¿ENCUENTRO, DIÁLOGO, SALVAVIDAS?
Por Carlos Canache Mata
Propiamente no se trata de descifrar un
acertijo si nos preguntamos si las conversaciones de la noche del domingo 30 de
octubre entre representantes del gobierno y de la oposición, con facilitación
internacional, fue un encuentro o un diálogo o la eventual oferta de un
salvavidas a Maduro y sus acólitos.
¿Encuentro?. Conforme a las
informaciones oficiales de los participantes en la reunión se precisaron los
temas de la agenda y la metodología a seguir, y, a tal efecto, se crearon
cuatro mesas de trabajo inmediato, contando cada una de ellas con un representante de cada parte y un facilitador. La 1ª mesa se ocupara del
tema de la “paz, el estado de derecho y la soberanía nacional”; la 2ª abordará
el tema de la “verdad, justicia, derechos humanos, reparación de víctimas y
reconciliación”; la 3ª analizará el tema “económico-social”; y la 4ª versará
sobre el tema “generación de confianza y cronograma electoral”.
Obviamente, lo que se efectuó fue un
encuentro preparatorio o preliminar en el que se convinieron las materias a
discutir.
¿Diálogo?. Esas cuatro mesas de
trabajo comenzarían sus tareas desde el lunes 31 de octubre, a fin de presentar
sus respectivos informes en la reunión general convocada para el 11 de este
mes. Será en esas mesas donde las partes, debidamente autorizadas, expondrán
sus posiciones e intercambiarán propuestas para ver si es posible o no lograr
consensos sobre los temas que se les asignaron. Es en esas mesas de trabajo y
en los debates de la reunión del 11 de noviembre, que conocerá los informes de
tales mesas, donde se escenificará el diálogo propiamente dicho. Es entonces
que se sabrá qué se decidió sobre el planteamiento de la MUD de volver al
referendo revocatorio o que haya elecciones generales anticipadas, cuya
celebración de uno u otro evento se exige para este año 2016. Se sabrá también
cuál será la suerte de los presos políticos, cuyo número asciende a 114, según
el Foro Penal. Y nos enteraremos de qué va a pasar con la Asamblea y con el
respeto a la Constitución, especialmente en lo relativo a la separación de los
poderes.
¿Salvavidas?. En la apoteósica
concentración de masas del miércoles 26
de octubre, la MUD, por boca de su Secretario General, Jesús “Chúo” Torrealba,
anunció “la agenda parlamentaria para
señalar la responsabilidad política de Nicolás Maduro en la crisis y el
abandono del cargo, y el jueves 3 de noviembre iremos a Miraflores a llevarle
su carta de despido”. En efecto, el artículo 233 de la Constitución establece
que “el abandono del cargo” (que se aprobaría en la sesión del martes 1º de
noviembre de la AN y que no es un abandono físico, sino debido al
incumplimiento de las obligaciones constitucionales) por parte del presidente,
es causa de su falta absoluta, es decir, causa de la cesación de su mandato.
Esas posibilidades ya estaban contempladas en
el punto tercero del Acuerdo aprobado por la Asamblea Nacional el pasado
25 de octubre.
Como la puerta del diálogo va a estar
abierta hasta el 11 de noviembre, es obvio que
al menos la decisión parlamentaria del “abandono del cargo” presidencial
se debió haber postergado ayer, y bajará
la presión internacional para continuar la aplicación de la ya activada Carta
Democrática Interamericana. Un salvavidas temporal para Maduro y su régimen tan
parecido a una dictadura.
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