¿ QUO VADIS,
MADURO ? Por Carlos Canache Mata
La incertidumbre acerca dónde va a llegar el gobierno en su violación al
orden constitucional, nos trae el recuerdo de que cuando Cristo llevando la
cruz se le aparece a Pedro, quien por la persecución de los cristianos huía de
Roma, éste le pregunta “¿quo vadis?” y
aquél le responde “a Roma, a ser
crucificado de nuevo”.
Ahora, en Venezuela, se hacen conjeturas
sobre hacia dónde quiere ir y qué busca el gobierno cuando denuncia golpes de
Estado y magnicidios, una guerra económica y acciones desestabilizadoras
promovidas desde el exterior por un supuesto eje Miami-Madrid-Bogotá, bajo la
dirección del “imperio”, es decir, de EEUU.
Se cree generalmente que se trata de una
maniobra de distracción para que sólo se hable de esas mentiras y se olviden o
pasen a un segundo plano la política represiva, la resurrección de la tortura,
la inseguridad y la criminalidad que
andan sueltas en todo el territorio nacional, la cacería de brujas en el seno
de la FAN, el incumplimiento de las obligaciones internacionales en materia de
derechos humanos y la burla de la Carta Democrática Interamericana, la escasez
enseñoreada en los anaqueles de los
comercios, la inflación de más del 100% en los alimentos, el desastre cambiario
con un dólar oficial a 6,30 bolívares y uno a más de 200 bolívares en el mercado
paralelo, la corrupción y el saqueo masivo de los dineros públicos, las
conexiones gubernamentales con el narcotráfico, y, en fin, la pobreza que,
según la Cepal, ha pasado en los dos años del mandato de Maduro del 25,4% al
32,12%.
Es cierto que todo eso se mueve en el fondo
de las invenciones y de la estrategia de desinformación del gobierno. Pero hay
razones para pensar que otros propósitos también pudieran estar motivando la
conducta del oficialismo. Algunos otros objetivos o decisiones aún ocultas en
relación a la democracia y el Estado de Derecho pudieran estar esperando su momento de
materialización.
Llama la atención que estén ocurriendo
hechos gruesos y graves que no son fuegos pirotécnicos para encandilar a la
opinión pública. No es cualquier cosa el asalto de sedes de un partido de la
importancia de Copei y acusarlo, con montajes de videos prefabricados, de estar
comprometido con una conspiración. Se acusa de lo mismo al partido Voluntad
Popular y arbitrariamente se mantiene preso a Leopoldo López, su máximo
líder. Se encarcela a Antonio Ledezma,
no para despojarlo de la Alcaldía que ya habían vaciado en sus competencias y
recursos, sino para continuar con el descabezamiento de la oposición. Está
anunciado el allanamiento de la inmunidad
del diputado Julio Borges, dirigente fundamental del partido Primero
Justicia. Pende sobre la cabeza de María Corina Machado la amenaza de apresarla
en cualquier momento. Y se acentúa la hegemonía comunicacional -Tal Cual es la última víctima- para que las
tropelías sean silenciadas o distorsionadas.
Todo eso conduce a algún desenlace todavía velado.
¿ Quo vadis, Maduro ?.
Ese si fue un líder un tremendo político como muchos de su época lástima ya no hay de esa talla
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