"Falta de dinero, la nueva excusa de la MUD"
Por Armando Martini Pietri
O sea, después de tantos años, después de
sumar partidos, partiditos y grupitos, después de reunirse, hablar, convocar
manifestaciones y protestas, después de ofrecer villas y castillos de
democracia, libertad y prosperidad, ahora resulta que la Mesa de la Unidad
Democrática, más conocida (¿para ahorrar espacio?) como MUD, no tiene fondos
para organizar sus propias elecciones primarias.
Es decir, nos vienen ahora con ese
argumento para dejar de lado lo que claramente no le conviene a los enchufados
de siempre –nuestras disculpas a Capriles por usar su calificativo de combate-
que no quieren correr riesgos. Más fácil es llegar a ocultos consensos entre
unos pocos cómplices, que echarse a la calle a pedir la opinión de los electores,
pues se impondrían liderazgos
naturales y no los amigos serviles del partido político.
Podrían
colárseles nuevos diputados no fáciles de manejar.
En los consensos son expertos unos cuantos
dirigentes opositores, actuales manejadores (estuvimos a punto de escribir manipuladores pero no queremos empeorar
las cosas) de la MUD, que andan en eso desde que recibieron buen entrenamiento
en aquellos mismos partidos que dejaron al pueblo abandonado en un charco y
después se dedicaron a mirarse los propios ombligos mientras Hugo Chávez, bien
asesorado, recorría el país y se quedaba con él.
Veinte años después siguen en lo mismo,
ahora apoyados en nuevos dirigentes que aprendieron de esa escuela. Los que
tratan de abrir caminos diferentes, son puestos de lado y contra la pared. Y si
tienes la valentía de atreverte a pensar con cabeza propia y tienes el
privilegio de ser tu mismo, corres el riesgo de ser llamado “escuálido” o
“divisionista”. O aceptan los
consensos o no hay dinero para ayudarlos a ganarse sus candidaturas hablando
con la gente. Con estudiantes que sintieron fe encadenados o sepultados en las
“tumbas” de la policía represora del régimen, con Leopoldo López y Antonio
Ledezma presos, esta MUD que Ramón Guillermo Aveledo se cansó de aguantar da la
impresión de vivir en una burbuja que flota muy por encima del alcance de la
gente con la cual debería mezclarse y cuyos intereses y deseos debería
interpretar.
Tan cerrados están que ni siquiera atienden
las voluntades de dirigentes propios de alto nivel, como María Corina Machado,
Andrés Velásquez o Eduardo Gómez Sigala, para sólo mencionar tres; políticos
que quieren ir a la calle a medirse, a ganarse a pulso cada voto y están
dispuestos incluso a arriesgar derrotas. Porque es ahí donde está el verdadero
liderazgo, en la calle, con la gente, mano a mano; no en las frías salas de
discusiones de consensos entre jefes que han dejado las calles y que deliran
estrategias que llevan veinte años fracasando, borrachos jugando con la misma
botella vacía.
Sus miedos y egoísmos les impiden
comprender que la democracia no está sólo en el respeto a los derechos de
todos, sino también y aún más en el derecho de todos a participar, a ejercer su
pensamiento. Una de las ideas esenciales de la democracia venezolana es la de
las asociaciones de vecinos, que Hugo Chávez fue transformando en consejos
comunales: llámense como se llamen, eso es poder popular. Los jefes de los
viejos partidos y Chávez y sus chavistas han cometido el mismo error, han
tratado de politizar, partidizar, esas organizaciones locales, vecinales,
porque están dispuestos a cualquier cosa excepto a perder el mando.
Al final serán derrotados, porque la
sociedad humana es como el agua, siempre consigue una rendija por la cual
colarse. El Presidente Maduro no lo ha comprendido, creyó que le bastaba hablar
mucho y mencionar a Chávez, de paso responsabilizarlo de todas las tonterías y
errores que comete, y la consecuencia está siendo la paralización del país y la
acelerada pérdida de confianza de la sociedad venezolana. Los líderes
opositores que privilegian los controles tradicionales tienen dificultades
similares. El gran ridículo de la MUD es que su popularidad –la esperanza
popular- no crece por sus propios méritos y atractivos, sino por la caída del
Presidente, su Gobierno y su chavismo.
Algunos líderes opositores entienden la
cuestión y se empeñan en ser, mucho más que líderes, dirigentes, conductores.
Es lamentable, terrible, que a estas alturas, en una situación de crisis
extrema, la MUD siga enredada en el pasado, ciega al presente y al porvenir.
La verdad es que hago esfuerzos sobrehumanos
para entender las posiciones de la MUD. Sin embargo, todos los días es peor el
irrespeto al ciudadano. ¡Qué difícil lo ponen!
@ArmandoMartini
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