"LA REVOLUCIÓN
CHAVISTA HA FRACASADO"
HOJA
DE RUTA POLÍTICA (No 218)
Octavio Lepage
Los chavistas se empeñan en que se olvide, y
realizan esfuerzos sostenidos para que el resto de los venezolanos no lo
recuerde: tienen 17 años mandando a sus anchas. Han acaparado el poder total. Ahora
los funcionarios, cuyo número se ha multiplicado, son chavistas fanáticos, la
lista Tascón es fantasma que les aterra noche y día.
En estos 17 años, la Asamblea Nacional ni
siquiera tomó nota de las funciones y prerrogativas que le atribuye la
Constitución Nacional. Ni legisló, ni controló, ni debatió. Ha sido sólo
fachada para aparentar que en Venezuela hay democracia. Recuérdese que Diosdado
Cabello la manejó siempre con un látigo en la mano, como a soldados en un cuartel.
Por eso no terminan de reconocer a la nueva Asamblea Nacional, electa el 6D por
mayoría apabullante (112 diputados de oposición, apenas 55 diputados
oficialistas).
La sumisión de los magistrados del Tribunal
Supremo de Justicia da pena ajena. Recuérdese que Chávez la calificó de
“plasta” cuando dictaminó correctamente que el 11 de Abril del 2002 había
ocurrido un “vacío de poder” y no un Golpe de Estado. Arbitrariamente Chávez
aumentó el número de magistrados designando chavistas incondicionales. Lo que
ocurre hasta el sol de hoy, cuando vemos al TSJ como eje central del operativo
para neutralizar a la nueva Asamblea Nacional.
Aunque el petróleo ha sido por décadas factor
principal en el desarrollo nacional, las compañías extranjeras que lo explotaban
eran las principales beneficiarias. Esta situación lesiva al interés nacional
se corrigió a partir de 1958 al implantarse la democracia. Mediante mecanismos
legales fue mejorando la participación nacional, hasta llegar el reparto a mitad-mitad,
“fifty-fifty” como se le llamó. Venezuela ya estaba en condiciones de manejar
su riqueza petrolera y se la nacionalizó en 1975, bajo el gobierno de Carlos
Andrés Pérez.
Estaba tomada la decisión de no politizar a
la nueva empresa nacionalizada, PDVSA, y se designó presidente al General
Rafael Alfonzo Ravard. Cuando Chávez llegó al poder PDVSA ocupaba el 5to lugar
entre las compañías petroleras más importantes del mundo. Por desgracia Chávez puso
la empresa en manos del ingeniero Rafael Ramírez, un trepador ignaro y
corrupto. PDVSA se ha derrumbado. El petróleo que produce no es suficiente para
generar los dólares requeridos para importar la comida y medicinas que
necesitamos.
La revolución fracasó por completo. Al cabo
de 17 años, habiendo dilapidado miles de millones de dólares, la renta más alta
en nuestra historia nacional, Venezuela está en ruinas. Ni siquiera las
misiones sociales, como la muy acertada Barrio Adentro, que hoy está
languideciendo al punto de que un alto porcentaje de sus dispensarios está
cerrado o a punto de cerrar, porque no tienen nada qué ofrecer a los enfermos.
Aquellos demócratas que aún se inhiben de
mirar mal a la “revolución”, deberían quitarse el tapaojo ideológico que
todavía ostentan para ver la cruda y dolorosísima realidad de la Venezuela de
hoy.
Caracas, 09 de Julio del 2016
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