Armando Martini
Pietri:
Exégesis constitucional
Exégesis, palabreja impresionante y rebuscada que en nada representa una
mala palabra, su significado de acuerdo a la Real Academia Española es muy
sencillo: "explicación, interpretación".
El complejo –como todo
lo jurisconsulto ¿ha visto alguien documento más complicado que uno escrito por
un abogado?- asunto del dictamen tiene a todo el mundo hablando e
interpretando, estudiosos del derecho de prestigio y respeto ciudadano han
emitido profundas reflexiones jurídicas sobre la sentencia numero 9 emitida el
día 1° de marzo de 2016 por la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de
Justicia, los políticos opositores la han tachado de sumisión del poder
judicial al ejecutivo, los maduristas hablan cínicamente de independencia de
poderes. Los que están en
contra interpretan y los que están a favor hacen lo posible por explicar. Que
en este caso no es asunto fácil para mentes que tengan frente a ellas las leyes
y la Constitución abiertas.
Por nuestra parte con
estas líneas sólo trataremos de analizar, en vocabulario llano y sin
parafernalia leguleya, lo que muchos en la calle quieren saber sobre el
significado de lo acordado por los ilustres magistrados que se consideran los
únicos intérpretes válidos de la Constitución de 1999. Una especie de súper
héroes constitucionales.
El veredicto aludido
para quienes la defienden es un prodigio revolucionario, para
quienes la adversan es la destrucción y devastación de la Asamblea Nacional.
Para algunos es cosa simple, entienden y manifiestan que el régimen se quitó la
careta de demócrata para dejar ver la de dictador. Unos cuantos, legalistas
estrictos, la califican de insólita, triste y
bochornosa. Cualquier cosa oiremos, lo más diverso, pero en realidad el dictamen
constitucional es simple en cuanto a que sólo coloca límites de actuación a los
diputados es decir, les dice qué deben hacer y qué no deben hacer, cual es su
competencia y cuáles sus atribuciones según guste o no al Gobierno, así de
simple. Nada complicado.
La súper Sala dijo que la Asamblea sólo tiene competencia sobre el
gobierno y la administración pública nacional entendida ésta como los
burócratas directamente dependientes del Presidente pero sólo en lo
administrativo, no es difícil interpretar esto aunque allí ya habría mucha tela
que cortar. Lo que significa en castellano sencillo para que todos lo podamos
entender es que Nicolás, a través de la sentencia, los mandó directo al diablo
y les dijo: "con mis poderes no se metan". Es decir el electoral,
judicial y ciudadano-moral que, como el ejecutivo, él asume que son suyos,
simples mandados de su torpeza gubernativa, porque Maduro, como incontables
cupuleros maduristas y varios políticos, mucho exhiben la Constitución pero
parece que poco la leen.
Los ilustrísimos también indicaron cómo se deben hacer las convocatorias
y hasta les enseñaron a los representantes –y creo que en particular al que más
los molesta, el presidente de la Asamblea Nacional- en qué términos hacer las
comunicaciones. Deben estar dirigidas –según el TSJ, no la Constitución-
exclusivamente a los funcionarios sometidos a control ejecutivo, indicar el
motivo, alcance preciso y racional de las mismas, orientarse por los principios
de utilidad, necesidad, razonabilidad, proporcionalidad y colaboración entre
Poderes Públicos, permitiendo a los funcionarios que comparecen, solicitar y
contestar, de ser posible, por escrito, las inquietudes que formulen el
Parlamento Nacional o sus comisiones, e inclusive, también si así lo
solicitaren, ser oídos en la plenaria de la Asamblea Nacional, en la
oportunidad que ella disponga, pues la Constitución no avala el abuso ni la
desviación de poder.
En otras palabras Nicolás "les manda a decir que aprendan a
redactar una carta oficial porque a ustedes se les olvidó cómo hacerlo tras
años ausentes de la casa del pueblo; y además les recuerdo que ahora y siempre
la Sala Constitucional es mía, me pertenece sépanlo, entiéndanlo, acéptenlo y
no lo olviden jamás para que no pierdan su tiempo".
