¿Cambió en el orden político mundial?
Por Carlota Salazar Calderón
La política es un ser vivo, nuevas necesidades, realidades,
exigencias… en la búsqueda de reivindicar, recobrar o ampliar la dignidad de
los pueblos, generan cambios. Pasamos de un todos
contra todos (rudimentario) a la monarquía (poder absoluto); aristocracia,
oligarquía (élites); república (imperio de la ley); dictaduras, fascismo o
nazismo a la democracia (poder en el pueblo).
El fin de la Segunda Guerra Mundial (1945) produce un
nuevo orden internacional y la democracia liberal representativa pasa a ser el
régimen político universalmente adoptado. En el marco de la hegemonía
intervencionista norteamericana, eventos de salvajismo, como: - en Camboya con
Pol Pot (1967); - Gran Salto Adelante (1957); Revolución Cultural (1966); - el
genocidio en Ruanda (1994)…
Ese orden atendió la necesidad de hegemonía de
esos tiempos – por decirlo de alguna forma -, pero no atiende las de este siglo,
cuando el gasto del estado del bienestar ha rebasado los presupuestos públicos;
la gente desconfía de la política y de los políticos; los gobiernos tienen que
dar respuesta, no sólo ganar elecciones; diversidad de actores sociales, nuevos
motivos de exclusión política y social y nuevos esquemas de lucha de un ser
programado en la tecnología y en la diversidad.
Las necesidades propias de este siglo ameritan que se
atienda al zeitgeist, al espíritu de
los tiempos. Cuando la sociedad inglesa se expresó contra el Brexit, los
colombianos contra el acuerdo con la FAR y los norteamericanos por Donald
Trump, no queda lugar a duda que estamos en un cambio de época. La sociedad
está exigiendo que sus necesidades sentidas sean tomadas en cuenta, ya las
élites no las representan y exigen estar presente en la toma de decisiones.
Desde la perspectiva conservadora estos cambios representan
posiciones populistas que destruyen la
institucionalidad, para implantar esquemas perversos de dominación de la
sociedad ¡lo cual cierto!
Líderes carismáticos populistas han utilizado la democracia y
la necesidad de inclusión, obtienen el poder para luego implantar sistemas de
dominación y control social, caso patético es el de Venezuela.
El nuevo orden mundial debe responder a esta necesidad de
inclusión de todos los sectores, no es sólo los pobres, es la calidad de vida
de la clase media, diversidad sexual, niños especiales, invidentes, inválidos…
para quienes hay que diseñar políticas públicas que los inserte en la sociedad.
Para ello, organización en el logro de objetivos comunes y
un liderazgo político honesto y comprometido, siendo una el caldo de cultivo de
la otra. No podemos continuar con los esquemas tradicionales de maquinarias y cogollos
que se imponen, dejando a la gente con el sabor amargo de ir a votar, por el
que le pongan. Grandes y millonarias campañas que se traducen en más de lo
mismo.
El nuevo orden que necesitamos queda reflejado en el Estado
Ciudadano, en el cual el sistema político vivifique la democracia – en el caso
venezolano participativa y protagónica -, y que definitivamente acerque el
poder a la gente.
Carlota
Salazar Calderón
Calotascgmail.com
@carlotasalazar
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