“Inteligencia y estrategia”
por Armando
Martini Pietri
El General George S.
Patton se enfrentó en el norte de África al poderoso e invencible Afrika Korps
del mariscal Erwin Rommel. Las tropas aliadas devastaron la infantería y
tanques alemanes; el estadounidense, exultante, grita “¡Yo leí tu libro, yo leí
tu libro!”. Lector apasionado de la historia militar, analizaba batallas,
victorias y derrotas. Entendía la importancia de los elementos con los que
cuenta un comandante, pero aún más la táctica de él y del enemigo. Fue lo
valioso de “Sangre y Agallas” -su apodo- y
la razón de ser victorioso.
La estrategia
comparada con la del adversario, el estudio detallado donde se escenificará la
batalla, sin dejar nada olvidado ni al azar, como consecuencia y conclusión,
diseño eficaz de la maniobra que llevará a la victoria.
Eso es lo que la
oposición no parece percibir ni hacer, el madurismo en cambio sí.
¿Paro
petrolero? Fue enorme, colosal. Resultado: la empresa y el negocio quedaron en
manos del presidente y su fanática concepción de gobierno. Los gerentes, buenos
en su especialidad pero no consideraron: para los militares lo que afecte al
petróleo perturba al país, a los ciudadanos y sus actividades, desesperó a
todos, sin gasolina, ni vehículos o transporte popular. En consecuencia, es
asunto de seguridad nacional.
¿Huelga
comercial? Se detuvo más de medio país, abastos, panaderías, auto mercados,
empresas, industrias y negocios de servicio público. Es de señalar que, para embrollar
la vida al gobierno, complicaron la tranquilidad de los ciudadanos.
Aquellos militares
que se atrincheraron en la Plaza Altamira. Chávez desarrolló una estrategia
pasiva: no hizo nada, los abandonó, habló contra ellos, dejó que se agotaran,
los ridiculizó sin darles causas para el martirio.
Abril 2002, evacuaron
a Chávez de Miraflores. Sin embargo, no supieron qué hacer. No habían previsto
una estrategia para el día siguiente. Un general señaló que el presidente había
aceptado renunciar. Oficiales lo trataron en prisión como Presidente, no como
preso. A continuación, la patética asunción de un civil sin carisma ni respaldo
legal, anunció la anulación de poderes y leyes por su cuenta y voluntad.
La Mesa de la Unidad
Democrática, cuyos méritos y logros son evidentes, ha fallado por no tener una estrategia
propia basada en el eficaz análisis de la oficialista. Sus actuaciones son casi
siempre simples respuestas a acciones e iniciativas oficiales. Vociferan sus
maniobras y se diluyen en discrepancias.
El
diálogo siempre estuvo, el secretismo, la mentira e indecisiones han terminado
por dar la iniciativa al Gobierno y, ahora, al Vaticano. Hay que tomar en
cuenta que la oposición no la tiene sencilla, hay un grupito de partidos con
más votos cada uno que todos los demás. Sin embargo, esos “demás” también se la
juegan y corren riesgos.
Existen destrezas que
se deben desplegar de manera permanente, que o no se han desarrollado, o no han
tenido el éxito esperado. Por ejemplo, involucrarse con pasión, sinceridad y
desinterés en las zonas menos favorecidas, donde viven y padecen los que tienen
que aguantarse largas y peligrosas colas para comprar lo básico, víctimas del
malandraje, excesos policiales y militares, diarias fallas de los servicios
públicos, la falta de atención médica. No es sólo la clase media es perjudicada,
también la popular que han llevado al Presidente Maduro a un 80 % de reproche;
que él, trata a diario y desesperado ignorar. Justamente lo que la oposición debe
tener en cuenta, con destreza razonada y definida, no una disposición a golpear
según el porrazo, sino a aporrear donde realmente duela.
En estos momentos en
los cuales el diálogo parece consolidarse -con altibajos, dimes y diretes-
cuando se ejecuta el compromiso de las partes en participar, no es conveniente obsequiarle
al atribulado oficialismo motivos para argumentar saboteo. Son especialistas en
engaño y manipulación.
