GIORDANI ACUSA
HOJA DE RUTA POLÍTICA (No 110)
El “monje”
Giordani, inspirador y corresponsable del desmantelamiento progresivo de
Venezuela como entidad geográfica e histórica, respetada universalmente, ha
señalado que Venezuela es el “hazmereir de América Latina”. Lo único que habría
que acortarle es que el hazmereir no es el país, somos los venezolanos, todos
sin excepción, que nos hemos calado y nos seguimos calando este inverosímil
proceso de metódica destrucción durante quince (15) años.
La Constitución
Nacional es violada con desparpajo. Puede afirmarse, sin exagerar, que ninguna
de sus disposiciones es respetada por el poder público, con el Tribunal Supremo
de Justicia a la cabeza de sus violadores sistemáticos. Vivimos en permanente
situación de facto y los factores de poder al parecer ni siquiera toman nota.
Ningún país,
ninguna sociedad organizada, puede funcionar sin empresas y sin empresarios.
Quienes así lo creyeron reconocen su equivocación. No olvidan el desplome de la
Unión Soviética ni el patético fracaso del modelo cubano.
Ese modelo
cubano es el sustento teórico de Maduro. A una inexistente “guerra económica”
ha respondido con la arbitraria ocupación policial y militar de empresas. Al
igual que sucedió con Agroisleña, sucederá ahora con Farmatodo. No es fácil
explicar la pasividad del sector empresarial. Maduro está envalentonado, pero
no se atreve a aplicar las medidas requeridas para lidiar con la crisis. Lo
importante para él no es la salvación del país. Lo que le importa es cuidar su popularidad,
muy menguada por cierto. Habla mucho, insulta, descalifica, pero no actúa.
A pesar de
esta tragedia, la situación se torna alentadora. El mundo entero ya está
convencido de que en Venezuela impera una dictadura. Sin embargo, todavía se
requiere una presión internacional permanente y consistente que reclame a
Venezuela cumplir con sus compromisos internacionales de respeto a la libertad
y a las garantías establecidas en nuestra constitución.
La
visita a Venezuela de los ex-presidentes Pastrana, Piñera y Calderón, es
expresión concreta de esa solidaridad activa que empieza a manifestarse con los
que aquí luchan por el restablecimiento de la democracia. Visitaron nuestro
país por invitación de la diputada María Corina Machado, para participar en un
congreso en favor de la libertad y la democracia. Ellos tuvieron evidencia
directa del carácter represivo del gobierno cuando se les impidió visitar a
Leopoldo López en su celda de la prisión militar de Ramo Verde. Por otra parte
los tres ex-presidentes han hablado muy claro sobre lo que observaron en
Venezuela.
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