“OTRO GOLPE MÁS”
Por Carlos
Canache Mata
La noche del día 20 de este mes, el Consejo
Nacional Electoral (CNE) atracó, mediante una simple nota de prensa, a la
soberanía popular que estaba en proceso de expresarse a través del referendo
revocatorio (RR) del mandato presidencial de Nicolás Maduro. No es que estemos
ante algo inédito, ya que había el antecedente de numerosos golpes asestados a
la democracia y el Estado de Derecho. Pero el de ahora ha sido el más
desvergonzado de los zarpazos inconstitucionales de esta ignominia que se ha
prolongado por casi 18 años.
Esa triste noche, el CNE ordenó “la
paralización” de la recolección del 20% de las manifestaciones de voluntad
solicitando el RR, programada para el 26, 27 y 28 de octubre, acatando y fundamentándose
en las medidas cautelares de unos tribunales penales regionales que, sin
competencia en la materia electoral, las dictaron al unísono y rápidamente, como
en los reflejos condicionados de Pávlov, al oír el tañido de las campanas de
Miraflores.
La Asamblea Nacional (AN) en su sesión especial
del domingo pasado, que realmente podemos calificar de histórica por lo que
decidió y porque grupos oficialistas violentos emularon al Monagas de 1848
invadiéndola durante 45 minutos, declaró
que estamos ante “la ruptura del orden constitucional y la existencia de un
golpe de estado contra la Constitución” y contra “el pueblo de Venezuela”. Este
atentado contra la voluntad electoral de los venezolanos es comparable al
consumado por Pérez Jiménez el 30 de noviembre de 1952, con la diferencia de
que éste ahogó esa voluntad después de haber sido votada, en tanto que Maduro
la mató cuando se preparaba para ir a las urnas. La magia macondiana de un CNE
que, con la excepción del rector Rondón, no conoce la honra, y de unos jueces
penales que dan pena, le han hecho creer al régimen que ha obtenido un triunfo,
cuando lo que le han ofrecido es el desenlace fatal de una agonía, no un laurel
sino una corona.
El
Acuerdo aprobado por la AN, en su parte resolutiva, dice que se está
determinando “la situación constitucional de la Presidencia de la República”,
en concordancia con uno de los considerandos del mismo en el que se habla del
“abandono” de sus funciones constitucionales y de “la probable doble
nacionalidad” de Maduro, agregando que esos asuntos iban a evaluarse y
decidirse en la sesión convocada para ayer martes 25.
La AN exige “a la Fuerza Armada Nacional no
obedecer ni ejecutar ningún acto o decisión” que contraríe lo dispuesto en el
artículo 328 de la Constitución Nacional. Tema que trataremos en otra ocasión.
Invocando el artículo 333 constitucional, el
Parlamento convocó al pueblo a manifestarse en la calle “hasta lograr la
restitución del orden constitucional”, como lo hizo Alberto Carnevali en su
llamado “a la rebelión civil” del 24 de diciembre de 1952, tiempo de nuestra
penúltima dictadura.
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