“¡Esto se complica!”
por Armando Martini Pietri
“30.000 ó 40.000 personas y hasta mas”, nos dijo alguien emocionado sobre
la manifestación de las mujeres este fin de semana. Ese buen amigo no pensó en
la importancia de lo que sucedió. Sin partidos políticos, sin organismos de
poder, sin armas ni colectivos, las mujeres venezolanas se adueñaron sin miedo
y con mucha eficiencia de la Autopista del Este en Caracas, frente a la
Carlota.
Eso vale más que muchas concentraciones opositoras con mucha gente y
menos convicción. Las mujeres venezolanas han sido siempre, desde tiempos de la
colonia y la independencia, las guerreras auténticas, las líderes que
impulsaron y apoyaron a los hombres a conquistar su libertad.
Este sábado pasado vimos que subsiste una Venezuela llena de esperanzas,
una Venezuela madre, firme, confiable. Una Venezuela que resurge de sus
desastres con manos, talento, voluntad y fe de mujer.
La magnífica demostración de las mujeres fue un espléndido ejemplo
nacional. Prevaleció el orden, la decencia, la ética, la moral, los principios,
las buenas costumbres ciudadanas. Porque así son las mujeres venezolanas, y si
fueran ellas las que manejaran la oposición y el oficialismo, otra Venezuela
fresca, inteligente y eficiente existiría hoy deslumbrando al mundo.
A pesar del egoísmo indecoroso y nada inteligente de ignorar la fuerza y
el ejemplo de las mujeres opositoras, ellas llevan años demostrando que tienen
más coraje, talento político y criterio de estrategia que muchos dirigentes de
parte y parte que solo saben refocilarse en las mismas necedades habituales.
La concentración de las mujeres fue un éxito maravilloso, los ciudadanos
se congregaron para respaldar a las damas y repudiar al gobierno. Han dado una
lección de dignidad, coraje y principios, además de tener la voluntad y el
corazón que a muchos nos falta. Por eso los venezolanos hoy podemos vislumbrar
una nueva y muy buena oportunidad de despolarizar, generando una fuerza alterna
que no permitirá las negociaciones oscuras y a escondidas.
Mujeres que además no esgrimieron exclusiones, no se auto propusieron
como jefas, invitaron a todos los pobladores de bien a concurrir el miércoles
26 a la manifestación que viene como testimonio de la cancelación arbitraria y
grosera del referendo revocatorio y de su voluntad de cambio. Por encima de su
propio éxito y de su acertado conocimiento, no quisieron dividir sino unir,
mérito femenino que no todos entienden, pero muchos aprovechan.
En la reunión de la Asamblea Nacional por fin se decidió, a pesar del
tiempo transcurrido y las circunstancias que los obligaron a discutir temas de
interés nacional que han sido planteados por la sociedad, no incluida en las
discusiones e ignorados hasta ahora. Un acuerdo con muchos considerandos y
mucha retórica pero que al menos le marca un camino de compromisos al Poder
Legislativo, les guste o no a los poderes obedientes -inconstitucional y
éticamente ilícito- al Ejecutivo. Veremos qué se decide en las próximas
sesiones, y si el oficialismo volverá a demostrar su intolerancia y brutalidad
invadiendo la sede de las leyes del país, como hizo este domingo.
Imposible no comentar la sesión legislativa dominical en la cual los
asambleístas de la mayoría opositora electa por la ciudadanía, después de
analizar la dramática situación que vive el país en aspectos económicos,
sociales y políticos, a los cuales se añade la crisis por ruptura del hilo
constitucional, consideró la desobediencia civil y en casos, aplicar el
artículo 350 de la Constitución Nacional, también presentar denuncias en todas
las instancias internacionales, destituir a los rectores del CNE y a los
magistrados “express” del Tribunal Supremo de Justicia, a debatir en serio y en
profundidad la presunta doble nacionalidad del Presidente de la República, tema
vital que quedo diferida para próxima oportunidad. Así como tocar temas del
abandono del cargo y el llamado en consecuencia a la Fuerza Armada, pero hasta
allí, es cuestión extremadamente delicada que exige, más que postergación, un muy
esmerado debate.
Hay que reconocer, sin duda, los esfuerzos de los líderes opositores al
enfrentarse a la pandilla oficialista que se defiende como gata boca arriba
pero con aullante fiereza y los mismos argumentos de siempre, agotados, dichos
repetidos mil veces.
Un domingo parlamentario que pudo ser más trascendente -diría uno que
faltó a ese refrescante, esperanzador y vigoroso liderazgo femenino que surge
con fuerza y esperanza firme. De nuevo mucha habladera, retórica de muchos
adjetivos de escaso valor agregado, citas y mucha verborrea, numerosos buenos y
malos discursos, palabras repetitivas y conocidas por todos, pero ninguna
decisión, no se logró nada nuevo ni que no supiéramos. Como detalle adicional,
algunos chismosos mal pensados especulan que se habría negociado ayer en
la tarde noche con Zapatero y Torrijos.
Hasta la ruidosa interrupción de los rojos oficialistas era posible, ni
siquiera eso sorprendió, son tan obvios, tan elementales. Hay que reconocerles
a los diputados el arduo trabajo y los riesgos que toman, pero al final ni
declararon la dictadura, ni destituyeron al Presidente ni restauraron la
Constitución y el orden constitucional. Todo queda para después con un acuerdo
aprobado que es un dechado de buenas intenciones, de contundentes realidades que
no será respetado ni acatado, pero al menos es un magnifico inicio. Del ruido
oficialista a la esperanza con base.
Dicho lo anterior, debemos asistir por millones a la convocatoria para
el 26, demostrarle nuevamente al mundo que somos mayoría a pesar del vano
intento oficialista por ocultarnos. No tengamos miedo ni perdamos la esperanza.
De esto vamos a salir, el pueblo, los ciudadanos están claros, se convencieron
al fin de lo que piensan en sus casas, de lo que hablan en la intimidad con los
amigos, no necesitamos de nadie, sólo dependemos de nosotros, debemos unirnos,
salir de lo tóxico, articularnos, permanecer unidos y sin ceder un centímetro,
entender que no basta con cantar lo de “y va a caer”, la historia no se cambia
ni la injusticia se destruye con canciones, sólo con acciones. ¡Concentración
del 26!
La Venezuela que está naciendo viene fuerte sin pasado ni prejuicios y
no aceptará la impunidad como política. Todos estos años de lucha no van a
terminar en la repetición de la Venezuela que se agotó, la oposición no es sólo
al oficialismo y un puñado de bandoleros, es la voluntad creciente de un país
nuevo desde sus raíces hasta sus objetivos. Ahora sólo queda un porvenir sin madurismo.
@ArmandoMartini