EL TUCANO MAGNICIDA
HOJA DE RUTA POLÍTICA (No 112)
El anuncio
de Maduro de que se iba a atentar contra su vida desde un avión Tucano que
sobrevolaría Miraflores, ha provocado una mamadera de gallo universal. Esa
reacción jocosa la sintetizó Chúo Torrealba (MUD) en una frase demoledora: Nadie
va a conspirar contra un gobierno que se cae a pedazos.
A pesar de
lo inverosímil de la denuncia el gobierno la está utilizando como plataforma de
lanzamiento de una nueva escalada represiva. Aunque se dispusiera a contrarrestarla,
la oposición no tendría cómo hacerse sentir con fuerza porque el gobierno ha
logrado el monopolio casi total de los medios de comunicación social (TV, radio
y prensa escrita). Esos medios han sido comprados a precio de oro por
boliburgueses opulentos, enriquecidos obscenamente por la corrupción y el
narcotráfico. El día llegará en que podrá comprobarse.
Hasta ahora
la represión desatada con la patraña del Tucano magnicida, ha golpeado a los
militares. Han sido encarcelados unos cuantos oficiales de la Aviación, y en el
área de los rumores se mencionan los nombres de varios líderes de oposición. Si
no recordamos mal, Maduro ha mencionado a Leopoldo López, María Corina Machado
y Antonio Ledezma, firmantes de un documento publicado en la prensa en el que
se señala los desatinos del gobierno y sus consecuencias nefastas en el nivel y
calidad de vida de los venezolanos; y se bosquejan líneas de acción a seguir
para lograr un cambio a través de una transición pacífica.
Estos tres
líderes, y otros que también se mencionan como conspiradores, seguramente serán
encarcelados y sometidos a juicio con fundamento en pruebas amañadas. Ya el
gobierno se quitó la careta de demócrata y actúa como lo que es: Una autocracia
totalitaria.
Ante este
cuadro desolador la oposición luce impotente, condenada al silencio y a la
inacción. Lo mismo sucedió cuando Pérez Jiménez. El joven líder tachirense,
Leonardo Ruiz Pineda, inspirador y gran conductor del movimiento de Resistencia
fue asesinado a tiros en plena calle por los esbirros de Pedro Estrada. A pesar
de esa represión brutal el movimiento de Resistencia se mantuvo activo hasta el
23 de Enero de 1958, cuando se derrumbó la dictadura de Pérez Jiménez.
En 2015 los
tiempos y las circunstancias son distintos, y los mecanismos de resistencia
tienen que ser diferentes. Lo que sí debe estar vedado es la inacción, la
pasividad, como la que exhiben, con sus excepciones, los dirigentes nacionales
y regionales de Acción Democrática, quienes aparecen cruzados de brazos, con la
boca cerrada como si se hubiesen colocado un esparadrapo. Deberían seguir el
ejemplo de los grandes dirigentes fundadores.
Octavio Lepage
Caracas, 19
de Febrero del 2015
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