“18
de octubre” ¿la única Revolución de Venezuela?
Por Francisco Pantaleo-Gandais
A 70 años del 18 de octubre de 1945,
cuando un movimiento cívico-militar, encabezado por el partido Acción
Democrática (AD), dio un golpe de estado contra el régimen encabezado
por el General Isaías Medina Angarita. La
“Revolución de Octubre” … acaso ¿la única que fue democrática, triunfadora y verdadera
Revolución de Venezuela?
Si tomamos una
fácil referencia como Wikipedia, el concepto de “revolución” es: “…en ciencias sociales, cambio o
transformación radical y profundo” (2). Por lo tanto, hay elementos
para decir que “La Revolución de Octubre” es la única que fue exitosa,
democrática y verdadera revolución de nuestra historia. Fue interrumpida en
1948 y luego, con sus mismos fundamentos, proyectos sociales y de infraestructura,
fue reiniciada en 1958, hasta que en 1999 Hugo Chávez impone su proyecto involutivo,
disfrazado de “revolución bolivariana”. La de “Octubre” trajo –en dos “actos”-
una enorme evolución para el venezolano y Venezuela.
Hablar mal de
Medina no significa ser adeco; ni hablar bien de Medina significa ser
anti-adeco.
Mis
simpatías por Isaías Medina Angarita hacen que sienta una gran incomodidad al
ponerme en su contra. Todo sobre él, afirma que fue un gran señor; pero…
La historia siempre
lavada de pasiones por el tiempo, nos logra abrir un panorama más objetivo que
aquel que muchos sintieron dentro de sus cómodas quintas de las urbanizaciones
caraqueñas. Son esas “versiones auténticas” que aún adornan las conversaciones
“cultas” de algunos grupos autoproclamados elitescos. Algunos de estos
“intelectuales” fueron quienes por “inteligentes” apoyaron a Caldera o a
Chávez. ¡Tú dirás!
Descubramos con
información y lógica, que fue el “18 de octubre” de 1945, a ver si la infamia
fue el haber derrocado a un buen hombre que defendía al sistema equivocado; o
el hundir en insultos y mentiras a quienes iniciaron el ingreso de Venezuela en
el siglo XX. No podemos confundir las simpatías con las razones. Medina
(insisto) fue una excelente persona, pero el sistema: ¡NO!
El anti-adeco
promedio, arrastra el recuerdo de aquel “maldito día”, del 18 de octubre de
1945, cuando “el mejor Presidente que ha
tenido Venezuela, Isaías Medina Angarita, fue derrocado por los adecos”.
De ese
anti-adequismo, se aprovechó Rafael Caldera y aquel “su” COPEI que –como el
régimen de entonces- se adornaba con estéticas cristiano-aristocráticas /Un
paréntesis: Amor de Cristo ¿conviviendo con sectarismos políticos, raciales,
culturales o sociales? Este es el mismo “combo” de contrasentido que unió a la
Iglesia católica y a las Monarquías o sistemas totalitaristas, desde el
medioevo hasta aún entrado el siglo XX. En Europa esta asociación estratégica
tuvo mucha fortaleza con algunos regímenes totalitaristas, como el de Benito
Mussolini (Italia, 1922-1943) y el de Francisco Franco (España, 1936-1973), los
cuales se distinguían por decorar la pobreza con programas sociales para el
fortalecimiento de sus doctrinas; mas no con sistemas educativos y económicos
que permitieran crear igualdad de oportunidades para el desarrollo (libertad)
individual. Tal como en las monarquías absolutistas, el individuo es un lacayo
de Dios y su “rey” o líder máximo. El comunismo es otro tipo de absolutismo,
que borra a Dios para fundirlo con el líder máximo o dios-líder. Sin caer en
exageraciones, Medina Angarita tuvo coqueteos con la ideología de Mussolini,
pero nunca al extremo en que llegó Marcos Pérez Jiménez, al clonar en Venezuela
las prácticas del dictador español Francisco Franco. En todo caso, fueron
quienes adornaron al atraso medieval con estéticas modernistas; y una
modernización del estado para el sometimiento de las masas a través del fomento
de la pobreza o el bloqueo del crecimiento individual para fortalecer su
dependencia del estado.
