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lunes, 7 de marzo de 2016

"PUNTOFIJISMO" Por Octavio Lepage


PUNTOFIJISMO
HOJA DE RUTA POLÍTICA (No 192)
Octavio Lepage


El derrocamiento de Rómulo Gallegos por el cuartelazo del 24 de Noviembre de  1948, frustró el propósito de consolidar el régimen de democracia y libertad que se estableció gracias al movimiento cívico-militar del 18 de Octubre de 1945. La República civil se había iniciado con buen pie. La Constitución de 1947 consagra el sufragio universal, directo y secreto de manera que Gallegos fue electo, no por el Congreso Nacional, sino por una mayoría de los venezolanos. Hombres y mujeres, mayores de 18 años, alfabetos y analfabetos. Toda una revolución.

En los días del exilio, Betancourt debió meditar sobre las razones de aquel fracaso prematuro. Seguramente le atribuyó importancia a los enfrentamientos ardorosos en el mundo civil. Betancourt se fue al exilio, Jóvito quedó preso en el Castillo de Puerto Cabello.

Por encima de diferencias, los civiles han debido unificarse fuertemente para afianzar el gobierno civil. Al que le correspondía ser más flexible y tolerante, por ser partido eje del gobierno, era Acción Democrática. Por desgracia no fue así, prevaleció el sectarismo. La Asamblea Constituyente de 1947 fue escenario de debates ardorosos. Es de suponer que los militares golpistas se frotaban las manos de contentos.

Como corresponde a un dirigente con conciencia de sus responsabilidades, Betancourt tuvo que reflexionar sobre las causas profundas de aquel fracaso. Lo más probable es que tales reflexiones lo llevaran a la conclusión de que la discordia entre los civiles fue una de las razones que explican el éxito del cuartelazo contra Gallegos.

A finales de 1957, estaban en Nueva York, donde residía Rómulo Betancourt, Rafael Caldera y Jóvito Villalba. Como en Venezuela soplaban vientos de cambio, los tres grandes dirigentes iniciaron conversaciones para aclarar y definir rumbos. Esas conversaciones continuaron en Caracas una vez derrocado el dictador y culminaron en la firma del llamado Pacto de Puntofijo.

El Pacto de Puntofijo fue un pacto de gobernabilidad sobre la base de un gobierno coaligado. Al gabinete ingresaron por COPEI, Lorenzo Fernández en el Ministerio de Fomento y Víctor Giménez Landinez en Agricultura y Cría; por URD, Ignacio Luis Arcadia en Relaciones Exteriores, Luis Hernández Solís en Trabajo y Manuel López Rivas en Comunicaciones.

A pesar de que el pacto tripartito se rompe en la VII Conferencia Panamericana en Costa Rica, porque URD se empeñaba en el ingreso de Cuba a la Organización de Estados Americanos, el pacto se mantuvo entre COPEI y Acción Democrática con resultados muy positivos para la defensa y estabilidad de la democracia naciente, amenazada seriamente por la conspiración militar reaccionaria, y por el terrorismo urbano y los frentes guerrilleros montados y financiados por Fidel Castro.

Una vez que el Pacto de Puntofijo cumplió su propósito estabilizador, Acción Democrática y Copei recuperaron su autonomía de acción. La democracia duró cuatro décadas, en buena medida gracias a ese pacto.



Caracas, 3 de Marzo del 2016

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