“Un
plan para debilitar a la revolución: la renuncia, pero otra…”
Por Silvia E.
Rodríguez Schwartz
No me malinterpreten, no es que no quiera “esa” renuncia,
¡para nada! estoy invitando a que nos planteemos una posibilidad de ir
quitándole poder al régimen desde nuestros espacios, no desde los de ellos.
No voy a empezar a listar los seres maravillosos, famosos o
no, reconocidos o no, que con su calidad humana, su rabia, su amor y su
talento, llenan de luz este hueco insondable; esos que exaltan el ánimo y hacen
que le escuchemos a más de uno: “tenía que ser él…” “…esa tipa es arrecha…”
“…ojalá hubiera más Laureanos…” ¡amado Laureano! “¡Claro que iba a ganar
Venezuela…”Y comenzamos entonces, bien sea por euforia, bien sea por respeto
madurado (¡perdón! ¡perdón!) por respeto meditado, a seguir a pie juntillas
cada una de sus palabras y hechos y en eso se nos va el alma, como debe ser,
como corresponde a nuestra pasión latina ancestral, a nuestra capacidad de
adorar a quien da un aporte de respiro y de solidaridad a nuestro maltratado
estómago, (no por gastritis, ni mucho menos) sino por el estoicismo con el que
ése –nuestro estómago- resiste con la bandera en alto cada insulto y cada
injusticia que nos tratan de hacer tragar desde hace ya casi la mayoría de edad
-18 añitos, Yieeei, infeliz cumpleaños a ti…
Pero retomando el hilo, si es que uno logra retomarlo cuando
recuerda casi 18 años de insensatez, de burla desmesurada, de “ir dando pasitos
de bebé para ver cómo lo toman los otrora escuálidos…otrora pelucones…otrora
fascistas” y así seguir con los pasitos, hasta convertirlos en pisadas de botas
que ya, ni bebé mediante, ni consideración mediante de “a ver cómo lo toman”, simplemente,
como dicen los chamos : ¡por el pecho! Y aquí viene a cuento la parte de la
renuncia que podríamos practicar nosotros. Nos tienen angustiados y
permanentemente preocupados por un decreto u otra aplastante noticia, y esta
“educación” a la que estamos sometidos desde esos casi 18 años, de, primero
pasitos de bebé, y luego botas irreverentes, desconsideradas y podridas, está
logrando que nuestras reacciones frente a sucesos: inhabilitaciones (en su
época), aumentos de la cesta o de productos, sandeces, violaciones, narco
asuntos…y no sigo por el bien del estómago, sean expresiones como “y ahora por
quién vendrán…seguro que la agarran con fulanito…” “y si el precio justo (jiji)
del pollo ahora está en XXXX seguro que en 1 mes está en XXXXX”, o “ya nos
quitaron la luz, el agua…¿ahora lo próximo será tal cosa?”, en fin, no sé si me
han seguido hasta aquí, con ésta, ojalá útil, disertación, el caso es que con
esas reacciones, que también llegan a oídos de ellos, que también invaden
nuestra energía, estamos abriendo de par en par las puertas a que nuestros
“pronósticos” les indiquen que sí, ya nos la calamos, entonces (como dirían los
españoles: “¡a por lo próximo!”) o peor aún, “ya los tenemos acostumbrados,
tanto, que hasta predicen que viene peor”, o sea, la mesa está servida para
seguir jodiendo.
Como decía el poema: “…perdón, si es que la hiere mi
reproche, perdón…”, pero mi intención es que el sistemático abuso, robo,
devastación, precisamente por ser sistemático, no nos convierta poquiiiiito a poco
en robotitos, hermosos sí, valiosos sí, luchadores, sí, talentosos, sí, pero
robotitos que, frente a ese manejo sistemático de las acciones y reacciones,
hagamos un hábito el esperar la próxima jugada “¡porque seguro que ahí viene!”,
no sólo por no ayudarles a poner los cubiertos en la mesa servida para que nos
sigan dando otro y otro leñazo sabiendo que lo estamos esperando, sino para no
apagar, jamás, el raciocinio y los propósitos firmes, provechosos, verdaderos,
y hasta la trillada palabra: positivos, en nuestros corazones y en nuestras
acciones. Señores, eso se va contagiando, y si lo empieza a decir el mundo
entero (mundo entero= nosotros) se convierte en axioma, en práctica, en
creencia, y paso seguido en certeza y en verdad. Estar advertidos no significa
abrirles la puerta para que pasen a cagarse ahora sobre el sofá, estar
advertidos es aprender a usar su
estrategia para generar acciones, con discreción, frente a los posibles nuevos intentos…hasta
el jaque mate, (lo cual significa, literalmente, "el rey está
atrapado" o “el rey no tiene escapatoria”)
“Creo
firmemente que descubriremos el fuego por segunda vez en la historia de la
civilización humana. Salvo que, esta vez, la chispa vendrá desde nuestro
interior”
Debashis Chatterjee
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