No es justo achacar
esta “tara” a la Iglesia moderna, ni al social-cristianismo moderno; como
tampoco a Gómez, López Contreras, ni (en buena parte) al mismo Medina Angarita,
ya que tal planteamiento les podría resultar repugnante, pero sin embargo, esta
fue la piedra angular de aquella
oligocracia que desde 1900 hasta 1945 (más la de MPJ entre 1950 y 1957) se
había instaurado en Venezuela, para tratar al pobre, con distancia y
superficialidad; muy lejos de sus tan promocionados principios cristianos, tan
cacareados como falsos. Fueron tiempos donde aún circulaban sectarismos
sociales de aquella medieval Colonia; cuando después de 1821, venezolanos
sólo eran los de “primera” de Caracas; ¿los demás y lo demás?, eran “monte y culebra”. En Venezuela, ni la
medieval cultura Colonial se acabó en 1821, ni el siglo XIX terminó en 1899. El
atraso medieval dominó al país hasta finales de los años 50.
En 1944 ocurrió un
evento muy particular, por lo aparentemente frívolo, pero a la vez muy
representativo de aquel momento. Fue la elección de la Madrina de la Serie Mundial de Béisbol Amateur que se celebraría
en Venezuela. Fue la primera elección en nuestro país por la vía del voto universal,
directo y secreto. Una pacífica y gran “batalla” entre pueblo y régimen.
Después de una votación realmente masiva, la ganadora por muy amplio margen fue
Yolanda Leal, reconocida en la
historia como la “Reina del Pueblo”, una maestra
(mujer trabajadora) proveniente de un sector humilde caraqueño. Por el otro
lado, la contrincante –derrotada- fue Oly
Clemente, hija de quien a la sazón era un alto representante del régimen y
cuyo lema de campaña fue: “Oly Clemente,
para la gente decente”. Sobran las extensas explicaciones. Esto delata sin
pudores, los abiertos prejuicios sociales de aquella oligarquía gobernante.
El triunfo de “Yolanda I” fue un ensayo masivo de las
que luego fueron las primeras elecciones con voto popular, incluyendo al voto
femenino: las de 1946 para la Asamblea
Nacional Constituyente, donde AD obtuvo el 79% de los votos; y las
presidenciales de 1947 cuando AD obtuvo el triunfo con casi el 75% de los
votos. Caldera –quien capitalizó a los anti-adecos- obtuvo el 22%. El malestar
era así de grande. Cabría hacer una investigación histórica sobre los grandes
malestares de nuestro pueblo que se tradujeron en palizas de votos castigo.
Destacan, Medina quien paga los platos rotos por más de un siglo de miseria
sembrada por los regímenes militaristas, clasistas e ineptos; y Pérez Jiménez,
quien siempre recibió el rechazo de los estratos populares, antes y durante la
democracia. La idolatría por este corrupto y criminal dictador de farsas
mediáticas y estériles obras escenográficas, es un insulto contra los historiadores
profesionales y contra quienes nos dieron verdadero progreso.
Medina Angarita y sus logros. El General Isaías Medina Angarita –a pesar
de militar- fue un mandatario civilista y prodemocrático. Muchos lo querían,
todos lo respetaban. Fue el último de la línea tachirense que se inició al
mando del Estado en 1899 con Cipriano Castro, seguido por Juan Vicente Gómez y
Eleazar López Contreras. Luego Pérez Jiménez rescata esta línea militar
tachirense. López Contreras y Medina son largamente superiores al resto de esta
lista.
Medina fue muy
oportuno y valiente al aprovechar la coyuntura de la Segunda Guerra Mundial,
cuando –como otro aliado contra el “Eje”- negoció para Venezuela mejoras en las
condiciones de la explotación de crudo por parte de las empresas petroleras de
los países aliados (EEUU, Reino Unido y Holanda). Así, fue el promotor de la Ley de Hidrocarburos que a partir de 1943 mejoraba los anteriores beneficios
financieros del Estado. Conscientes del fracaso de México en busca de su
soberanía petrolera, esta Ley del “43”, tiene un gigantesco mérito, aún cuando
en 1947, 1948 y 1975, mucho más beneficios estatales se iban a lograr.
