Entrada destacada"El Silencio de los Buenos" ...

“NO CAMBIAR, ES REPETIR” Proyecto Grifo: El ESTADO PLURAL ® 2006

lunes, 15 de junio de 2015

"Los venezolanos decimos adiós a la polarización" Por Armando Martini Pietri

Armando Martini Pietri: Los venezolanos decimos adiós a la polarización

En diversas oportunidades nos hemos referido a este tema y a las posibilidades que tienen las vías alternas de participación, aparte de las ya conocidas y tradicionales como lo son la MUD-PSUV.

Últimas mediciones, estudios de opinión y demostraciones como la del pasado sábado 30 de mayo evidencian con claridad que ya comenzó a emerger la tercera vía, como algunos la llaman, o bloque emergente como otros lo califican, pero está claro que ni la organización opositora ni el PSUV ya representan a toda la Venezuela de hoy. Son minoría por separado y, aún peor, sumados también.

Hemos señalado -a pesar de las duras críticas incluso de amigos- que existe una mala conducción, falta de visión, expectativa de renovación insatisfecha y carencia de planteamientos por parte de la MUD en su rol de oposición. No ha logrado –quizás porque sus esfuerzos son blandos, poco originales y tratando de complacer a demasiadas opciones al mismo tiempo- completar y consolidar la conquista del ciudadano; por el contrario han desilusionado, generado apatía y el único argumento que les va quedando no es siquiera el de votar por nuevas alternativas y caminos, sino sólo contra el decadente, incompetente y torpe socialismo al estilo impuesto por el madurismo.

En la ribera contraria del conflictivo, tormentoso y revuelto río en que se ha convertido la Venezuela del siglo XXI, el oficialismo jefaturado y en buena parte aplastado por el PSUV, después de la muerte del Presidente Chávez y la caída de los ingresos petroleros, no ha logrado dar pie con bolas, sólo habla y habla, repromete lo ya prometido y no cumplido, no logra controlar –y menos aún- combatir la corrupción que ha permeado todos los niveles de la sociedad, no hace cambios sino que recicla los mismos funcionarios fracasados, no entiende la economía en general ni elementos tan fundamentales como la comercialización, cree que la solución está en controlarlo todo pero ignora que controlar es también limitar, frenar y que sus controladores no saben hacerlo y sólo ven su actividad como papeleo y molestar, sólo lo empeoran todo; al desmejorar la vida de empresas y ciudadanos, el madurismo con otitis y ceguera pero muy hablachento genera ciudadanos molestos, indignados, y lleva a sus propias bases a decepcionarse y buscar mejores salidas, hartas por la falta de guía confiable de un liderazgo locuaz y palabrero, que amenaza y da órdenes a las cuales nadie hace caso. Se les prometió una revolución y sólo las han conducido a un desastre. Las bases duras y decepcionadas buscan consuelo en grupos como Marea Socialista, las más duras se enconchan en colectivos armados y violentos.

Este movimiento que ha sido prácticamente echado afuera por el PSUV, negado a escuchar su propia conciencia, postulará candidatos propios a las elecciones parlamentarias. Y, para ello ha solicitado al Consejo Nacional Electoral (CNE) tarjeta electoral y reconocimiento de sus símbolos. Les está siendo difícil porque, como sabemos, el CNE es un apéndice del oficialismo (algunos ya lo llaman Ministerio del Poder Popular Electoral), y asumen que Marea Socialista es –como efectivamente lo es- opositora pero chavistas en esencia, con pensamientos menos rígidos y más abiertos proclives a explorar posibilidades que permitan un mejor vivir para los ciudadanos. Aunque esto, claro, aún está por verse, si son un chavismo disciplinado o fanáticos de una ideología hace décadas superada.