Los opositores no
deben erosionar el proceso en el cual tienen mucho más por ganar que perder. El
pueblo es otra cosa, no es un dialogante, ha pasado demasiado tiempo y es mucho
lo que ha sufrido. ¡Cuidado con la furia de un pueblo paciente!
La oposición debe
inspirar la protesta y el reclamo. Y cuando realmente se dirija al centro y el
oeste de Caracas lo acompañe, será poder. Es allí donde está la fuerza, no en
Miraflores plagado de errores, cegueras y fantasmas. Los ciudadanos están
desilusionados, se sienten engañados, se consideran burlados, timados. No es
culpa de ellos, es error político no saber comunicarse. Desechar la obsesión
con la casa de Misia Jacinta. No es lo que fue, hoy sólo es una
residencia que no representa jerarquía, asiento de un poder devaluado que
perdió conexión popular, y sólo alberga presuntos revolucionarios, que perdieron
el rumbo incluso antes de emprender el camino que los ha llevado a guerrear por
sobrevivir, están en el ocaso de su estadía y pronto a irse.
Eso es lo que hay que
deliberar, amigos en rebelión, mujeres líderes por méritos propios. Descubrir
qué es lo que le conviene al oficialismo para entonces decidir qué nos conviene
a nosotros. !Valentía con inteligencia y estrategia!
¿Marchar
a Miraflores? ¡Sin duda, hay que hacerlo, no para llegar sino para permanecer!
El Gobierno desea que un grupo opositor marche a palacio, unos y otros nos
están retando, como los guapos retan a quienes consideran débiles. Los empujan,
los insultan, los golpean hasta que el débil reacciona instintivamente y son
golpeados sin piedad, de hecho con satisfacción viciosa.
Para
seducir, pero también controlar, el oficialismo creó las milicias, los
colectivos, los CLAP y cualquier ocurrencia. Aún así, con dificultad logran 20%
de aprobación. Los ciudadanos entienden mejor de lo que juzgan los populistas,
pero ni estúpido ni paciente para siempre. Muchísimo cuidado al confundir, hacerse
los pendejos con ser pendejos.
La
marcha hacia Miraflores es indicadora, no como convocatoria de líderes sino
como auténtica y categórica decisión popular. Cuando deba ser, cuando el 80% adquiera
conciencia de que el 20% no es tan guapo sino un débil con habilidades histriónicas.
Ocurrirá, de hecho está sucediendo.
Es
necesario estudiar e interpretar qué piensa realmente al oficialismo. El
referendo es una cuestión, las elecciones regionales otra, las presidenciales.
Todas revelan una coincidencia: la desventaja abrumadora -80 a 20- contra el
régimen. O están ciegos y sordos, o están tramando algo, y es eso lo que
debemos averiguar a tiempo. Estar un paso adelante y formular la estrategia vencedora.
Ocupar el
poder por vías democráticas es el objetivo, con palacio o sin palacio. Porque
no es allí donde está el poder, es en la gente y no sólo en los que se reúnen
en Chacao, Hatillo y Baruta: es el 23 de Enero, Catia, Cota 905, el Cementerio,
San Agustín, Montalbán, El Paraíso y muchos edificios de la Misión Vivienda deficientes
y convertidos en cotos de la delincuencia.
Recordemos
a San Juan Pablo II: "La paz no se escribe con letras de sangre, sino con
la inteligencia y el corazón” y “Por más poderoso que sea un dictador, solo es
un hombre. No tengáis miedo”. Por último, lo que Monseñor Claudio María Celli
expresó: "Si fracasa el diálogo nacional, el camino podría ser el de la
sangre".
Venezuela
necesita ciudadanos en las calles reclamando sus derechos, no en las cárceles
ni exiliados. Los muertos están en el cementerio. Dios Bendiga a Venezuela.
@ArmandoMartini
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