Comparando la historia de países como Irán y México en sus peleas con las
multinacionales petroleras, Venezuela fue por excepción la que salió más
beneficiada y sin costos severos.
Medina
fue otra muy buena figura de la modernización de nuestro Estado. Después de la
creación del Ejercito Nacional y de la Hacienda Pública durante el régimen de
Juan Vicente Gómez, la “Ley de Impuesto
Sobre la Renta” surge durante su mandato como otro gran avance para el
Estado. Por otro lado, fue el creador del Sistema
de Identificación ciudadana, siendo quien ostentó la cédula de identidad
#001.
Su obra más
importante de infraestructura fue el proyecto de
la “Ciudad Universitaria de Caracas”,
coordinado por el célebre arquitecto Carlos Raúl Villanueva. En 1943 se
compraron los terrenos de la “Hacienda Ibarra”, para que comenzaran sus
movimientos de tierra en 1945, a la par del Instituto Nacional de Higiene y
otras edificaciones. Cabe hacer mención especial del Hospital Clínico de la
UCV, ya que sus bases y estructuras, se iniciaron con Betancourt a
principios de 1946, continuando sus obras de manera avanzada, tal como reza en
la Reseña Histórica de este hospital … “En
1948 el Ministerio de Sanidad y Asistencia Social dictó una resolución que creó
la Comisión Preparatoria de la Administración del Hospital, integrada por un
destacado grupo de médicos, siendo los doctores Fernando Rubén Coronil y Jorge
Soto Rivera, presidente y secretario respectivamente. Esta comisión, se encargó
de la redacción de los planes gerenciales que serían ejecutados al comenzar las
actividades del hospital” (1) … fue
terminado en 1956, OCHO años más tarde, por Pérez Jiménez (MPJ), bajo un
manto propagandístico que le hacía ver como el autor del hospital más grande y
moderno de su momento en Latinoamérica. Lo de la autoría heroica de MPJ es totalmente
falso; lo de más grande y moderno
hospital de Latinoamérica es totalmente cierto, pero gracias a las
iniciativas, proyectos y obras de Medina, Betancourt, Gallegos, Delgado
Chalbaud, Suarez Flamerich y –con muchas demoras por ineptitud y “guisos”-
Pérez Jiménez. Lo típico de Marcos Evangelista… cuentos de película y
monumentos.
De
las obras más reconocidas a Medina Angarita aparece la famosa Re-urbanización “El Silencio” (Arq. C.R.
Villanueva). Un espacio urbano que previo a este excelente desarrollo de
viviendas populares estaba destinado a ser una importante parte del gran
proyecto urbanístico “Plan Monumental de
Caracas” como final de la “Avenida Bolívar”, que en 1939 había sido diseñado
por el arquitecto francés Maurice Rotival, bajo el patrocinio del Presidente
López Contreras y el Gobernador del Distrito Federal de la fecha, Elbano
Mibelli. El asunto tiene una lectura interesante cuando de este proyecto de
Medina se infiere un frontal conflicto con su antecesor, López Contreras. Hubo
relaciones tensas entre ambos mandatarios que la historia recoge en diferentes
escritos. Tampoco Betancourt lo bendijo en sus días de concejal, cuando hizo la
crítica de que las viviendas populares debían ser sacadas hacia zonas
periféricas de la ciudad, como Caricuao (una zona rural hasta 1959).