Sin duda ha comenzado con fuerza la deserción en los extremos de polarización y lo más importante es que no migran de un lado a otro porque ya ninguno merece ni confianza ni interés de los electores que los perciben como que a veces parecieran la misma cosa. Por el contrario al irse desvaneciendo sus propias identidades van dejando votantes regados que se afianzan con vigor a sus convicciones con lo que las elecciones parlamentarias serán muy interesantes y la próxima Asamblea Nacional muy compleja. Y, si las encuestas acertaran, entonces poco más del 50% de los representantes del pueblo estaría en manos de las disidencias de la MUD y PSUV. No me atrevería a pronosticar esa posibilidad pero Venezuela y sus ciudadanos preocupados y angustiados por un futuro mejor deben trabajar muy duro para que ese escenario pueda producirse y convertirse en realidad.

Por la salud, bienestar y fortalecimiento de la democracia es importante tomar en consideración estas nuevas expresiones y fórmulas disímiles de pensamiento, es vital darle una oportunidad a aquellos que piensan diferente y que proponen soluciones alternas. Hay que dejar el miedo de lado. Hay que arriesgarse. Lo hemos hecho y mucho, es cierto, pero aún queda mucho por arriesgar.

Un resumen de lo que reflejan algunas encuestas realizadas en las últimas semanas.

Datanálisis: La oposición, de acuerdo con los estudios, tiene una ventaja de entre 15 y 20 puntos sobre el chavismo de cara a las parlamentarias. Pero comprueban también que ha crecido un fenómeno en la sociedad: la despolarización, las personas que se alejan del PSUV y de la MUD y van engrosando la lista de descontentos. Algo más del 50% del país se ubica en este espacio.

Según el último estudio del Centro de Estudios Políticos de la UCAB, 39,25% es la intención de voto por la oposición, mientras que por el PSUV es de 15,5%. El 20,7% no sabe por quién votará y 16,4% no lo hará por ninguno de esos bandos, destacando que en ese grupo emergen los “chavistas no maduristas”, que representan 16,4% del electorado. Además, 52% de los chavistas no apoya a Maduro. Entre los despolarizados, la UCAB encontró que 13% de los electores son opositores pero no apoyan a la MUD, y 25% considera que “todos los políticos son iguales”. Entonces, quienes no están en los polos, son mayoría: 54% del electorado.

Hinterlaces: Los estudios en mayo también muestran que 80% del país está dispuesto a votar en las parlamentarias. Pero en preferencia política, los resultados de esta encuestadora proclive al oficialismo son opuestos. El PSUV se mantiene como la principal fuerza política del país con 38% de respaldo, mientras que todos los partidos de oposición sólo suman 23%. Además, 35% de los consultados no se identifica con algún partido. Otro dato: el 75% de los venezolanos se siente esperanzado, 59% optimista, y 56% afirma estar feliz. Nos gustaría conocer a algunos de esos esperanzados y felices. 

Podemos inferir que la mayoría de los ciudadanos no apuestan por muchos de sus políticos actuales que obstinadamente se empeñan en no entender que es el momento para pensar en el país y no en los intereses particulares de quienes nos gobiernan o nos pretenden gobernar. Se demuestra sin titubeo, el crecimiento del descontento hacia PSUV-gobierno y también se manifiesta sin vacilación, el aumento de la indiferencia hacia la MUD. Los resultados deben tener aterrados a la dupla MUD-PSUV.

Es transcendental establecer vías de comunicación entre los disconformes de lado y lado que les permitan encontrarse para hallar maneras conjuntas y presentar un programa, que sin promesas bribonas, manipulación grosera, ofertas engañosas y propuestas falaces sean factibles y posibles ejecutar en la próxima Asamblea Nacional.

¿Por qué no cometer una travesura e imaginarnos por un momento que los resultados de las elecciones fueran los siguientes?: menos del 50% la dupla MUD-PSUV y la diferencia los no polarizados. Habría que negociar políticamente hablando y en el mejor sentido de la expresión –a la luz pública y no en conciliábulos-, con ciudadanos libres de intereses partidistas y negociados oscuros. Estaría en serio problema y a punto de quiebre el –recién estrenado- bipartidismo.

@ArmandoMartini


No hay comentarios:

Publicar un comentario