“LA OEA Y EL REVOCATORIO”
Por Carlos Canache Mata
Cuando el país vive una grave crisis
política-económica-social, que cada día va a peor, se conoce en momento
oportuno el documento, de fecha 30-05-16, del Secretario General de la OEA,
Luis Almagro, solicitando, de conformidad con el artículo 20 de la Carta
Democrática Interamericana, la convocatoria del Consejo Permanente de ese
organismo “para realizar una apreciación colectiva de la situación y adoptar
las decisiones que estime convenientes”. Se
espera que entre el 10 y el 20 de este mes de junio se efectúe esa
reunión del Consejo, que no colide con la de días atrás que aprobó, sobre lo
que está pasando en Venezuela, su apoyo al diálogo y a “los procedimientos
constitucionales”, eufemismo que alude al referendo revocatorio.
Cuando uno termina de leer las 132 páginas del documento de Almagro, se
tiene la impresión de que ha leído el prontuario de este tiempo menguado y
oscuro que deshonra a sus propiciadores. La tragedia multidimensional que
padecemos la caracteriza Almagro por “la continuidad de las violaciones de la
Constitución, especialmente en lo que se refiere a equilibrio de poderes,
funcionamiento e integración del Poder Judicial, violaciones de los derechos
humanos, procedimiento para el referendo revocatorio, y su falta de capacidad
de respuesta (del Poder Ejecutivo) respecto a la grave crisis humanitaria que
vive el país, lo cual afecta el pleno goce de los derechos sociales de la
población”-
El sometimiento del TSJ al Gobierno, que en
el documento se menciona elegantemente como “cooptación del Poder Judicial por
el Poder Ejecutivo”, se evidencia con la cita de 17 decisiones del máximo
tribunal, todas favorables al oficialismo, entre otras, la que declaró la
supuesta inconstitucionalidad de la Ley de Amnistía y Reconciliación Nacional, la
que ordenó la desincorporación de la AN de los diputados de Amazonas, la que
impidió que la AN revocara las designaciones irregulares de magistrados del TSJ
realizadas el 23 de diciembre de 2015 por la anterior AN, las que dan vigencia
a los decretos de emergencia económica y estado de excepción sin la aprobación
de la AN, la que limita las facultades contraloras de la AN, etc. Próximamente
me referiré al análisis que se hace de la crisis humanitaria, que alarma a la
comunidad internacional por el severo desabastecimiento de alimentos y
fármacos, y del colapso económico que un gobierno incompetente y corrupto no
sabe cómo detener o revertir.
Al final del documento, en sus Conclusiones,
Almagro dice que el diálogo y la unidad nacional “construyen soluciones y
resuelven problemas”, pero que “dialogar no es sentarse a hablar, es demostrar
compromiso con la democracia”. El CNE se ha prestado para que el gobierno se
empeñe en ganar tiempo retardando los lapsos y el cronograma del referendo, por
lo que Almagro alerta que “intentar entrampar esta solución en demoras y en la
creación de nuevos procedimientos tal como se ha hecho constituye un flagrante
atentado a la democracia”, y sentencia que de la realización del revocatorio
este año “depende la democracia en Venezuela”.
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