los
presidentes López Contreras y Medina Angarita, militares de espíritu civilista,
pero que no se atrevieron a implantar el sufragio universal directo y secreto. Esa
falta de decisión precipitó el movimiento cívico-militar.
En 1947 se
aprobó una nueva Constitución que consagró el sufragio directo, universal y
secreto. La gran masa de los excluidos se incorporó a la vida política, pues se
les reconoció el derecho a votar a todos los venezolanos mayores de 18 años,
hombres y mujeres, alfabetos y analfabetas.
Ni Pérez
Jiménez ni Chávez se atrevieron a arrebatarles a los venezolanos el derecho a
votar, se resignaron a vulnerarlo, a desnaturalizarlo mediante la violencia y
el fraude. Lo mismo está haciendo Maduro.
Aquel
importantísimo logro democrático se frustró, un golpe de cuartel derrocó al Presidente
Constitucional Rómulo Gallegos. AD pasó a la clandestinidad y organizó el
movimiento de resistencia que con altibajos se mantuvo hasta el 23 de Enero de
1958, a un alto costo político y humano pues AD perdió a grandes líderes como
Leonardo Ruiz Pineda y Alberto Carnevali, para mencionar sólo los más
destacados entre los innumerables adecos asesinados por los esbirros de la
dictadura.
A pesar de
las fallas, su obra de gobierno fue excepcional. Baste mencionar la presa de
Guri, la tercera más grande del mundo, que genera alto porcentaje de la energía
eléctrica que consumimos; el Metro de Caracas, sin el cual esta ciudad estaría
paralizada y caótica; el Puente Sobre el Lago que integró el Zulia a Venezuela.
En los
últimos 15 años, AD se ha resignado a sobrevivir. Urge salir de ese prolongado
sopor. La campaña electoral es excelente oportunidad para sacudir la modorra.
En esta reanimación la juventud debe jugar un papel estelar, y obviamente se
impone abrirle canales de ascenso a posiciones de conducción.
Si se le
cierra el paso a la renovación, inexorablemente Acción Democrática irá
sumergiéndose en el olvido, a pesar del legado extraordinario de sus grandes
conductores: Rómulo Gallegos, Rómulo Betancourt, Andrés Eloy Blanco, Raúl
Leoni, Gonzalo Barrios, Valmore Rodríguez, Juan Pablo Pérez Alfonzo, Leonardo
Ruiz Pineda, Alberto Carnevali, Luis Manuel Peñalver, Carlos Andrés Pérez,
Jaime Lusinchi, Luis Augusto Dubuc, Malavé Villalba, Francisco Olivo, José
Vargas, Leopoldo Sucre Figarella, Simón Alberto Consalvi y tantos otros.
Caracas, 13
de Septiembre del 2015
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