En general, el
gobierno de Medina tuvo logros que continuaron los inicios de modernidad y de
democracia de López Contreras. En 1941, Acción Democrática
(AD) fue registrado como partido político, aún siendo este un subterfugio para
evadir a la prohibición que existía sobre su original “Partido Democrático
Nacional” – PDN, ya que este asomaba como pro-comunista. Mirándolo en el
tiempo, esta proscripción del comunismo dio la razón a Medina y a López
Contreras, cuando entre el 58 y el 98, los gobiernos de AD fueron víctimas de
esta ideología sanguinaria y totalitarista: El “Carupanazo”, el “Porteñazo”, el
“4 de febrero” y el “27 de noviembre” fueron golpes de estado organizados por
el dictador comunista Fidel Castro contra la democracia venezolana. Diría Oscar
Yanes: “¡Así son las cosas!”.
El “golpe de estado”:
En
la Venezuela de Medina la miseria y el atraso dominaban
al país. A pesar de la riqueza petrolera, el desarrollo aún era un reclamo que
no terminaba de alcanzar a las masas a pesar de haber llegado a la mitad del
siglo XX.
Sumando ciertos
factores claves, se debe concluir que el sistema hegemónico militar tachirense
–que muchas veces limitó al mismo Medina – más allá de ser aparentemente
democrático, era clasista y feudalista. No es que solamente impedía el voto de
las mayorías, sino que además, no ofrecía desarrollo para las mayorías, en TODO
EL PAÍS.
Todo Presidente
llegaba por elección en Segundo Grado; es decir, no por voto popular sino con
el voto de un Congreso Nacional, que desde 1900, estaba dominado por un grupo
de andinos que hicieron de este cargo, un bastión impenetrable para cualquier
otro ciudadano que no fuera un militar tachirense. Aquí la gravedad de la cual
Medina era parte muy importante. Su sistema electoral no era
representativo, ya que la Presidencia de Venezuela estaba prohibida para
cualquier civil venezolano; y a la vez excluía del voto directo a los
venezolanos iletrados y a las mujeres, quienes juntos sumaban a la aplastante
mayoría de la población de entonces. Este modelo medieval sostenía que el
iletrado y la mujer eran “objetos insensatos”, seres incapaces de tener
criterio propio para votar y que el iletrado era el culpable de su condición,
con esto evadiendo la ineptitud de ese régimen para brindar educación a todos
los venezolanos y en todo el país. El sistema de elección por Segundo Grado no
era lo condenable, sino el “guiso” de esa dictadura militar que robaba la
posibilidad a todo civil venezolano de disfrutar sus derechos humanos
y/o alcanzar la cabeza del Ejecutivo Nacional. Estos reclamos fueron
legitimados con los principios de la “futura” ONU (24/Oct./1945) y su Declaración Universal de los Derechos del
Hombre (10/Dic./1948).
Ese día, 18 de octubre de 1945, tiene
muchas versiones. Sin embargo hay hechos concretos que no dejan espacio a
especulaciones. Medina iba a entregar su mandato en pocos meses, las elecciones
ya habían sido planificadas para marzo de 1946. Hubo muchas negociaciones entre
los adecos (quienes más tarde fueron insurgentes) y el gobierno de Medina.
Antes, todo apuntaba a un pacífico proceso de transición hacia un modelo civil
de amplia participación popular, hasta que Diógenes
Escalante, candidato de consenso –quien fue traído de EEUU por una comisión
de AD- sufre una crisis mental de la que nunca se recuperó. Luego, Medina
unilateralmente nombra a Ángel Biaggini como el sucesor, siendo quien sólo
cumplía con no ser militar, pero no reconocía a los acuerdos hechos con
Escalante.
¿Qué significó el 18 de octubre para Venezuela?.
Pongamos las cosas en el contexto de los meses finales de 1945 hasta 1948.
Rómulo Betancourt (hasta el final de su mandato en febrero de 1948), tuvo que
lidiar con una guerra de poder en el país, que buscaba el rescate del modelo
derrocado ¡obvio!. Sin embargo, la guerra de poder (tal como muchos creen que
es lo único de la política) en Rómulo apenas fue un capítulo al que le tuvo que
dedicar tiempo, inteligencia, valentía y energía. Nunca le quitó el ojo a lo
militar y a la seguridad de la democracia, pero mucho más tiempo le dedicó a
construir el desarrollo de Venezuela. Sus
proyectos aún iniciados a finales de los años 40, casi todos congelados
durante los 50, fueron lo que convirtieron a la década de los 60 en el período
más evolutivo de nuestra historia y de la historia de Latinoamérica. Jamás
Venezuela ha repetido una década similar.
