“Otro
motor fundido: el Motor Farmacéutico.”
Por Silvia E. Rodríguez Schwartz
Pretendo no solo advertir, sino informar a quienes estamos
permanentemente en la búsqueda de medicinas (medio país).
Esta semana pasada estuvo corriendo la información de que el
gobierno había activado de nuevo un plan de salud “en el marco del reimpulso
del Motor Farmacéutico, que pone a disposición medicamentos para garantizar el
acceso equitativo y gratuito a la población venezolana en colaboración con
Droguerías y Farmacias del sector privado…”
La promesa básica es la entrega 3 meses de tratamiento a los
pacientes solo con llevar el récipe a las farmacias indicadas por ellos.
Obvio que con tanta consideración, preocupación por nuestra
salud, y capacidad de respuesta a la crisis, uno llama. Si le están dando el
permiso de mantenerse vivo, uno llama.
Así fue. Me atendieron en medio segundo e inmediatamente me
informaron con mucha amabilidad que en tal farmacia había una de las medicinas,
con solo la fotocopia de la cédula y el récipe me otorgaban los 3 meses de
tratamiento ¡cómo se me ocurrió dudarlo!
A los 15 minutos y por aquello de las dudas -no de la buena
voluntad del gobierno- sino de la
novedad del programa, llamé de nuevo.
Me informó otra señorita, muy amable, que no había
disponibilidad de la medicina donde me habían dicho, sino en otro sitio, un
poco distante, en la carretera a Petare, Santa Lucía (al mismo estilo de los
centros de validación de firmas…llano adentro) Le pregunté si habría algo más
accesible.
“¡Cómo no! Chacaíto” pero que no era la misma medicina, ni
su principio activo “¿y entonces?” “pregúntele a su médico” Ok.
Chévere, vamos bien.
Como la canción: “…por tu mala maña…” llamé esta vez a la
farmacia de la carretera a Petare, Santa lucía.
Me atendió una farmacéutica que me dijo que no estaba enterada del programa. Más
aún, que no tenía la posibilidad de orquestar la provisión de 3 meses de
tratamiento a nadie, porque a veces les llegaban solo 6 cajitas, y ni
posibilidad de distribuirlas como el gobierno anuncia.
Entonces me puse a escribir el guión de ellos, que es más o
menos así:
-Chico, siguen jodiendo con lo de las medicinas, así que se
me ocurrió algo brillante: anunciemos que el gobierno está preparado para responder
al problema de salud con un motorcito de esos que suenan a prendidos. Así como
lo hacemos con la alimentación, eso vende y se lo tragan, total, no les queda
otra. Quedamos como humanitarios, considerados, atendimos el problema y ya.
- Copiado. Pero ¿y si de pronto a la gente le da por averiguar y ve que no sirve?
- Fácil. No falla: en
ese momento y en cadena vemos a quién le echamos la culpa de sabotear nuestro
plan de salud. Detenemos a tres pendejos
y ya. Algo así como “guerra médica”
Seguimos siendo el
pez, pero la carnada está piche.
“La hipocresía (…) siendo pecado en lo moral, es grande
virtud política.”
Francisco de Quevedo
(1580-1645)
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