“PRESIDENTE, CALLADO SE
VE MEJOR”
Por Jesús Seguías (*)
(*) Presidente de DatinCorp
Lo
mejor que puede hacer el presidente Maduro en este momento, y por el bien del
país y el propio chavismo, es callarse. Debe entender que es el Presidente de
la República. Debe dar demostraciones de madurez, equilibrio, mucha, pero mucha
sabiduría y demostrar que está a la altura del cargo que ostenta. El país está
montado sobre un campo minado, y el presidente no puede comportarse como un
camorrero, aún cuando hayan voces opositoras minoritarias que aún no asimilen
totalmente las ventajas del diálogo.
Su
deber, por el contrario, es generar confianza ante quienes dudan del diálogo.
Debe hacer concesiones clave (como también lo debe hacer la oposición) que
contribuyan a sumar fuerzas para el entendimiento en vez de patear la mesa. Es
hora de hablar más con hechos que con palabras.
El
presidente Maduro más que nadie necesita de acuerdos y consensos urgentes.
Tiene un país al borde del desespero y no ve respuestas tangibles por ninguna
parte. Eso es grave.
Lo
que han dicho Maduro y Cabello hoy lo que revela es lo que nadie quiere creer:
que el gobierno lo que quiere con el diálogo es comprar tiempo (un tiempo que
ya no tienen) para seguir haciendo lo mismo.
El
tiempo se agotó. No estamos ni siquiera para simples diálogos sino para ir
directo a negociaciones y acuerdos ganar-ganar. Sí. Acuerdos donde ganen
chavistas y opositores. El todo o nada ya no es posible. El juego está trancado
y nadie podrá pulverizar al otro.
Ojalá
la MUD no acepte la provocación y sigan invitando al gobierno a bajarse del
ring (aún cuando en el chavismo no lo hagan). Así la oposición ganará apoyo
interno y externo, y el que más perderá es Maduro.
Si
la oposición cae en la provocación del combate, y sale a la calle a confrontar
en este momento y patea también el diálogo se estará dando la mano con Maduro y
Cabello. Hay que insistir en el diálogo y en los acuerdos ganar-ganar. Si
Maduro y Cabello quieren pelear entonces que hagan boxeo de sombra, haciendo el
ridículo ante el mundo
y ante una Venezuela que está sufriendo en demasía.
Vengo
insistiendo en que primero hay que bajarse del ring antes de proceder al
diálogo (Datincorp.com). Jamás habrá diálogo montados en un ring de combate.
Los micrófonos y la fanfarronería son lo verdaderos enemigos del gobierno y la
oposición. Venezuela y el mundo observan. Cuidado con lo que hacen. El costo
será elevado.
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