Asimismo, aprovecharon el Presidente y la suprema Sala para dejar bien claro
que la Fuerza Armada Nacional Bolivariana es susceptible de control
parlamentario y político sólo a través de su Comandante en Jefe. En palabras
más o menos Nicolás reitera que él es el jefe soberano, que no sean tan creídos
para pensar o pretender que van a llamar a mis amados militares revolucionarios
y maduristas para ridiculizarlos y someterlos al escarnio público como
acostumbran ustedes hacerlo. Lo machaco y machacaré una y mil veces para que no
les queden dudas ni tentaciones, con mi ejército no se mete nadie ni con el
pétalo de una rosa. Ni ustedes, diputados pro yanquis, obedientes a Estados
Unidos, ni el Presidente Obama, ni el flaco ése alto del Departamento de Estado,
ni los españoles que por tener ya no tienen ni Gobierno y el gallego Rajoy ni
el car'e tabla Pedro Sánchez no logran ver, frente a sus narices, la brillante
oportunidad de hacer el socialismo del siglo XXI para el sufrido pueblo español
con los camaradas de coletas y mangas arremangadas. Si hoy viviera Agustina de
Aragón otra sería la historia.
Por si acaso y previendo cualquier abuso legislativo, la mega Sala
elimina el control parlamentario sobre los poderes ejecutivos estadales y
municipales para que no queden huecos por ahí. Actúa como
constituyente para cambiar la Constitución si eso llega a necesitarlo el
PSUV. Se comporta como legisladora al desaplicar normas legales. Como es común se impone la sala como institución
divinizada que está por encima del bien y del
mal dejando despejado que
ni le hace caso ni tiene por qué hacerlo a la Asamblea Nacional, que viene así
a terminar siendo un club para que los partidos pongan a ganarse unos realitos
y practiquen oratoria a sus dirigentes nacionales y regionales. Para remate
Nicolás les comunica a los diputados y especialmente a Ramos Allup, que la
mayoría calificada de 2/3 partes no es 109 sino 112, por lo cual los diputados
de Amazonas ya pueden regresar a sus selvas, sus ríos y que Liborio Guarulla
deje de estar haciendo perder el tiempo a los que todavía están en la Asamblea.
Por último y para que no se olviden señores diputados si tienen algún
mal pensamiento e intención de cambiar las leyes referentes al poder judicial
advertimos y en consecuencia sentenciamos, que la iniciativa legislativa es
exclusiva de nosotros -Tribunal Supremo- así pues, olvídense de ese tango que
Gardel murió. No contaban con nuestra astucia.
Esta Asamblea Nacional a la cual la Sala Constitucional le ha cerrado la
boca y atado las manos, empezó por aceptar -bajo protesta- primero para después
dejar las cosas así, aquella sentencia sobre los diputados de Amazonas, o sea,
se dejó quitar la mayoría calificada que ahora la misma Sala Constitucional les
restriega en la cara. Luego aceptaron la no comparecencia de los funcionarios
del Gobierno sin el menor pretexto, después se tragaron la sentencia contra su
propio rechazo al decreto de emergencia financiera, luego aceptaron las
amenazas sobre la ley de amnistía, ley de propiedad de inmuebles de la gran
misión vivienda y ahora, sin pudor alguno, les clavan el pronunciamiento de la
Sala Constitucional.
Por cierto diputados, y en especial a Ramos Allup, respecto el temita
fastidioso de las firmas que si son 4, 5 o 6 hay que avisarles que si siguen hostigando
a la magna Sala puede dar instrucciones de que las actuales rúbricas valgan por
dos; o más institucional, recomendamos que se lean bien la vigente Ley Orgánica
del Tribunal Supremo de Justicia para que terminen de entender no sólo que
alguno de ustedes analizó mal, o leyó una ley diferente, sino que además contó
pollos antes de nacer, mala cosa pero frecuente en la oposición, se ve que se
descuidaron los buenos constitucionalistas a su servicio, lamentable.
Sigan así y más temprano que tarde serán desalojados de la sede de la
Asamblea –capitolio- en el centro de Caracas alegando que será el nuevo
despacho de la sala constitucional que se vería revolucionaria y majestuosa
sesionando bajo los cuadros aquellos de la independencia, o podría servir
también para una ampliación de las instalaciones de la Alcaldía de Libertador
para atender mejor al pueblo pues allí cabe mucha más gente, o cualquier otro
pretexto madurista. No importa, ¡que caray!, podrán reunirse en el teatro del
Centro Cultural Chacao, o al aire libre que baja desde el Guaraira Repano, en
la Plaza Altamira.
@ArmandoMartini
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