PUNTOFIJISMO
HOJA DE
RUTA POLÍTICA (No 192)
Octavio Lepage
El derrocamiento de Rómulo Gallegos por el
cuartelazo del 24 de Noviembre de 1948,
frustró el propósito de consolidar el régimen de democracia y libertad que se
estableció gracias al movimiento cívico-militar del 18 de Octubre de 1945. La
República civil se había iniciado con buen pie. La Constitución de 1947
consagra el sufragio universal, directo y secreto de manera que Gallegos fue
electo, no por el Congreso Nacional, sino por una mayoría de los venezolanos.
Hombres y mujeres, mayores de 18 años, alfabetos y analfabetos. Toda una
revolución.
En los días del exilio, Betancourt debió
meditar sobre las razones de aquel fracaso prematuro. Seguramente le atribuyó
importancia a los enfrentamientos ardorosos en el mundo civil. Betancourt se
fue al exilio, Jóvito quedó preso en el Castillo de Puerto Cabello.
Por encima de diferencias, los civiles han
debido unificarse fuertemente para afianzar el gobierno civil. Al que le
correspondía ser más flexible y tolerante, por ser partido eje del gobierno,
era Acción Democrática. Por desgracia no fue así, prevaleció el sectarismo. La
Asamblea Constituyente de 1947 fue escenario de debates ardorosos. Es de
suponer que los militares golpistas se frotaban las manos de contentos.
Como corresponde a un dirigente con
conciencia de sus responsabilidades, Betancourt tuvo que reflexionar sobre las
causas profundas de aquel fracaso. Lo más probable es que tales reflexiones lo
llevaran a la conclusión de que la discordia entre los civiles fue una de las
razones que explican el éxito del cuartelazo contra Gallegos.
A finales de 1957, estaban en Nueva York,
donde residía Rómulo Betancourt, Rafael Caldera y Jóvito Villalba. Como en
Venezuela soplaban vientos de cambio, los tres grandes dirigentes iniciaron
conversaciones para aclarar y definir rumbos. Esas conversaciones continuaron
en Caracas una vez derrocado el dictador y culminaron en la firma del llamado
Pacto de Puntofijo.
El Pacto de Puntofijo fue un pacto de
gobernabilidad sobre la base de un gobierno coaligado. Al gabinete ingresaron
por COPEI, Lorenzo Fernández en el Ministerio de Fomento y Víctor Giménez
Landinez en Agricultura y Cría; por URD, Ignacio Luis Arcadia en Relaciones
Exteriores, Luis Hernández Solís en Trabajo y Manuel López Rivas en
Comunicaciones.
A pesar de que el pacto tripartito se rompe
en la VII Conferencia Panamericana en Costa Rica, porque URD se empeñaba en el
ingreso de Cuba a la Organización de Estados Americanos, el pacto se mantuvo
entre COPEI y Acción Democrática con resultados muy positivos para la defensa y
estabilidad de la democracia naciente, amenazada seriamente por la conspiración
militar reaccionaria, y por el terrorismo urbano y los frentes guerrilleros
montados y financiados por Fidel Castro.
Una vez que el Pacto de Puntofijo cumplió su
propósito estabilizador, Acción Democrática y Copei recuperaron su autonomía de
acción. La democracia duró cuatro décadas, en buena medida gracias a ese pacto.
Caracas, 3 de Marzo del
2016
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