Armando Martini Pietri: Panamá y CENCOEX
Comenzó y concluyó la VII Cumbre de
las Américas en Panamá. La verdad es difícil procurar un diagnóstico objetivo y
claro de sus resultados, porque no paso nada que no se supiera que iba a pasar.
Las vedettes fueron Obama y Castro, tal como se esperaba, todo lo demás fue
ruido de galería. Como siempre no paso de ser un encuentro más, y se
ratifico la costumbre en estas reuniones ampliadas. Nada dejan y mucho decepcionan.
En el caso de Panamá, hay que
destacar las representaciones de la oposición venezolana y del oficialismo,
cada una desde su trinchera cumplió su objetivo. La declaración de los ex
presidentes tiene su peso, más que en la Cumbre como tal, en movimientos políticos
internacionales como la socialdemocracia y de centro derecha que gobiernan, que
recordemos a primer vistazo, coaligadas en Alemania y presentes en casi toda
Europa, además de Brasil, Chile, Uruguay, Paraguay entre otros. La presencia de
Rocío San Miguel en el acto con el Presidente americano fue notoria y destacada
distinguiéndola como principalísima opositora. La ausencia de Obama y el
Presidente Santos fue un mensaje clarísimo al venezolano de “nos importas un
pepino”, un salirse justo ahí tan descarado es una muestra de imprevisión diplomática
o de indiferencia; y las cancillerías de Washington y de Bogotá nunca han caído
en imprevisiones; puede que tomen decisiones erradas, pero no dejan nada al
azar.
En todo caso en lo interno de la
política venezolana la intervención del Presidente Nicolás Maduro cada quien la
analizara desde su punto de vista y hará sus propias conclusiones a favor o en
contra. Todos los jefes de Estado pusieron su mensaje claro y contundente de no
estar de acuerdo con sanciones a Venezuela –a nadie le conviene un monstruo
sancionador-, señalaron lo que cualquiera sabe, que un país pequeño,
arruinado, que vive de las compras de petróleo de empresas estadounidenses y
encima está desbaratadamente gobernado, no puede ser amenaza para nadie, ni
siquiera para Guyana. Cada cual después se dedicó a sus propios objetivos,
incluyendo al ecuatoriano Correa que pretendió lucirse diciendo lo mismo que
dice todos los días en Quito, que los medios de comunicación son unos bandidos,
y Evo Morales sólo se preocupó de dejar claro que no le interesaba reunirse con
Obama, quizás porque lo que más le interesa es averiguar qué le pasó
electoralmente en La Paz, El Alto, Cochabamba y Santa Cruz. La presidenta
argentina después de atacar al imperio y catalogar de ridícula la orden
ejecutiva de Obama y recordar a Perón, se despidió por ser esta su última
cumbre.
Pero mientras esto sucedía y el país todo
estaba pendiente de la confrontación Venezuela-USA y las declaraciones de
amistad y simpatía entre Cuba y USA con aclaratorias históricas incluidas aquí
en nuestra patria, los venezolanos quedamos sorprendidos cuando conocimos de
una nueva resolución de CENCOEX en la cual se rebajaban las asignaciones a los
cupos de viajeros.
Algunos la catalogan de arbitrariedad
y otros, de casa por cárcel. La verdad es un ataque directo a la clase media y
más grave a aún, un reconocimiento categórico, terminante y conclusivo de la
crisis que vivimos los venezolanos, y no de ahora sino desde hace ya algún
tiempo agravada in extremis con la caída de los precios del petróleo; el
Gobierno que tiene ministros de Economía que no saben de Economía no ha podido
evitar que su impericia haya salido a flote con mucha más fuerza en el conflictivo
mar del conocimiento público.
El flujo de caja del gobierno
bolivariano esta en tal escasez que comienza a colapsar y el 6,30 y el 12 son
simplemente banderitas deshilachadas sin viento que les sople. Cuando lo comparas
con el mercado negro es simplemente una fantasía. Lo cierto es que estos
diferentes controles y valores de la moneda lo que produce en el caso de los
viajeros es fortalecer la mafia de raspa cupos y aumentar la podredumbre.
El Gobierno y Nicolás Maduro no asimilan
e insisten en tapar su ineficiencia con más controles lo cual no sólo no los
ayuda para nada sino que tranca más las cosas y con el sacrificio de una parte
de la población apenas logra ahorrar un porcentaje mínimo que no hace
diferencia alguna a costa de la libertad de tránsito y la libertad de
disposición y conversión del dinero -que bien ganado- no se puede disfrutar o
gastar donde cada quien tenga a bien hacerlo.
Cuando por razones políticas y no
económicas se establece un control de cambios irreal, absurdo y fantasioso es
imposible financiar los requerimientos de los ciudadanos y del mismo gobierno
de acuerdo a sus políticas de subsidios. O sea, unos cuantos no podrán viajar o
lo harán con extremas limitaciones, mientras al mismo tiempo sigue creciendo el
fantasma más grueso y peligroso: la baja de producción, el recorte de
importaciones y el feroz desabastecimiento.
Maduro ya debe estar regresando lleno
de alardes sobre lo bien que le fue. Pero sépanlo, todos, no le fue ni bien ni
mal, estuvo simplemente como una larga y dramática pancarta a un lado del
escenario principal donde hicieron sus actuaciones Raúl Castro y Barack Obama,
una de esas carteles que forman parte del paisaje pero que nadie lee por
segunda vez; a veces ni siquiera la primera.
En cualquier caso ¿saben quién ganó
de verdad? Panamá, llenaron hoteles, alquilaron carros, las delegaciones de América
llenaron tiendas y restaurantes, y Panamá aumento su imagen de país de
oportunidades.
@ArmandoMartini
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