PROHIBIDO OLVIDAR
HOJA DE RUTA POLÍTICA (No 184)
Octavio Lepage
Durante 17 años
(debemos reiterarlo para que se siembre en la conciencia colectiva), Chávez
y Maduro, rodeados de una inamovible Corte de los Milagros, manejaron sin
control la suma fabulosa de un billón ciento noventa y
dos mil millones de dólares (traten de visualizarlo y mensurarlo, y se darán
cuenta de lo difícil que resulta).
Una cantidad de
dinero tan espectacular, incluso mediocremente administrada, habría
permitido darle un empuje grande a Venezuela, que hoy debería
ser un país de nivel de desarrollo pionero en América
Latina. Por el contrario, los venezolanos estamos viviendo con grandes
estrecheces, comiendo poco y mal, sin medicinas para atender las enfermedades
potenciadas por la pésima nutrición y la pésima
calidad de vida. Realmente es difícil encontrar en la
historia contemporánea un caso parecido. Hemos retornado, más
que al Tercer Mundo al Cuarto Mundo.
En el curso de
estos 17 años nadie supo alertar sobre el rumbo suicida que a ciegas
el país había tomado, arrastrado por la irresponsabilidad y el carisma
de Chávez. La probada eficacia de la propaganda totalitaria para
crear realidades artificiales impidió que nos diéramos
cuenta de que los llamados logros del Socialismo del Siglo XXI eran pura ilusión
óptica; y que por el contrario, Venezuela estaba siendo
esquilmada y arruinada por organizaciones mafiosas insaciables, y por
verdaderas pandillas de supuestos revolucionarios que trasladaban a paraísos
fiscales millones y millones de dólares que se han
debido invertir en incrementar la producción agroindustrial en
el país.
Tardíamente
los venezolanos salimos del nirvana chavista. Por desgracia hemos perdido la
capacidad de indignarnos. El 6D se dio un voto castigo, un castigo para el
propio Chávez y sus partidarios. El número de diputados
de la oposición (MUD) duplica al de diputados chavistas (112 a 55).
Esa derrota
electoral, aunque aplastante, no basta. El mito chavista debe desaparecer. El
chavismo le ha hecho tanto daño a Venezuela que debe ser condenado al olvido para
siempre. Obviamente, hay chavistas que fueron atrapados por el engaño
y que hoy están de regreso. Ellos se integrarán a las nuevas
organizaciones políticas para participar en la gran operación
rescate que se está iniciando.
Por supuesto que el
chavismo, para que desaparezca, para que se sumerja en el olvido, debe ser
contrastado con una acción de gobierno inteligente, sostenida, libre de todas las
desviaciones engañifas e inmoralidades que han prosperado a niveles
inimaginados en los últimos 17 años.
Caracas, 10 de Febrero del 2016
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