“JUGANDO CON FUEGO”
Por Carlos Canache Mata
Un gobierno encabezado por un presidente
ilegítimo que se engendró en el fraude, es capaz de hacer cualquier cosa.
Un gobierno, que tiene al frente a quien ni
siquiera puede presentar su partida de nacimiento ni probar que no tiene doble
nacionalidad y abiertamente viola así el artículo 227 de la Constitución, es
capaz de hacer cualquier cosa.
Un gobierno que ordena a la pobre Sala
Constitucional del TSJ, convertida en carnicera de la institucionalidad, emitir
su sentencia 269 para, como señaló Allan Brewer-Carías, “usurpar
la competencia privativa de la AN de dictar su Reglamento Interior y de
Debates que, como interna
corporis y acto de ejecución directa de la Constitución, sólo la AN
puede dictar”, es capaz de hacer cualquier cosa.
Un gobierno que,
apoyándose en el estado de excepción de una emergencia económica, no acata la moción de censura y la remoción
que la AN, en ejercicio de sus funciones (artículos 246 y 187, numeral 10, de
la Constitución) aprobó contra el Ministro de Alimentación y patea el artículo
339 ejusdem que expresamente dispone que “la declaratoria del estado de
excepción no interrumpe el funcionamiento de los órganos del Poder Público”, es
capaz de hacer cualquier cosa.
Un gobierno que bloquea
las leyes y decisiones que aprueba la AN, además de controlar absolutamente
todas las otras ramas del Poder Público
Nacional, es capaz de hacer cualquier cosa.
Un gobierno que manda a
su canciller a decir en la OEA la enorme mentira de que en Venezuela no hay escasez de alimentos y medicinas y que podemos
abastecer a tres países como el nuestro, es capaz de hacer cualquier cosa.
Un gobierno que ha hecho
el mayor saqueo del tesoro público de toda nuestra historia republicana, es
capaz de hacer cualquier cosa.
Ahora, cuando está
planteado el referendo revocatorio del mandato de Maduro (artículo 72 de la
CN), presenciamos las maniobras dilatorias del CNE para obstaculizar que se
realice este año. El gobierno, que es capaz de hacer cualquier cosa, sabe, como
dijo en reciente artículo el historiador
Elías Pino Iturrieta, que “el voto popular es hoy, para el chavismo, la
muerte que el destino le depara”, por lo que no es sorprendente que su otro
siervo (del latín servus, esclavo), el CNE, viole los lapsos establecidos en
las Normas, aprobadas por él mismo para regir el procedimiento revocatorio, y,
hasta se ha corrido el rumor de que puede modificarlas. Como este gobierno es
capaz de hacer cualquier cosa, la MUD ya ha advertido que, de ser necesario,
esta vez se convocaría una movilización de masas que, sin duda, haría historia.
Que no olvide el
oficialismo que jugar con fuego siempre es arriesgado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario