DESDE EL PUENTE
Oswaldo Álvarez Paz
CONTRA TODA HIPOCRESÍA
Hemos repetido muchas veces que el régimen venezolano es el
campeón mundial del disimulo y la mentira. Ambos son componentes de una
hipocresía que incorpora a las relaciones internacionales, especialmente las
vinculadas a un vecindario complicado. Me refiero a Guyana y Colombia. La
reunionitis aguda de las últimas semanas entre los más altos funcionarios de
los países citados no ha logrado resolver, ni siquiera enfrentar con
sinceridad, los problemas básicos que
mantienen empañadas las relaciones.
No me gusta generalizar, pero parecen reuniones de farsantes
alejados de la búsqueda de soluciones, pero empeñados en adoptar poses de interés
político propias de quincallas barateras. A nadie engañan en ninguna parte. El
caso de Venezuela es el más lamentable de todos. Cuando decimos estar contra
toda manifestación de hipocresía queremos invitar a actuar en base a la verdad,
apegados a la dura realidad existente.
Todos los problemas tienen solución. Nuestro drama es que el
régimen y su presidente dejaron de ser instrumentos para resolver esos
problemas y se convirtieron en el problema mayor que la nación tiene que
resolver a corto plazo. Mientras la dupleta Maduro-Cabello esté al frente del
país todo se agravará. Nuestra obligación es contribuir a superar lo que está a
la vista.
En esta dirección debe dirigirse el mensaje fundamental de la
alternativa democrática con miras a la elección parlamentaria del próximo 6 de
diciembre. No hay manera de que el régimen pueda ganarla, pero puede intentar
un gigantesco fraude para disimular su fracaso y convertirlo en una victoria
vergonzosa, empañando o anulando mediante el uso de la fuerza bruta, el indetenible
triunfo de la oposición. En manos de la MUD está la responsabilidad
fundamental. También en las direcciones políticas de los partidos y grupos que
la integran. Protagonistas son también los candidatos a asambleístas que deben
demostrar, desde ahora, temple y coraje para las tareas que se avecinan.
Estoy plenamente convencido de la honradez de la mayoría de
los oficiales de las fuerzas armadas, más allá de las desviaciones y
corruptelas existentes en ese mundo, de la misma naturaleza de las existentes
en el mundo civil. Allá y aquí hay buenos y malos, honestos y perversos. Un
solo frente para derrotar la barbarie y construir la nación que soñamos.
@osalpaz
Lunes, 5 de octubre de 2015
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