La agenda de Betancourt parecía de “72” horas
por día. Veamos algunos ejemplos
- A semanas de haber tomado el cargo de Presidente de la Junta Revolucionaria de Gobierno, el 5 de noviembre de 1945 crea la Comisión Nacional Planificadora de Instituciones Médico-Asistenciales: para que como consecuencia se funde en 1946 al Instituto Nacional de Hospitales, ambos diseñadores del Plan Nacional para el Desarrollo Hospitalario, proyectado hasta las décadas de los años 50 y 60. Todos los hospitales terminados por Pérez Jiménez fueron iniciados por la Junta de Gobierno y de los 200 hospitales construidos por la democracia (58-98), no menos del 50% son de este Plan. Betancourt tuvo mucho celo con la Salud Pública, siendo Arnoldo Gabaldón su mejor gerente, quien erradicó la malaria.
- Cinco días después… el 10 de noviembre de 1945 crea la Comisión Nacional de Vialidad, la cual proyecta e inicia (en meses): La Avenida Bolívar de Caracas (reformando el proyecto de 1939 e inicia en 1947); las autopistas: “Caracas-La Guaira” (iniciada en 1947); “Del Este” en Caracas y “Caracas-El Palito /hoy: Coche-Tejerías-Valencia-Puerto Cabello” cuyos levantamientos topográficos estuvieron listos en 1947; para luego incluir estas obras en el Primer Plan Nacional de Vialidad (1947) que proyectó desde 1947 hasta finales de los años 60, todas las autopistas, avenidas, vías agrícolas, puentes, puertos y aeropuertos, más el asfaltado de los casi 25.000 kms existentes de carreteras de tierra del país. Este Plan fue la matriz de los futuros desarrollos viales de la democracia, destacando el Puente Sobre El Lago de Maracaibo, los distribuidores viales y principales avenidas de Caracas, más los 75.000 kms de vías que hicieron de Venezuela un modelo regional en vialidad. Cabe notar que en 1947 esta comisión revisó junto con empresas francesas, la factibilidad de un Metro para Caracas, pero por insuficiencia de energía eléctrica este proyecto tuvo que esperar hasta 1966 cuando el entonces Presidente Raúl Leoni rescata y da inicio al proyecto, gracias a “Guri”.
- El 29 de mayo de 1946 crea la Corporación Venezolana de Fomento (CVF) la que en 1947 diseña el Primer Plan Nacional de Electrificación y firma un contrato con la empresa BURNS & ROE para la construcción de la Central Hidroeléctrica “MACAGUA” en el sector bajo del Río Caroní. Este proyecto luego fue iniciado en 1956 por el entonces Capitán e ingeniero Rafael Alfonzo Ravard quien había ingresado en 1946 a la CVF con su fundación, pero más lejos del aporte inicial, no encontró el apoyo financiero concluyente de Marcos Pérez Jiménez para la construcción y finalización de este proyecto hidroeléctrico. El Ing. Alfonzo Ravard a partir de 1958, durante el segundo gobierno de Betancourt y hasta mediados de los años 70, como fundador y primer Presidente de la Corporación Venezolana de Guayana (CVG) se ocuparía no solo de terminar Macagua, sino de además proyectar íntegramente e iniciar las obras de la Represa y Central Hidroeléctrica de Guri (a la sazón, la más grande del mundo).
- Betancourt tuvo en Raúl Leoni a su mejor gerente de beneficios para la clase trabajadora. Con este crea al Primer Ministerio del Trabajo de la historia del país, logrando cuadruplicar la cantidad de sindicatos y la firma de contratos colectivos; agregando por primera vez los beneficios de la remuneración del domingo, vacaciones de 15 días, aumentos salariales y el proyecto de los créditos para viviendas, entre varias de las mejoras.
- Dando estructura y consistencia práctica -para todo el país- a las leyes de Seguridad Social que López Contreras y Medina Angarita habían adelantado en sus respectivos mandatos, crea en 1946 al INSTITUTO VENEZOLANO DE LOS SEGUROS SOCIALES – IVSS.
- El Instituto Autónomo de Ferrocarriles del Estado - IAFE también fue fundado en 1946, a fin de normatizar y organizar administrativamente a las líneas aún operativas en el país; centrar la administración de aquellas del Estado y proyectar un sistema ferroviario moderno. Aunque sus proyectos iniciales fueron pocos por la acelerada evolución de las vías terrestres, su criterio fue mucho más progresista que aquel de los mandatarios de los años 50, quienes sólo inauguraron el tramo de la línea Puerto Cabello – Barquisimeto, para el transporte civil, excluyendo la carga. Fue un tren muy pequeño y endeble. La mitad de un tren de Metro de los actuales.
- El 22 DE JUNIO de 1946 se decreta la creación de las FUERZAS AEREAS VENEZOLANAS, adscritas al Ministerio de la Defensa. En este mismo año inaugura al Aeropuerto de La Carlota en Caracas, cediendo este al recién creado Consejo Técnico Nacional de Aeronáutica (1946) primer entre rector de la aviación civil en el país.
- Igual en 1946 funda la Comisión Nacional de Irrigación, la cual en 1948 entrega en Primer Plan Nacional de Irrigación de agua (embalses, acueductos, cloacas y canales) para el riego, consumo humano y generación eléctrica en todo el país, destacando entre sus más de 40 proyectos los de las Represas de Guárico (con el sistema de riego agrícola de la región) y la de Macagua (para su futura central hidroeléctrica). De aquí nació no menos del 80% de los embalses, acueductos y canales riego del país, construidos antes de 1958. La canalización de las aguas potables y servidas fue una labor crucial para erradicar las epidemias.
- La “Ciudad Universitaria” de Caracas, sin ser un proyecto de la “Revolución de Octubre”, contó con el máximo apoyo de su Junta de Gobierno, al punto de haber terminado los movimientos de tierra y varios edificios; además de dejar muy avanzadas las estructuras de al menos el 60% de las edificaciones (incluyendo al Hospital Clínico). Cabe resaltar que para la promoción de la carrera de periodismo, el 24 de octubre de 1946 decreta la creación de la Escuela de Periodismo de la UCV (cerrada luego por Marcos Pérez Jiménez); y como dato paralelo, para la defensa de los derechos laborales de los trabajadores de la prensa y radio, promueve la fundación del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa (SNTP).
- En materia petrolera: Betancourt tuvo en Juan Pablo Pérez Alfonzo al principal gerente de petróleo. Entre ambos, mejoraron el Plan para el Incremento de la Renta Petrolera iniciado por Medina Angarita con la Ley de I.S.L.R. de 1943; e idearon la Nacionalización del Petróleo (concretada 30 años después por Carlos Andrés Pérez en 1975). Persiguiendo ambos objetivos, en 1947 firmaron los Convenios con las empresas petroleras extranjeras para construir las refinerías de Amuay, Cardón, Bajo Grande, Puerto La Cruz y El Chaure – todas finalizadas entre 1949 y 1950. De esta forma se obtuvieron varios beneficios para la nación y su futuro: 1) Obtener más ingresos por impuestos sobre la venta de los combustibles y lubricantes; 2) Garantizarle al país el suministro interno de combustibles y lubricantes; y 3) ir construyendo las instalaciones, así como ir formando al personal local especializado, con miras a una futura nacionalización de la industria. Luego dentro de la misma estrategia, se dejaron todos los detalles listos para que el siguiente Presidente Gallegos, reformara en 1948 la Ley de I.S.L.R., conocida como la Fifty-Fifty (50/50) porque se exigía no menos del 50% de las ganancias a las petroleras extranjeras. Pérez Jiménez no cumplió nada de esto.
