“La GNB ¿amigos o enemigos?”
Por Carlota
Salazar
El brutal, desproporcionado y humillante trato
que reciben las amas de casa y ancianas en las colas de los supermercados,
aunado a la acción tanto ilegal como abusiva contra los sectores opositores impidiéndoles
llegar a las instalaciones del CNE, ejecutadas ambas por la Guardia Nacional
Boliviana, cuya misión es la Seguridad de
la Nación como elemento sustantivo de corresponsabilidad entre Estado y
Sociedad Civil, dentro del cual hay que dar cumplimiento a los principios de
independencia, democracia, igualdad, PAZ, LIBERTAD, JUSTICIA, SOLIDARIDAD y
afirmación de los derechos humanos (326 CRBV), fue objeto de una denuncia que
efectué en las instalaciones del Core 7 el pasado 30 de mayo del año en curso.
En efecto, la crisis económica, política y
moral que vivimos viene sacudiendo hasta
la última fibra del venezolano, activó
el reclamo y la presión de calle. Estas acciones que no pueden tener otra
expresión que no sea la protesta el gobierno necesita silenciarlas, lo cual
hace reprimiendo. Este es un gobierno perverso que consciente de que su
política económica cada día empobrece al venezolano, en lugar de cambiar: reprime.
Escenario
perfecto para un estallido social, contenido porque la gente esta desesperada buscando
satisfacer sus necesidades primarias de alimentación, haciendo abstracción a los
valores y atributos de la democracia como es división de poderes públicos,
legalidad…, conceptos que terminan siendo fútiles, para ellos, frente a la
magnitud de su necesidad.
Pero aún sin estallido social, la gente está
molesta, sentida, dolida y defraudada por una revolución que lo que trajo fue
hambre y miseria, y por ello quieren cambiar al gobierno. Realidad que quedó
reflejada en la última encuesta de Alfredo Keller de julio 2016, el 84% de los
venezolanos sienten que ni éste gobierno ni Maduro pueden resolver está inmensa
crisis, donde el 44% de los productos los encuentran en el bachaqueo, quiere
decir, 500% más caro, en la cual el 94% de los venezolanos considera que la
situación de escasez y desabastecimiento ha empeorado. Ahora la protesta y el
reclamo cívico será el día a día de los venezolanos. La agudización de la
crisis genera cada día un motivo nuevo
para protestar. Además, la impotencia que producen los obstáculos que impone el
CNE para que se materialice el referéndum revocatorio, que ha pasado a ser una válvula de escape.
Esa relación amor-odio con quienes deben
protegernos y no lo hacen, tiene dos dimensiones, una humana que pretende
concientizar al cuerpo militar para que
antes de actuar piense “que esa anciana puede ser su madre o su abuela” “que al
igual que los que no queremos al régimen ellos también quieren cambio, porque
no escapan de la miseria” “que quienes protestan están sufriendo por un ser
querido” “que no podemos agredir a otro venezolano que sufre y llora como tú”...
La otra legal ya que el gobierno se ampara en un
decreto de excepción que no está en
vigencia porque no ha sido aprobado por la Asamblea Nacional, según lo ordena
el artículo 339 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela “El
Decreto que declare el estado de excepción…será presentado…a la Asamblea
Nacional, o a la comisión delegada para su debida consideración y aprobación…”.
Por lo tanto, los derechos constitucionales de los venezolanos no están
sometidos a ninguna restricción y deben ser respetarlos. Y como guinda de la
torta deben entender los efectivos militares que cualquier violación a los derechos
constitucionales y humanos constituye abuso
de poder cuyo ejercicio acarreará responsabilidad individual a tenor de lo
establecido en el artículo 139 de nuestra Constitución.
Hago un llamado a la reserva moral de los
militares para que en lugar de ser nuestros enemigos sean los garantes de
nuestros derechos (nuestros amigos), para que
la macha convocada por la MUD para el 01 de septiembre salgamos sin
miedo, ya que existen razones humanas y legales que pesaran a la hora de
apretar el gatillo.
Carlota
Salazar Calderón
@carlotasalazar
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