Armando Martini Pietri: Cómo ganar
elecciones en 8 fáciles pasos
La oposición venezolana tiene una
oportunidad única en su objetivo de transformar en una ola de votos el enorme
descontento popular que registran todos los estudios de opinión, y así sentar
este mismo año las bases para un cambio político en el país.
Sin embargo, hay opositores encerrados
en escenarios sólo suyos y, en consecuencia limitados e incluso peligrosos, que
los llevan a producir una especie de ponzoña lenta y constante que, por pausada
e invariable, incluso bien escrita, puede llevar a electores descontentos con
el chavismo a ambientes muy negativos.
Escribo esto en un intento desesperado
de llamar a reflexión a varios opinadores opositores que a lo largo de tres
lustros han fracasado pero siguen encerrados en los mismos mundos negativos y
oscuros que los llevan a escribir como si el universo a su alrededor no se
moviera, como les pasaba a aquellos astrónomos confesionales y sin telescopios
de antes de Galileo.
Para ellos todo aquel que exprese
dudas, inquietudes y opine lo que debería hacer la oposición y que no hace,
inmediatamente se convierte en traidor y cómplice del oficialismo y ése
precisamente es uno de sus grandes y más perversos errores.
No me considero dueño de la razón ni de
la verdad absoluta pero sí soy de los que expresa su parecer para que quienes
tienen la influencia y responsabilidad de conducir las estrategias, al menos
las analicen y reflexionen con perspectivas más realistas y claras.
Hay muchos argumentos que tratan de
justificar el fracaso de los adversarios del oficialismo que buscan culpar a
otros de su ineptitud. Aquella célebre frase “si hubieran votado distinto” cuál
sería el escenario hoy, olvida -¿deliberadamente?- que la culpa no es de quien
se abstiene sino de quienes tienen la responsabilidad de conquistar y animar a
ese ciudadano para que sufrague y no lo hacen o lo hacen de manera
equivocada.
Lo que sigue son los ingredientes de
una sencilla receta para ganar elecciones
1.- por encima de todo respeten y
consideren al ciudadano, óiganlo, escuchen sus planteamientos e inquietudes,
tómenlo en cuenta y háganselo saber.
2.- por más dura que sea digan la
verdad, sean valientes que el pueblo es más inteligente de lo que ustedes
creen. Digan con sinceridad lo que pueden y no pueden hacer si ganan la
Asamblea Nacional. No generen expectativas que no puedan cumplir.
Especialmente, comprométanse a cumplir con su trabajo de asistir a las
reuniones y comisiones de la asamblea; y no postulen a aquellos que han
incumplido con sus deberes, que los hay y no son pocos de ellos los que aspiran
a repetir.
3.- olvídense de tanta filosofía y
dogmatismo y céntrense en planteamientos y propuestas concretas que permitan
solucionar los problemas cotidianos de la gente.
4.- dejen de lado sus intereses
personales y partidistas, la política es mucho de percepción, y lo que percibe
la mayoría es que ustedes están más pendientes de lo suyo que del colectivo. Y
eso sólo se cambia con hechos. ¿Por qué no postulan a los presos políticos y a
los asilados políticos en puestos salidores dando demostración de unión y
desapego? ¿Y qué pasó con la igualdad de género?, ¡háganla realidad!
5.- echen a un lado la
manipulación y el engaño. El pueblo percibe –y después comprueba- cuando hay
doble moral y doble discurso. No se pide que se haga lo que no se está
dispuesto a hacer pero sí se exige que se cumpla lo prometido
6.- no se abroguen la representación
ciudadana que no tienen ni nadie les ha autorizado. Hay que ganarla trabajando
día tras día; no la da la cúpula del partido ni del grupito, la entregan los
electores
7.- váyanse a patear la calle, conozcan
las vicisitudes y agonías del pueblo, de la gente llana allí mismo donde los
sufren. Vivan sus problemas. Conózcanlos, interactúen y no los desilusionen
8.- dejen la demagogia y populismo de
lado, eso es justamente lo que le sobra al oficialismo.
Conclusión
La receta para perder elecciones la han
utilizado durante todos estos años porque el ingrediente más importante
–reitero- es decir la verdad al ciudadano por más cruda que ésta y no lo han
hecho. Han divagado, errado, manipulado y ocultado. No han sido claros. Han
estado de espalda al ciudadano pendientes de sus intereses y consensos –
postulando ciudadanos de un estado a otro- lo que es una burla que tanto daño
ha hecho y sigue haciendo.
El doble discurso y la doble moral es
el peor defecto que tiene la oposición y lo exteriorizan a diario condimentado
con un concurso de insultos y ofensas contra quienes piensan diferente. Al
ciudadano no le llaman la atención ni le importan sus diferencias, sus
problemas ni intereses partidistas, al elector le interesan las soluciones que
proponen para aliviar y solventar sus contrariedades diarias, calidad de vida,
inseguridad, inflación etc. Trabajar con firmeza, pragmatismo y eficiencia por
esas soluciones es el auténtico compromiso.
El engaño al que ustedes han sometido
al colectivo es intolerable. La permisividad con la que han tratado al
oficialismo es cómplice y así se percibe. La convocatoria e inclusión de los
mejores es lo que desea el pueblo y no la eternización de dirigentes
partidistas que siguen chapoteando entre autocomplacencias y derrotas. Todo
indica que pueden salir victoriosos en las elecciones parlamentarias pero no se
engañen pensando que es por mérito propio o porque sus estrategias son las
correctas. La verdad es que, será por el voto castigo y la deplorable situación
general del país la que hará la diferencia. Ojalá tengan la honradez y el
empeño para hacer de esa victoria mérito propio.
@ArmandoMartini
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