El notable
historiador Germán Carrera Damas, en
su artículo “La república liberal
democrática (1945-1999) y sus logros: una visión” (3) resume de esta manera
las consecuencias del “18 de octubre” o “Revolución de Octubre” para Venezuela:
“… extraídos de lo histórico, propongo el
siguiente balance de la República liberal democrática, en lo concerniente tanto
a la formación del Poder público, como
al ejercicio y a la finalidad del mismo: (…)
/ 2.- Ha sido clave en la inauguración y el establecimiento del Poder
civil: interrumpiendo el predominio del Poder militar en 1945-1948; orientando
su plena instauración, actualizada, a partir de 1959; y motivando hoy la lucha
por el restablecimiento del Poder civil. /
3.- Se inauguró la instauración, en Venezuela, del régimen sociopolítico
democrático moderno, al rescatar y poner en vigencia plena el principio de
Soberanía popular. Primero inaugurándolo, en 1945-1948; y luego al orientar su institucionalización, actualizada, a partir
de 1958-1959 (Pacto de Punto Fijo, Programa mínimo de Gobierno y Gobierno de coalición. / 4.- Se
impulsó y patrocino la más significativa operación de inclusión social:
reconoció sus derechos políticos a la mujer; promovió el rescate de la
población rural –ampliamente mayoritaria–, mediante la Reforma agraria
integral; hizo ciudadanos plenos a los analfabetos; fomentó la educación,
moderna y democrática, en todos sus niveles; combatió el paludismo –hasta
erradicarlo–, y otras endemias; desarrolló el sistema asistencial, y también la
que Rómulo Betancourt denominó el hambre ancestral de los venezolanos, etc. … (continúa)
La Venezuela de
ruralidad masiva que existía a pesar de la riqueza petrolera, fue promovida por
el sistema hegemónico militar tachirense y tuvo en Betancourt a su máximo
enemigo – desde Gómez hasta Medina, con un apéndice en Marcos Pérez Jiménez. En
contraste, los proyectos civiles que fueron promovidos desde 1946 hasta 1948 y
luego desde 1958 hasta 1998, tuvieron en primer plano al desarrollo del
individuo y su bienestar. Basta con revisar el inmenso desarrollo vivido en los
“40 años” para comprobar esta tesis. Es decir, que la etapa civil –a pesar de
muchos errores- fue la representación del fundamento de la democracia, cuando
esta no sólo permite la libre expresión ciudadana a través del voto popular y
la libre prensa; sino que además construye al bienestar y desarrollo del
ciudadano.
Otros detalles sobre este tema se
hablan en mi ensayo: “El Silencio de los
Buenos” (4). En la comparación del “antes” y el “después”, tendremos al
panorama completo de lo que para muchos ha sido la única y verdadera revolución
de Venezuela.
El “18 de octubre”
significó la primera gran ruptura del esquema medieval que se inicia en la
Colonia y que fue encontrando disfraces con el modelo militar-totalitarista,
para desde allí, dar inicio al sistema cívico-desarrollista. Todo apunta que
aún está por venir una segunda y última ruptura, con el aún existente modelo monárquico solapado bajo la
etiqueta “presidencial electoralista” (o de un rey electo e inepto). Cuando
construyamos al Estado Plural, que
minimice al hiper-poder del Presidente y su minoría en Caracas, para maximizar
al poder de las Regiones y de las mayorías del país, terminaremos de fundar y
proteger a nuestra democracia. Tendremos un Estado para los ciudadanos porque
los ciudadanos de todas las regiones seremos dueños del Estado nacional.
¡Volveremos a ser vanguardia en el mundo!
@panchopantaleo
(1) Reseña Histórica del Hospital Clínico
Universitario de Caracas (HUC) http://huc.gov.ve/huc_historia.html
(2)
Concepto de Revolución > https://es.wikipedia.org/wiki/Revolución_(desambiguación)
l
(3)
“La república liberal democrática (1945-1999) y sus logros: una visión”
artículo de Germán Carrera Damas publicado en el Diario “El Nacional” 11/12/14 http://www.el-nacional.com/opinion/republica-liberal-democratica-logros-vision_0_535146551.html
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